Unas desafortunadas expresiones del Presidente Chávez han generado una reacción digna de mejor causa.
Resultó que de estas sartas de paparruchadas que se lanzan al voleo gestualizando cada palabra como para exagerar un insólito asombro o/y condena, se recurre a unos juicios que solo pueden ser asumidos como desatinos. Nomás cuando se dice que el presidente agredió a un príncipe de la iglesia cuando se refieren a un cardenal ¡caramba!, solo nos queda reclamar que se recurra a la sensatez.
Si hay algo en franco desprestigio ¡en el mundo!, es esa institución que llamamos Iglesia. Por supuesto que esto lo desconoce solo aquella persona que recientemente haya salido del estado de coma, diría William Blum. Ese deterioro no ha sido sino producto de la propia acción de sus integrantes, de su clerecía, y no de calumnias e insidias de supuestos laicos “enemigos” de la Iglesia.
Resultaría inexplicable ver a algunos miembros de la iglesia engolados, dictando cátedra sobre lo humano y sobre lo divino, si no fuera por la acción de los medios de comunicación que no solo no abordan la terrible crisis que sume a la Iglesia sino que la ocultan. De ahí el exagerado respeto que todavía algunos sienten hacia ella.
En Venezuela fue detenido en un aeropuerto internacional, un sacerdote que procuraba llevar a Europa un alijo de drogas escondida en sus hábitos. Con drogas estamos significando cocaína, ese alcaloide diabólico que destroza y mata. El escándalo fue mayúsculo pues detener a un cura con ese flagelo era difícil de creer. No purgó la condena que debía cumplir por la acción de su institución que actuó a su favor.
Hace dos o tres años fue encontrado asesinado en la habitación de un hotel un prominente sacerdote. Luego de asistir a una fiesta familiar, en lugar de regresar a su congregación, lugar donde vivía, salió a buscar un amigo casual con quien compartir su intimidad. Encontró el placer que buscaba pero lamentablemente, también a su asesino.
Hace ya dos o tres décadas, la policía allanó un bar gay. Cuando uno de esos funcionarios le pidió su identificación a uno de los parroquianos, este le ofreció dinero si le posibilitaba irse. El policía no atendió esa solicitud. Le volvió ese “cliente” a insistir una y otra vez con el soborno, aumentando la cifra en cada oportunidad en que lo hacía. El último monto alarmó tanto al policía que le informó de inmediato al superior, que le ordenó que trajera al individuo a su presencia. Resultó ser el párroco de una populosa parroquia caraqueña.
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El cardenalato es el imprescindible escalón al papado, que es como bien se conoce, la máxima autoridad de la Iglesia. Si la institución fuera fiel a lo que pregona, llegarían a ese grado solamente individuos acrisolados, de virtudes resaltantes ampliamente reconocidas así cómo por sus ejercicios de pobreza. Un Juan XXIII.
El cardenal Roger Mahony tiene su Sede en Los Ángeles, California. Recibió el pedido de Norberto Rivera cardenal mexicano arzobispo capitalino, para que le recibiera a un sacerdote que estaba pasando por un mal momento. Este canalla le estaba recomendando a su par, a un pervertido, un pederasta que abusó de cuanto niño pudo. Nicolás Aguilar tenía sobre sus espaldas denuncias como para escribir un libro. Incluso una vez apareció en un charco de sangre posiblemente agredido por alguien que no permitió la perversión de este bandido. El procuró que no se investigara, lo que ya habla de su rara conducta.
En California continuó abusando de niños, por lo cual fue llevado ante los estrados judiciales, sin que le dictaran reclusión inmediata. Citaron también para que testificara a Mahony que negó haber conocido los antecedentes de este degenerado. Señaló que su colega mexicano no le hizo saber el peligroso historial que lucía Aguilar. Rivera, que es bien conocido en México como un sinvergüenza, protector de este tipo de alimañas, contradijo a Mahony indicando que sí le había informado de la conducta del tipo. Claro que lo hizo cuando no le quedó otro camino, pero por escrito y desde México. No accedió a concurrir a Los Ángeles. Sabía que el delito que se cometió le podría haber acarreado también a él, pena de cárcel.
Las referencias de este “príncipe” de la Iglesia mexicana, siempre le ha encontrado defendiendo las peores causas. Cuando algunos seminaristas de la afamada congregación Legionarios de Cristo le comenzaron a denunciar como degenerado al creador de la misma, los obligaba a callar, aunque luego cuando estallara el escándalo, adujera que nunca hicieron de su conocimiento la conducta corrupta del sujeto.
Pero, el bandido no puede dejar de recorrer los caminos que conoce, y en una entrevista cuando ya el Vaticano preso de enormes presiones separa de los Legionarios a Marcel Marcial, que es como se llama el criminal, manifestó Rivera que no sería tan grave lo que pretendían achacarle al “reverendo” cuando la propia Iglesia solamente le retira de la actividad. Como un premio, jubilaron al depravado.
Marcel Marcial, que debió purgar largos años de cárcel, en lugar de recibir homenajes de prominentes figuras de la sociedad y gobierno mexicano, atesoró para sí gran cantidad de dinero. De los delitos que perpetró, se supo que abusó incluso con sus propios hijos, que los tuvo, dos en México y tres en el exterior. Si la memoria no nos falla, son cinco divididos como lo hicimos, pero sujeto a error. Ni a su propia sangre respeto esta inmundicia, que solo eso logró ser. Algunos de ellos procuran obtener resarcimiento económico de la institución creada por su padre. Los delitos aberrantes los cometió este monstruo amparado en la sotana y la cruz. Sus iguales siempre le protegieron.
Algún seminarista de los tantos que abusó dijo en una declaración, que al sentir pasos por el corredor de los dormitorios tarde en la noche, se ponía a rezar para que no fuera su puerta la que se abriera. Fueron décadas de abuso y de terror, pero también fueron décadas de persistencia en las denuncias. Los seminaristas llegaron con su reclamo de justicia incluso hasta Roma y volcaron su denuncia ante ¡sorpresa!, el actual Papa, entonces cardenal. Este, en la medida en que llegaban para denunciarle el crimen, siempre les manifestaba que no siguieran con las denuncias pues Marcial era amigo predilecto del Papa. Que le había hecho mucho bien a la Iglesia. Naturalmente que ese bien fue contante y sonante.
Este mismo señor, ayer cardenal y hoy Papa, también protegió entre tantos pervertidos que escudó, a un cura estadounidense acusado de haber violado a no menos de 200 niños, muchos de los cuales eran sordomudos.
Cerremos el albañal refiriendo los dos últimos sucesos que conciernen a la Iglesia: en Bruselas las autoridades policiales allanaron en plena sesión al Consejo Episcopal y requisaron computadoras personales y teléfonos celulares de los obispos ahí reunidos. El delito siempre es el mismo: Pederastia. Por supuesto que el Vaticano elevó su protesta al gobierno indicando que ellos tenían los mecanismos para investigar ese delito. Pura hipocresía este bla, bla, bla.
En EEUU el Vaticano pretende ampararse en un fuero que el Estado no le reconoce. Muchas Iglesias de ese país, para preservar su riqueza evitando las futuras demandas compensatorias por pederastia que pudieran surgir, se han declarado en bancarrota. Ha erogado millones de dólares como ¿indemnización?, a los lacerados. Pero ahora procura evitar la cárcel de sus miembros. No ha faltado aquel que viéndose tras las rejas recurriera al suicidio. Otros han llegado a la cárcel.
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Luís Ugalde, jesuita, fue hasta hace poco tiempo rector de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), cargo que ocupó cerca de 20 años. Manifestaba antes de llegar al mismo, claro que no abiertamente, una cierta simpatía con la Revolución Cubana. Pero, hete aquí que tenemos hoy a este personaje en la antípoda de su ayer. Nos permitimos suponer que el conocimiento universitario acumulado, le habrá hecho ducho en el manejo de categorías que ayudan a ser muy preciso en lo que se asevera.
Salió -en un evento episcopal en el cual le otorgaron una placa por su actividad como rector-, en defensa de su cardenal incurriendo en los mismos disparates que su defendido. Ugalde dijo que se quiere transformar a Venezuela en otra Cuba. Esto lo puede decir cualquier persona confundida o aquella con cierta ilustración pero dedicada a actividades alejadas de la educación, nunca un educador y mucho menos quien acaba de dejar la rectoría de una universidad. Un estudiante de los primeros años de sociología se lo explicaría rápidamente.
El tiene que saber, y sin duda que lo sabe, que ninguna nación puede repetirse de otra pues los procesos evolutivos de los distintos grupos humanos de cualquier lugar del mundo, se generan en condiciones distintas. Gordon Childe explica el proceso que intentamos reseñar, así que solo hay que buscar algunos de sus libros para entender ese desarrollo: Los orígenes de la civilización, sería el más indicado para ello. Países que son hoy una totalidad no lo fueron siempre; se dieron cuando sus condiciones permitieron la suma de los acervos de las distintas unidades que se fueron aglutinando hasta originar una forma superior a la que abandonaban.
Las costumbres no surgen de la nada, y esto Ugalde lo sabe perfectamente, como sabe que estas se van dando en un proceso lento que las consolida o las desecha según se adapten o no, a las condiciones que le permitan su existencia como grupo.
Si afirman ambos prelados que se está instaurando un sistema socialista en el país, por supuesto que eso no es verdad. Tampoco lo es, pero por distintas razones, que haya un régimen marxista. Un sistema, como cualquier otro (esclavitud, feudalismo), apenas muta cuando alcanza su desarrollo. Sus cambios son casi imperceptibles. El capitalismo como tal ya ha dado todo lo que pudo dar, que sin duda fue bastante, pero hoy se agotó y no solo no resuelve ya los problemas humanos sino que pone en grave riesgo a la propia vida.
Muchas voces autorizadas señalan el peligro que significa tratar de mantener el sistema. Transcribamos unas: “El sistema actual es insostenible, porque se sustenta sobre leyes ciegas, caóticas, ruinosas y destructivas de la sociedad y la naturaleza”.
“Los propios teóricos de la globalización neoliberal, sus mejores académicos, expositores y defensores del sistema se muestran inciertos, vacilantes, contradictorios. Hay mil interrogantes que no pueden ser respondidas. Es hipócrita afirmar que la libertad del hombre y la absoluta libertad del mercado son conceptos inseparables, como si las leyes de éste, que han originado los sistemas sociales más egoístas, desiguales y despiadados que ha conocido el hombre, fuesen compatibles con la libertad del ser humano, al que el sistema convierte en una simple mercancía”(1).
Es o no es verdad, lo que la cita destaca. Es sobre esto que debe discernir Ugalde, no sobre tonterías. El hambre que desnutre y mata, agobia a no menos de 1.200 millones de individuos. Millones de niños mueren de hambre todos los años, y también por enfermedades curables, como la diarrea, por ejemplo. Ninguno de esos niños es cubano. Mil millones y pico de personas no consumen agua potable. Mil males más afectan a la humanidad, solo que este sistema no permite resolverlos. Hay que procurar salir de él al menor costo posible. El hombre aún puede salvarse, pero para lograrlo tiene que transitar un camino distinto que nosotros denominamos a secas: Socialismo.
El socialismo sería la vía que tendría que transitarse para ir transformando perceptiblemente al sistema que se pretende superar. Es un fenómeno que debe procurar optimizar el sistema que se abandona, entendiendo que nunca se logrará si no se modifica la forma de producir y las relaciones que de ella se derivan. La eficiencia tiene que ser un elemento vital para esa transformación. Sería muy oportuno para el cardenal si alguien allegado a él le facilitara “Crítica al Programa de Gotha”, ahí verá cuán erradas son sus afirmaciones. A Ugalde, por favor relea ese libro que seguramente hace años leyó para refrescar un poco su memoria y de esa forma no caer en errores elementales.
Respecto a “Régimen Marxista” es una expresión por lo absurda sin sentido. Marx analizó un sistema, el capitalismo. Señaló sus virtudes y determinó sus leyes. Naturalmente, como se comprende, hizo ciencia con ello. Indicó las condiciones para superarlo y destacó que los países proclives a llegar a transitar hacia un nuevo sistema serían Francia, Inglaterra, Alemania y EEUU. Eso por su elevado nivel de desarrollo ya importante en ese momento. El marxismo es una herramienta de excelencia para el análisis si se utiliza correctamente. No existe por ningún lado en los trabajos de Marx, una descripción de una sociedad futura. Hasta ahí no llegaba él. Era solo un científico.
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Cuando se comparece en un programa en medios cuya difusión es masiva, tales como lo son la televisión y la radio, se debe comprender que no todos los receptores de sus mensajes saben a que se refiere el invitado con lo que afirma. No se debe dar nada por sobreentendido. Ugalde manifestó refiriéndose a Cuba, que esta estaba en la antesala del infierno. No todos entendieron a que se refería él. Creo haberle captado y coincido con lo que dijo, pues es una realidad: Cuba está muy cerca del infierno, es decir, de EEUU.
Sería muy oportuno del educador que es Ugalde, que explique si el tener un profesor por aula de 15 alumnos en el liceo, y un maestro cada 20 alumnos en la escuela, es bueno o malo. Así podríamos determinar si el método educativo cubano es como sistema, positivo o negativo. Posiblemente nuestro apreciado rector sepa si algún organismo de la ONU en algún momento hizo una evolución comparativa de la enseñanza donde se incluyera a Cuba. Si la hubo, ¿qué fue lo que establecieron? ¿En qué lugar quedaron los estudiantes cubanos respecto de los otros de distintos países?
La superficie de Gran Bretaña es un poco más del doble que la de Cuba, mientras que su población es casi 6 veces mayor. Sería maravilloso oírle a Ugalde explicar en una clase magistral cómo ha hecho Cuba para tener más médicos que ese país más grande, de mayor población y mucho más rico.
Otra cosa que uno querría oír es cómo desde hace más de 30 años, Cuba le presta asistencia médica a todo aquel que lo necesite. Bastando con que llegara el enfermo a la Isla, para que le brindaran asistencia ¡gratuitamente! Insólito en el mundo actual, pero real. Hay un programa que llaman Milagro, con el cual se ha asistido en casi toda América Latina a enfermos de la vista. Sería muy generoso Ugalde si nos diera un aproximado de los intervenidos, y esto porque dicen que ya está bordeando los 2 millones de asistidos.
Cuando uno se dirige a un educador debemos procurar extraer de él la mayor cantidad de enseñanzas posible. Algo que quien escribe desea saber es ¿cuántos ucranianos afectados del Chernobil quedan aún en Cuba? ¿En esa larga permanencia (más de 2 décadas), debieron en algún momento erogar algo?
De las últimas preguntas que querríamos hacerle a Ugalde, una es sobre el sistema de becas en el mundo. El como educador debe conocer sobre aquellas naciones que tienen una política para estudiantes extranjeros. Cuba tiene la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) con cerca de 15 mil bachilleres extranjeros becados que reciben sin ningún costo desayuno, almuerzo y cena; les dan libros, cuadernos, lápices, y todo aquello que necesitan para su estudio. Le dotan también de una tarjeta telefónica mensual para que puedan comunicarse con quien deseen. De esos estudiantes, hay más de mil pakistaníes becados luego del Tsunami y cerca de mil estadounidenses.
Ahora Rector para no importunarle más, querría que usted me respondiera dos cosas; la primera ¿por qué los estudiantes estadounidenses siendo oriundos de una nación tan desarrollada, tienen que llegar a Cuba para poder estudiar esa carrera? La segunda es: ¿cuántas universidades existen como la ELAM en el mundo, instaladas para recibir solamente becarios extranjeros?
(1)- Fidel Castro Ruz, Por nuestro pueblo y por la humanidad, 1 de enero de 1999.
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