En la alborada
de esta IV Cumbre Extraordinaria de la Alternativa Bolivariana para
los Pueblos de nuestra América; se reafirma la significación histórica
que adquiere la convocatoria de reunión por la unidad de los pueblos
latinoamericanos, del Sur, del Caribe y de Centroamérica trazados en
la genialidad del Libertador Simón Bolívar, de José Martí y por
consiguiente de los próceres independentistas luchadores por la libertad
de nuestros pueblos contra el yugo colonial español que hace dos siglos
atrás se hacían de la amenaza imperialista que se tradujeron en otras
fuerzas imperialistas y en la convencional potencia imperialista ubicada
estratégicamente al norte de nuestro continente, el imperialismo yanqui.
El ALBA es
esa inspiración de un largo camino recorrido de resistencias y arduas
luchas que han agitado los pueblos de esta América contra el sistema
capitalista, el modelo neoliberal y los gobiernos neoliberales asociados
a los intereses hegemónicos del imperialismo.
El ALBA es producto de los procesos de integración regional que trabajan en la perspectiva de un mundo multipolar, consciente en el objetivo de darle la estocada final a la nauseabunda crisis del capitalismo y al colapso de sus medidas despiadadas dirigidas al apoderamiento de nuestros recursos naturales, energéticos, del espacio natural de nuestra biodiversidad, la soberanía y a la firme autodeterminación de nuestros pueblos; es quebrarle el cuello de una vez por todas al capitalismo neoliberal que ha buscado dividir el campo progresista y revolucionario en el continente a través de sus políticas burguesas liberales como lo fue el Consenso de Washington y el reciente planteamiento de los TLC, intentando cooptar gobiernos mas moderados para sus fines hegemónicos, hipotecando el futuro de nuestros pueblos y cualquier posibilidad de regular lo que producen nuestras naciones hermanas configurado en una relación abismalmente desigual con la mayor potencia imperial del mundo.
En Suramérica, en la Amerindia desde el Río Grande hasta la Patagonia se abren nuevos caminos de convergencia política entre lo que consideramos nuestros pueblos hermanos, unidos por una misma historia, raíces y costumbres autóctonas particulares que nos identifican en un solo pueblo aunque nos quieran ver distintos los conservadores del neocolonialismo, no nos pone a raya lo que hoy está claramente al tapete del encuentro y la discusión en esta sociedad viva de profundos levantamientos críticos contra la imposición de dictamines políticos, económicos, sociales y culturales a la que nos enfrentamos el torrente movimiento popular causal de una avalancha promovida por los movimientos sociales y las fuerzas revolucionarias quienes son los latidos de la plena agudización de la lucha de clases, frente a la concepción del Estado liberal burgués, la estructura de política de Mercado y propiedad del cual revisten las acepciones del inhumano modelo económico capitalista.
Proponiendo
crucialmente en el presente contexto histórico, una nueva metodología
política de trabajo, una nueva mirada en la geopolítica internacional,
de relaciones internacionales y de solidaridad real con nuestro continente
y con los pueblos del mundo. Esta propuesta se trasmite en el concepto
entendible del ALBA tejida en la respuesta indiscutible que expresa
el liderazgo revolucionario del presidente Comandante Chávez y de su
pueblo combatiente bolivariano junto a la Cuba socialista del Comandante
Fidel y la suma de los pueblos hermanos decididos a cumplir con la progresiva
transformación de sus Estados, en las que se han incorporado ejemplarmente
la hija predilecta del Libertador: la Bolivia del presidente aborigen
Evo Morales, Ecuador, Nicaragua, Dominica y Honduras. Siendo la dinámica
del ALBA factor de unidad a la venidera cohesión de los pueblos de
América Latina y del Caribe por tanto de las masas que ven en concreto
que es posible un desarrollo económico alternativo, basado en la resolución
de los problemas sociales y el desarrollo nacional, en oposición al
desarrollo capitalista que en la región se ha hecho contra las masas
trabajadoras, contra las naciones y contra la sostenibilidad ecológica.
Haciendo que existan importantes proyectos comerciales, políticos y energéticos (Gran nacionales) con otros países, lo cual fortalece su inserción continental. En los hechos, el Alba se ha convertido en un Polo progresista que reúne a un número creciente de naciones y que genera dinámicas populares al interior de los pueblos, en los que aún todavía la derecha lacaya entreguista de Washington es la fuerza dirigente.
El ALBA busca que en la región sean correspondidos: Tratados de Complementación económica, tratados de cooperación energética, crear un fuerte y solidó sistema financiero único con una sola moneda el (Sucre), un solo Banco multinacional, a partir del cual el pueblo unido y todas las fuerzas progresistas, revolucionarias interpreten su identidad, sus objetivos y sus formas de acción. Se constituye en un ejemplo modelo de la aplicación del “comercio justo”, de la solidaridad, de la cooperación. Un espacio alternativo al libre comercio, al dominio del mercado, revelando en concreto como es en el intercambio entre necesidades y posibilidades, que se termina con el analfabetismo, que se fortalece la agricultura familiar y la seguridad alimentaría, que se devuelve el poder a la visión de millones de personas, en suma, donde se ponen las necesidades de la población por encima de los mecanismos de mercado y de la acumulación de capital.
Vivimos un
periodo marcado por el pasaje del modelo capitalista regulador al neoliberal
y del mundo bipolar al unipolar, bajo la hegemonía imperial de EE UU.
En América Latina se decide gran parte del futuro del mundo en el nuevo
siglo y el ALBA es el espacio más avanzado de esa lucha, será la unidad
de nuestros pueblos de América Latina y el Caribe la concreción definitiva
del anhelado Estado Socialista. Es el Socialismo la Patria Grande del
Che, la Colombia de Bolívar, el Sucre de un solo Pueblo.
¡Patria
Grande y Socialismo!