Diez de junio de 2011, día aciago
para Venezuela, Sur América y El Mundo, y por sobre todo, aciago para los
Revolucionarios, Socialistas, Humanistas y Chavistas de este continente. Día en que nos enteramos de manos de nuestro
canciller Nicolás Maduro, de la operación quirúrgica y delicado estado de salud
de nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez Frías.
Pero más allá de las
especulaciones, mentiras y crueles deseos llenos de odio, de la canalla
mediática opositora durante largos y angustiosos diecinueve días, es el jueves
29 de junio a las nueve de la noche y en cadena nacional, cuando el mismo grande
y único líder Comandante Presidente Chávez, nos explica la triste noticia de la
segunda intervención quirúrgica a la que tuvo que ser sometido en donde se le
extrajo un tumor con células cancerígenas.
Aun así, lo más importante y
resaltante de sus sentidas y emocionadas palabras en ese corto mensaje; por
primeras vez leído; es el resultado final de dicha operación, en la cual se
extirpo todo vestigio de células atípicas y la esperanzadora y definitiva
recuperación “HACIA EL RETORNO” de nuestro Comandante Amigo.
Y es que tú, Comandante Amigo y
Paisano, sabrás sortear y salir adelante en esta nueva, terrible y empinada batalla,
la batalla por la vida.
Y es que tú, Comandante Amigo,
con esa fuerza sublime que te caracteriza, RETORNARAS como el Ave Fénix, ave
simbólica y mitológica que retorna de sus propias cenizas. Y es que El Fénix ha sido un símbolo de la inmortalidad,
del renacimiento físico y espiritual y de la esperanza, un valor que nunca debe
morir en el hombre.
Y es que tú, Comandante Amigo, indefectiblemente
seguirás guiando, orientando y dirigiendo los destinos de esta nueva República
Patria, Revolucionaria y Socialista; indefectiblemente RETORNARAS y estarás
pronto con nosotros para seguir en la lucha.
Porque como escribió Bertolt Brecht, “Hay hombres que luchan un
día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan
muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son
los imprescindibles.”
Y ES QUE TÚ, COMANDANTE AMIGO,
ERES IMPRESCINDIBLE.
“HASTA LA VICTORIA SIEMPRE,
VENCEREMOS”
(*) De la Rodríguez Domínguez,
Barinas.