El racismo en los Estados Unidos ha sido vergonzoso, parte de la sucia historia que es normal en el desarrollo de ese país que en estos días ha salido a flote, aparentemente, pero que nunca ha estado oculta en el imperio norteamericano.
La intención con esta serie de escritos es dar a conocer que no solamente muchos países del mundo han sufrido la bota férrea del imperialismo ahogándolos, sino sus minorías raciales han sido afectados por la violencia y dominación segregacionista que caracteriza al gobierno yanky.
Uno de estos casos bochornosos que retrata el racismo en el país del norte, demostrando la mentalidad segregacionista del mismo pueblo que se ensaño contra una pequeña niña, simplemente por ser negra, que con su actitud digna se erigió insurgente contra esos atropellos.
Esa actitud racista que tuvieron en contra de Ruby Bridge dibuja la mentalidad enfermiza de muchos habitantes de esa mal llamada "cuna de la libertad".
Ruby fue la primera niña afro descendiente, que asistió a una escuela para blancos en los años sesenta. Ella contaba con la corta edad de seis años y sus padres eran miembros de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color, que aceptaron participar en un programa de integración racial en Nueva Orleans.
Para que la pequeña niña pudiese acudir a la escuela William Frank Elementary, cada mañana debió ser protegida por varios agentes federales.
Debemos saber que desde seis años antes la segregación racial era ilegal, declarada por la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, había una fuerte reacción de parte de los gobiernos locales y ciertas comunidades a que los habitantes de color fueran tratados como iguales.
Para que un afroamericano pudiese acceder a una escuela de blancos tenía que demostrar un alto nivel académico, siendo sometidos a un examen que daba el resultado de que si podía o no entrar a esas escuelas de "blancos".
Era una dura prueba para los padres y los niños negros, ya que esa integración la aprobaba, pero la sociedad, se oponía, por eso esa decisión no era fácil y podía traer consecuencias.
En otoño de 1960 esta pequeña se preparaba para acudir a su primer día de clase, antes de salir llegaron unos hombres que se identificaron como Federales, que habían sido enviados para proteger a la niña y al llegar a la institución vio que la ciudad estaba revolucionada, ya que era la primera vez que una persona de color acudía a la escuela de los blancos.
La llegada de Ruby a la institución educativa provoco un gran caos, con personas que le gritaban y escupían a su paso. Una mujer amenazaba con envenenar su comida y desde ese momento tuvo que llevar el almuerzo de su casa.
Ya pueden sacar ustedes cuentas de lo cruel que es esa sociedad y lo que se puede esperar de ella, cuando atacan a una niña solamente de seis años, simplemente porque no la consideran digna de estudiar al lado de los lindos niños "blancos".
La cosa no quedo solamente en ese recibimiento, sino que los maestros, menos una educadora de nombre Bárbara Henry, que había llegado desde Boston, se negaron a darle clases. Tuvo que pasar su primer día en la oficina del Director.
No es raro los asesinatos de hombres afro descendientes, si una sociedad atacó a una niña de seis años, con un odio asombroso que quedo registrado en una grabación, donde personas con las caras congestionadas por la rabia insultan a la pequeña Ruby; lean bien; de solamente seis años.
Se podría imaginar el miedo que sintió la niña, por el ataque de esta gentuza "blanca", a pesar de la protección de los Federales.
Ruby Bridge no podría ir al cafetín, ni salir al patio en el recreo y para ir al baño tenía que acudir acompañada de sus guardaespaldas federales.
Todo el año la valiente pequeña recibió clase en un salón solamente acompañada por su maestra, ya que muchos padres no volvieron a enviar sus niños a la escuela.
Entre los ataques que recibió la niña; no olvidemos, de seis años; fue cuando una mujer se presentó en la escuela con un pequeño ataúd con una muñeca negra. ¿Qué tal? Eso dibuja la sociedad norteamericana, amigos y amigas míos.
Como era de imaginar Ruby; por el acoso recibido, empezó a tener pesadillas y comportamiento errático, teniendo que ser asistida dos veces a la semana por el sicólogo Robert Coles, que luego publicó el libro The Story of Ruby Bridges.
La familia de la niña tuvo sus represalias, el papá perdió su trabajo, no lo dejaban comprar en el almacén y sus abuelos fueron echados de sus tierras en el Mississippi.
La tormenta amainó o cogió otro rumbo; ya que el racismo en los Estados Unidos no se acabó; pero el tiempo hizo que los ataques contra la niña Ruby disminuyeran y varias personas blancas y negras se ofrecieron para ayudar, cuidando la casa de la familia Bridges y acompañarla con sus guardaespaldas.
Al regresar la niña Bridges de las vacaciones de de verano el grupo de madres que insultaban a la niña abandonaron sus pretensiones, no siendo los recreos solitarios para la valiente insurgente y ya no sería la única niña afro descendientes en las escuelas del Sur de los Estados Unidos.
Pero el racismo no cesaría en los Estados Unidos, al contrario y nos ocuparemos en los próximos capítulos de este libro, ya que le daremos la justa posición de insurgencia de nuestros hermanos afro descendientes, que un mal día fueron arrancados de sus hogares en aquel continente tan destruido por el capitalismo como lo fue y es África.
* Extraído del Libro "Insurgencia. Un Grito de Rebeldía" de José Rosario Araujo.