Es indudable que la lucha contra el poder de las mafias transnacionales mundiales, es una lucha titánica, en virtud de que representan un poder no infinito pero si gigantesco, que tiene que ver con la economía, los medios de comunicación, la educación, la salud, la tecnología, etc. y que están todos estrechamente relacionados entre sí. Para esa lucha se requiere de gente que esté realmente dispuesta a enfrentar dichos poderes. No es nada fácil. Hay que tener la conciencia clara y con convicciones muy fuertes y sólidas para ello. Dentro de la revolución hay tantas contradicciones y gente tan contradictoria. Hace cuatro años aproximadamente, Acosta Carléz el flamante gobernador de Carabobo, junto con la dirección de educación de esa gobernación, firmó un contrato millonario con El Nazional, para editar libros escolares y eso se denunció en su momento y a nadie le importó; un tipo que debió ser revocado en su momento. Ahora se está hablando de un supuesto convenio entre El Ministerio del Poder Popular para la Educación de la República Bolivariana de Venezuela con Editorial Santillana de España para editar libros escolares, empresa esta que está intimamente ligada al grupo Prisa y el diario El País, enemigos declarados del proceso Bolivariano venezolano, ¿Sabrá el ministro de educación sobre esos movimientos?. ¿Será que en Venezuela no hay una editorial que pueda realizar esa tarea?. Se habla también de una supuesta publicidad supermillonaria contratada por el Banco de Venezuela con los grandes medios de comunicación privados, para después de la nacionalización de dicho banco. En estos momentos los Estados Unidos de norteamérica, están viviendo la crísis económica mas severa de toda su historia y la gran mayoría de los venezolanos parece no haberse dado cuenta de la importancia de la política económica llevada adelante por el gobierno del Presidente Chávez. Yo siempre me he preguntado: ¿Qué hubiera ocurrido en Venezuela de haber ganado las elecciones de 1998 Enrique Salas Roemer?, ¿Cómo estaríamos?, cuando ese individuo era uno de los principales promotores de la privatización de PDVSA, el IVSS, la educación, las empresas básicas, etc. Y hoy, después de 9 años de gobierno revolucionario, cuando estamos viviendo una situación envidiable (con sus fallas por supuesto, gracias a los quinta columna) con respecto a todos los paises del continente, hay gente que parece que no se ha dado cuenta todavía de que gracias a este gobierno, no hemos sido arrastrados por esa debacle mundial provocada por la crísis estadounidense donde ya, más de 2 millones de familias han perdido sus viviendas. Uno no entiende como gente que se supone está con la revolución a estas alturas, habla de posibilidades de triunfo de algún candidato de la oposición, que de manera directa o indirecta es responsable del desastre de los cuarenta años de Acción Democrática y COPEI y de los tantos crímenes que se cometieron. De los elementos contradictorios de la revolución se pueden mencionar algunos cuántos, como por ejemplo la buhonería anarquizada en Catia, lo que representa un verdadero desastre, de lo cuál no se percibe en el horizonte, el menor vestigio de solución a ese grave problema, considerando a Catia un fuerte bastión de la revolución, sin embargo a los habitantes de Sabana Grande si le devolvieron sus espacios. En la carretera Panamericana se ha denunciado innumerables veces, la proliferación de ranchos, con la destrucción consabida de la vegetación, el robo de la energía electrica del tendido público, que por cierto, la gran mayoría de esos construye ranchos y roba luz son extranjeros. Pareciera que estos alcaldes salientes consideran que eso ya no es problema de ellos, de lo cuál nunca se ocuparon por demás. Lo cierto es que son muchísimas cosas por resolver y esperemos que el 23 de noviembre, el pueblo mayoritario asista a votar por los candidatos de la revolución, aquí no hay otra salida, solo el pueblo salva al pueblo y tiene que tener consciencia de lo que está en juego, que no se trata de una simple elección de alcaldes y gobernadores, del triunfo de noviembre depende no solo el futuro de la revolución, más alla de ello está en riesgo el futuro del país, de nuestros hijos y nuestros nietos y cuidado si no el futuro de la humanidad. La revolución deberá continuar sin descanso, el largo camino hacia su depuración definitiva para lograr la mayor suma de felicidad posible para nuestro pueblo.
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