Las empresas internacionales, buscan en América Latina un nuevo mercado, auspiciado por los gobiernos de derecha que desean asumir un liderazgo en el mercado interno y, donde se puede apreciar su influencia en cada actividad humana. El Capitalismo influye en éste sentido para manejar una economía brusca y de creciente importancia para la burguesía.
Pero, en Venezuela, tenemos un parque industrial parcialmente paralizado y con una actividad mercantil moderada, poco tiene que ofrecer el ejecutivo nacional en sus medios de producción, existe un desconocimiento general sobre el manejo de la gran industria.
Debemos ir a nuestras bases originarias para entender el proceso revolucionario que emprendió el líder y comandante, Hugo Chávez Frías. Es ir a nuestras fuentes originarias y entender a perfección la comercialización y sus oficiantes.
Ya hay dejar todo a un lado, la vida de derroche. Se crean expectativas para el nuevo liderazgo a todos los niveles, esto constituye el cuadro geopolítico y territorial de una nación.
Se debe alcanzar la conciencia pública, que, atrae valores e identidad particular y de nuestros antecesores, es hablar de Bolívar, no como lo hizo el Doctor Henry Ramos Allup, que lo lanzó a un basurero público. Por esto, la naturaleza resiente de tal apreciación, necesitamos una combinación armoniosa que combine con nuestra actitud ante la patria.
Debemos, luchar por el patriotismo y el espíritu de los pueblos hasta transformarnos en un país creciente, dejar atrás los escándalos y nutrirnos con el espíritu del pueblo para fortalecernos.
La libertad es generosa y nos viene de Simón Bolívar, el Libertador de América del Sur.
La derecha, con su Guerra Económica, quiere llevarnos al ocaso y romper con la energía moral de cada sociedad. Es terrible lo que hace Macri, en Argentina y Ramos Allup sorprende con su actitud en Venezuela.
Los pueblos, despertarán de esta nueva arremetida derechista, auspiciada por Francia, Inglaterra y Estados Unidos.
