Con el cierre de la frontera colombo venezolana a causa de las actividades del hampa, contrabando de extracción, el crimen paramilitar después del 19 de agosto del año en curso, se ha desembocado en el encuentro de dos mandatarios, Santos-Maduro, dicha reunión sirvió para dialogar los problemas más álgidos de la misma, la eclosión del contrabando, el paramilitarismo y el bachaqueo de alimentos y combustible (agudización del desabastecimiento en Venezuela) que amenazaba a un país soberano, mientras que paliaba la crisis en otro, por un lado el gobierno colombiano descargaba su crisis en Venezuela, la caída de los precios internacionales de las materias primas, el desplazamiento interno de colombianos y colombianas de sus tierras, el éxodo a causa de los conflictos armados, el paramilitarismo, la presión del Tratado de Libre Comercio (TLC), creando un inmenso peso social, una crisis humanitaria e inseguridad en la frontera, dejando en evidencia la crisis de un modelo, el neoliberalismo en Colombia en su pretensión de una nueva espiral de acumulación de capital a costa de las inmensas masas de desposeídos que buscan paz y trabajo, un modelo de vida más tranquilo, con derechos consagrados como los ostenta Venezuela mediante la revolución bolivariana.
El cierre de la frontera ha permitido contrastar dos modelos de desarrollo, Colombia visibiliza su modelo de antidesarrollo, el cierre ha incrementado el desempleo de los pinpineros, protestas de contrabandistas, y hasta de paracos, todos viviendo de una economía del crimen, perjudicando la existencia social de un país vecino, amenazando su existencia nacional, siendo participe de crímenes de lesa humanidad, que de manera sistemática venía negando el derecho a la alimentación, por ello, la decisión de las autoridades venezolanas con el cierre de la frontera. Esta decisión puso en evidencia, el abandono social de los pueblos colombianos en la frontera, se ha incrementado el desempleo en "Cúcuta, capital del departamento colombiano de Norte de Santander, por donde permanece clausurado desde hace un mes el tránsito hacia las poblaciones de Ureña y San Cristóbal, en el estado venezolano de Táchira, está entre las tres ciudades con más desempleo del país, del 13,4%, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE)", (1) el gobierno colombiano no puede ocultar su irresponsabilidad con este problema social, por ejemplo; Los informales son los más afectados por el cierre de la frontera, entre ellos se cuentan los 5.000 "pimpineros", los centenares que se dedican al cambio de divisas en las calles de la ciudad y puentes fronterizos, los del "bachaqueo", los mil mototaxistas que transportan gente a través de los puentes y los que venden productos de contrabando, ….Se estima que unas 30.000 familias de todo el eje fronterizo con Venezuela vivían del contrabando de combustible, un negocio altamente lucrativo para los revendedores informales que adquirían un galón de gasolina en Venezuela al precio equivalente de 0,144 pesos y lo expendían del lado colombiano en 3.600 pesos (2).
De igual modo se visibiliza lo que sucede en La Guajira, departamento ubicado en el norte y mayoritariamente desértico, y por donde ingresaba gran parte del contrabando que se movía por el Caribe, dejó de ser un mercado, …. A la lánguida actividad comercial en La Guajira se le suma el rigor de la sequía que afecta gran parte del territorio colombiano por cuenta del fenómeno de "El Niño" y por la que actualmente sus habitantes, en su mayoría indígenas de la etnia Wayúu, padecen la falta de agua y alimentos (3). Santo ahora vuelve ahora sus miradas sobre las fronteras, visita la Goajira colombiana y anuncia políticas populistas, contrarias a su credo neoliberal, "una batería de medidas, que incluía la creación de empleos, un colegio, la construcción de un puesto de salud y hasta la donación de un bus escolar" pero que podemos esperar de esas promesas de Santos en un país, cuyas políticas neoliberales , de alta concentración de riquezas, ha creado una sociedad donde se ha perdido la cohesión social, la solidaridad, el apoyo mutuo, la esperanza, la gente sobrevive. Ospina se interroga: "¿Qué podemos esperar de un país donde la gran mayoría no quiere o no puede leer, donde poca gente es capaz de escribir a mano 700 palabras sin cometer errores de ortografía, de gramática o de registro, donde se opta por el camino más fácil (que es casi siempre ilegal, inmoral o anti ético) para llegar a sus objetivos? Un país donde, como sentenciaba William Ospina en los años 90, "ser inteligente consiste en ser ‘avispado’, es decir, capaz de engañar al otro sin escrúpulos; donde ser noble es ser idiota; donde diferir de los otros es despertar el coro de las murmuraciones"; donde el ciudadano de a pie (y hasta el de carro y de avión) es incapaz de resumir el programa de su el programa de su candidato en materia de economía o educación, o resumir con certeza los principales episodios de la Historia de Colombia o de la religión que profesa. Mi respuesta a estas preguntas es: no mucho. Por consiguiente, repito, para mí el principal problema de nuestro país es, por un lado, la falta de educación en general y la falta de alfabetización política en particular, y por otro, nuestra pereza e inclinación hacia el facilismo (4).
Por eso, con el cierre de la frontera descubrimos Colombia, un país está lejos de evolucionar, la privatización de la educación le ha arrebatado su legado bolivariano, el cuidado primogénito del Congreso de la República, el velar por la educación de sus ciudadanos, el neoliberalismo ha desplazado la herencia bolivariana, las ideas educativas del Libertador han sido enterradas, ha creado entre los individuos rivalidades que riñen con las virtudes ciudadanas, los colombianos se han visto obligado a renunciar a ser republicanos, a vivir en una sociedad en guerra de todos contra todos, renunciando a la suma de felicidad social, donde sobrevive "el más fuerte", sin estabilidad, a vivir la ley de la selva del capitalismo, sin seguridad social, el modo de vida del capitalismo salvaje, el neoliberalismo, al punto de que el país, el modelo neoliberal Uribe-Santos, el modelo santanderiano, es conocido en el mundo por "la fama que tenemos de narcos, ladrones y prostitutas es culpa de la televisión, de las películas, o de Pablo Escobar, que distorsiona la realidad, y estoy de acuerdo, somos mucho más que eso, somos el país sin educación ni salud gratuita, el país que firma un convenio para construir una vía como la panamericana en 1925 y aún no la terminamos, no toda, solo nuestro tramo, con 102 senadores y 166 representantes que reciben 26 millones de pesos al mes mientras que el salario mínimo de alguien que trabaja 8 horas no sube de los 620.000 pesos; reelegimos a 26 congresistas investigados por parapolítica, añoramos al expresidente que eliminó el Ministerio del Medio Ambiente, nos regaló la Ley 100, creó las convivir y hasta volvió negocio las basuras; poseemos la sexta porción de agua dulce más grande del mundo y tenemos departamentos como La Guajira donde nuestros niños mueren por falta del preciado líquido" (5). Ese es el ser del modelo político del gobierno colombiano de Santos.
El avispado gobierno colombiano, sin escrúpulos pretenden continuar saqueando la economía venezolana, engañar con sus Casas de Cambios, y ahora contagiar de vicios a venezolanos y venezolanas en su modo de vida, donde las virtudes sin vicios, y los vicios son virtudes del gobierno, por eso niegan la educación pública, la salud, pero fomentan el narcotráfico, el robo mediante el contrabando y la prostitución de la vida social, el gobierno colombiano oligárquico hace del gobierno basura y de la basura negocios, por eso exhiben grotescamente el que senadores y representantes al congreso reciban 26 millones peso, mientras que los trabajadores apenas recibe 620 mil pesos al mes, no hay más ofensa a su pueblo que la opulencia de sus gobernantes, ellos han hecho de su país, un pueblo de emigrantes, 2.4 millones de colombianos y colombianas buscando un mejor vivir, calidad de vida, trabajo, seguridad y paz., por eso reacciona el colombiano, asume el riesgo, trata de derrotar el miedo, no quiere quedarse en un país donde el terror del gobernante es práctica cotidiana, pretende someter a la población al éxodo masivo, huir de su país, un torrente de colombianos, la fuga de cerebros. ¿Qué tipo de modelo de país es aquel que expulsa a sus hijos e hijas a emigrar?
Fuentes:
1.- La Iguana, "La crisis colombo-venezolana desnuda los crímenes y los problemas sociales de la frontera", 19-09-2015.
2.-La Iguana, "Esta es ahora la nueva realidad de las Casas de cambio en Cúcuta luego del cierre fronterizo", 19 Septiembre 2015
3.- "La Crisis colombo-venezolana desnuda los crímenes y los problemas sociales de la frontera", Ob. Cit.
4.- Ospina, Santiago. "Respuesta al artículo ‘Yo a Colombia no vuelvo, ni loco. ¡Muchas gracias!’", Las2orillas 22-09- 2015
5.-Cepeda, A, Manuel. "Colombia, el segundo país que más emigra", Las2orillas, 26-09-2015.
‘Reaccionemos a la muerte anunciada, salgamos de nuestro miedo y entendamos que el riesgo es que nos queramos quedar’