Algo va a ocurrir en Bolivia y no es que precisamente esperemos que el referendo dictará si los separatistas querrán aceptar la decisión de las urnas. Es de un total ingenuo si se cree que eso sobrevendría. Creo que todos allá sabrán las experiencias que aquí se tragaron para poder doblegar al "consorcio Súmate".
Primero que todo, a mi entender, si en el país nadie aprueba ese referendo, ¿quién va a ser el juez del mismo?, si solo hay veedores que serán los que venderán, comprarán y se darán el vuelto. La mediática separatista no está viendo lo que se oferte o amenace desde La Paz. Por nuestros lares, cuánto costó desenmascarar a los pordioseros pentagonistas de Súmate y otras bandas para por fin dar con la mentira que ellos promulgaban como certera. En Santa Cruz no se juega el separatismo, sino la jugada que tiene Evo luego que entronicen su victoria; si el pueblo de ese sector no se pone mosca y enfrenta las mesas, el resultado será victoria separatista, no otra cosa, allí votarán muertos, dobles, triples, cuádruples votos, que a la final es el número total lo que quiere el imperio, ya se acordarán ustedes que aquí ya tenían más votantes que habitantes, que hasta el diputado Tascón tuvo que implementar con sus medios una famosa lista para determinar que nuestros nombres no se hallaran en los de aquellos.
Si hay un país en América que puede ganar un premio como el que más mutilaciones ha recibido, ese es Bolivia, guerra que ha peleado, guerra que ha perdido. Y con la derrota, territorio que le han esquilmado. Lo que pasa es que, por un lado, hasta ahora ha sido un país que nunca el lado occidental ha gobernado, y por el otro, el piso de todo ese país, tampoco. Bolivia vive en grado menor la dirigencia de la casta, tal cual en Colombia, a diferencia de aquella, no produce ni exporta narcóticos, pero vive una discriminación como si lo fuera Sudáfrica antes de Mandela. Evo es en cierto modo, el Mandela del nuevo mundo.
Yo no sé qué tanto tendrán de estrategia más que expectativa en lo que vaya a ocurrir mañana, pero a mi modo de ver, muchos dirán que peco de jacobino en algunas ocasiones, es que se debe desplegar la fuerza del número frente a las mesas, si es que se quiere evitar las confrontaciones, pero el pueblo de Evo debe ir acompañado de observadores periodistas y, sus propios prosélitos, tomar fotos, provocar la paranoia en los votantes que se sientan vigilados por la masa popular con sus banderas multicolores. El argumento de la abominable discriminación existente, que sea emplazada por la determinación de ser hoy o nunca el día que esa segregación desaparezca y se sienta el poder popular, eso es lo que se debe mostrar tal cual Sudáfrica, que haga temblar al poder separatista. Eso no es gente, y perdonen que abrigue las mismas armas que los divisionistas, pero hay tantas herramientas como para estar allí. Un sentir oligarca que venda el agua, que aún posea esclavos, y no vea el valor humano en los pobladores originarios, eso simplemente no es gente, y de paso brutísimos, porque ni para mano de obra la tendrían si ese pueblo les arma un boicot. Para mi la otra arma del pueblo, el boicot.
Si es por resistir ese boicot, ya el pueblo boliviano está acostumbrado. Pero el gendarme capitalista, no. Sus arcas las llena ese pueblo esclavizado. Además, no es que tampoco Evo se quedaría con los brazos cruzados, pero sencillamente, los cruceños nada pueden hacer con ese pueblo que se está montando. La mediática opositora hablando en sentido dizque neutral le otorga a los seguidores de Evo, ser los más débiles en los procesos que se forman ahora en indolatinoamérica, lo cual veo como una manera de facilitar el terreno a los oligarcas.
Hay otro elemento que veo pernicioso es que los mismos que avalan un proceso de cambio, segujidores de Evo, tampoco se ven identificados con la población originaria, hablan de "ellos", que si ellos quieren a Evo, que si ellos quieren un cambio fundamental, como si esos mismos que hablan no dependen de esos "ellos", el plato que se llevan a diario a la boca lo siembra un "ellos"; diera la impresión que hay un apartheid subconsciente, no está madurado un amalgamiento de unión que hable de "nosotros", nosotros no nos consideramos indios, somos tan originarios como los demás desde que nacimos en esta patria Bolivia que nos ama con igualdad. Yo no veo a los blancos hablar de la Pachamama como sentido de suelo que nos ama como madre, tal cual lo habla el presidente, en eso, son "ellos" los indios los que tienen esa creencia. De ahí que creo que ese es el arma más letal de los separatistas, EL MIEDO. De ahí los palos… y las otras armas que tendrán escondidas. Viendo videos y documentales que entrevistan a pueblo raso, taxistas, hablan siempre de "ellos" aunque también éllos mazquen coca, ese medroso proceder es el que puede dar un vuelco a favor del imperio.
Quitarse semejante lastre, es como si el propio espíritu del Tupac los arrastró hasta ese día, para que enfrenten su realidad, o es ese día su juicio final, o es la esclavitud perenne lo que les queda. Después, a chupar piedras porque ese poder que se levante no va a descansar, no solo porque Evo salga del poder por el medio que sea, sino que aplicaría una estrategia paramilitar que frustre a por lo menos esta generación "revoltosa" las ganas de volver a "alzarse" contra el poder, y ese poder, cuidado si no empieza a sembrarse de apellidos como en Colombia, que ya existe en Bolivia, pero en pro de una lucha oligarco-democrática, que baje las aguas. A la primeras del triunfo, promulgarán su petición para que los EEUU les avale su separación, para lo cual no me extrañaría en absoluto propongan una base gringa.
Ese es mi óptica, los bolivianos o se ponen las pilas, en este su real Juicio Final, o que callen para siempre. Por supuesto, desde aquí haremos bulto para que sepan que no están solos, que esto apenas comienza… y a nuestro favor.