“¡Juro delante de usted;
juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor, y
juro por mi Patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi
alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del
poder español!”. Estas fueron las palabras del Libertador en
el Monte Sacro, un 15 de Agosto de 1805, acompañado de su maestro,
Simón Rodríguez, y su buen amigo, Fernando Rodríguez del Toro. El
joven Bolívar, inundado de patriotismo, después de visitar las ruinas
de uno de los imperios más importantes de la historia, juró que libraría
a su patria del yugo imperialista. Y lo cumplió.
Recordamos un acontecimiento
tan importante para nuestra historia, porque evidentemente no es casual
que el Presidente Chávez, bolivariano convicto y confeso, haya escogido
esta fecha para presentar ante la Asamblea Nacional su Proyecto de Reforma
Constitucional. Además y por si fuera poco, hace tres años, en el
2004, también un 15 de Agosto, Chávez resultaba victorioso en el referéndum
que pretendía revocarle el mandato que el pueblo le había otorgado
desde 1999, y en esa oportunidad no sólo ganó, sino que su triunfo
marcó el rumbo de un nuevo momento histórico para el país. En fin,
una fecha muy significativa para Chávez.
HABLANDO DE NUEVOS RUMBOS
Por cierto, a partir de este
15 de Agosto de 2007, el país tomará otra vez un nuevo rumbo, en esta
oportunidad, hacia la profundización del socialismo como modelo económico
de nuestro país.
Mucho se había especulado
sobre lo que Chávez iba a proponer ante la Asamblea Nacional como Proyecto
de Reforma. Algunos, en su empeño enfermizo de oponerse a cualquier
cosa que diga Chávez, inclusive antes de que éste la diga, llegaron
a inventar los temas más ridículos. Cosas como que le iban a quitar
la patria potestad de los hijos a sus padres, asunto que estuvo rodando
por meses en las mentes de los globovisados, son tan absurdas, que nadie
en su sano juicio pudiera suponer con seriedad que sería planteado.
Sin embargo, ellos insistían, no tanto porque promover este tipo de
mentiras les produzca algún resultado político, sino porque los oposicionistas
subestiman tanto al pueblo y a sus propios simpatizantes que cada cierto
tiempo tienen que decir este tipo de barbaridades ante las cámaras
de televisión, para no olvidar el guión que han venido repitiendo
majaderamente desde el 10 de Diciembre de 2001, simplemente porque ese
es el guión que, desde hace seis años, les mandó el Departamento
de Estado que repitieran.
En su empeño por plantear
necedades, se olvidaron de ir al fondo del asunto. ¿Qué es más importante
para el país: las tonterías que han venido especulando los opositores
y que según ellos estarían incluidas en el Proyecto de Reforma, o
la construcción del piso constitucional que nos permitirá construir
definitivamente el Socialismo del Siglo XXI?
En otras palabras, en su afán
por tratar de satanizar cualquier cosa que venga del lado del gobierno,
han dejado de lado, han olvidado por completo, discutir los temas trascendentales.
El otro problema que tienen
los oposicionistas es que no saben cómo hacer para tratar de ocultar
sus posiciones de derecha recalcitrante. Porque, seamos sinceros, es
sumamente difícil atacar al socialismo, sin asumirse como capitalista
serio. Es decir, no les gusta la limonada, pero no quieren que nadie
se entere de que ellos son chicha.
Mientras tanto, Chávez sigue
corriendo solo esta carrera, con más del 70% de aceptación en cualquiera
de las encuestas que se consulte, a pesar de la guerra comunicacional
impúdica y grotesca.
Sigan mintiendo, que Chávez
seguirá trabajando y el pueblo apoyándolo.