No les parece extraño que casi a diario aparezca una noticia vinculada con El Sistema de Orquestas, Abreu, Dudamel y sus instituciones asociadas.
En aporrea aparecen con mucha frecuencia, artículos reflejando cualquier nimiedad que no nos representa culturalmente; que si Dudamel se entrevistó con fulano, con zutano, que si la orquesta tal recibió ovación en tal parte (lo cual es casi siempre exagerado), pero extrañamente, no se reflejan con tanta vehemencia otros logros culturales de Venezolanos dentro y fuera del país, en otras disciplinas del arte e inclusive, en las musicales que no están asociadas al abogado Abreu.
Los que desde hace treinta años aproximadamente estamos luchando contra ese monstruo de mil cabezas que representa el abogado J A Abreu, sabemos que ya, a estas alturas, ha comprado conciencias y hay quienes deben absolutamente todo lo que tienen a ese señor de las orquestas, bien sea directamente o a través de sus amigos en el Gobierno, si, EN EL GOBIERNO REVOLUCIONARIO.
La política cultural del estado y sus dirigentes se contradice al convertir a este sistema e instituciones asociadas, en el elemento vital de la cultura musical del país. Contradice de raíz el pensamiento de Simón Rodríguez (a quien tanto nombran).
Y es que no solo es el desconocimiento de las pruebas que las ciencias sociales pueden aportar en cuanto a los peligros que significan la magnificación y entronización de este “sistema” de orquesta e instituciones, (como única vía de esparcimiento entre los niños) sino que los funcionarios del gobierno han aprendido a sacarle provecho propagandístico en sus galas inaugurales o actos protocolares, como si presentar un Tamunangue en ese teatro, (me refiero a la reinauguración del Teatro Juárez de Barquisimeto) por ejemplo, no hubiera significado un acercamiento mas coherente con la política que pregonan.
El niño comienza a aprender el estilo musical de su cultura en la medida en que el adquiere el lenguaje y los patrones emocionales de su gente. Este estilo es así, un importante vínculo entre un individuo y su cultura y más tarde, en la vida, retroalimenta inconscientemente al adulto toda la textura emocional del mundo en el que fue formada su personalidad…Así, desde el punto de vista de su función social, el efecto primario de la música es darle al escucha un sentimiento de seguridad, porque ella simboliza el lugar en donde nació, sus primeras satisfacciones de infancia, su experiencia religiosa, sus placeres realizados en comunidad, su courtship y su trabajo- cualquiera de todas esas experiencias de formación de la personalidad. (Alan Lomax)
Quienes hemos tratado de resemantizar (es decir, reasignándole contenidos, usos y funciones) a estas orquestas (ya las profesionales están llenas de músicos provenientes del sistema) reasignándoles contenido y acercándolas a la cultura nacional y latinoamericana, hemos sido satanizados, calumniados y hasta declarados personas "non grata".
Cuando leímos en Internet que Dudamel, según una publicación, era considerado uno de los personajes más influyente en el mundo, nos imaginábamos al joven reuniéndose con el personal de la UNESCO que investigará las atrocidades del gobierno Sionista de Israel en Gaza y las cometidas en el Líbano,, o reuniéndose con las partes enfrentadas en Sri Lanka para que la guerra no afecte la población civil, o dándole un espaldarazo a Piedad Córdoba en su proceso de Paz en Colombia, o llamando la atención de la Industrialización capitalista Internacional que destruye el hábitat, o sea, nuestra única casa, el planeta tierra, o por lo menos, haciendo un llamado de atención a la humanidad de los peligros que significan los actuales arsenales nucleares.
Pero no, se habla de él a diario insistentemente (y de Abreu) y a veces nos preguntamos si a Rigoberta Menchú a Nelson Mandela, a Patricio Lumumba, a Fidel Castro, a Chávez o a la mismísima madre Teresa de Calcuta le habrían dado ese espacio mediático.
Si esos medios internacionales que tanto atacan los intentos de auto determinación de nuestros países y la búsqueda de nuevas alternativas en el plano económico, glorifican, canonizan y hasta mitifican al abogado Abreu y sus proyectos, por algo será
¿Qué intereses representa Abreu y su pupilo Dudamel?...Si son aplaudidos con vehemencia por la derecha pro-imperialista de nuestros países y además, son glorificados y premiados en el ámbito de las potencia que más han agredido política, económica y culturalmente al planeta..¿puede eso significar algo?
Lo sucedido en el Teatro Juárez de Barquisimeto es solo una muestra de lo que sucede a nivel nacional. ¿cuál es el costo de las giras de estas agrupaciones orquestales? ¿Realmente tocar Mahler, Mozart, Beethoven, nos representa como nación ante el mundo?.
Lo que sabemos es que en sus repertorios manejan ciertos aires populares venezolanos a manera de “Bis” o rellenos, con los que hacen un espectáculo un tanto deplorable. Una tesis de grado en la UCV puede aproximar a los venezolanos en relación al repertorio que usualmente manejan las orquestas.
Venezuela, a través del Sistema de Orquesta, está sirviendo además de puente para perpetuar los valores de la dependencia cultural en los países en donde se está exportando el sistema.
Así, veremos a los niños de los países andinos abandonando sus quenas, zampoñas, pingullos, charangos y exquisitas líneas pentatónicas ancestrales, para tocar Mozart y Vivaldi, tal como lo intentaron (y siguen intentando) el abogado Abreu y aquel lunático dizque ministro de la Inteligencia “Machado” aquí en Venezuela, con los niños de la etnia Pemón hace unos años ante el silencio de los más destacados “intelectuales venezolanos” con muy pocas excepciones.
En vez de importar cuatros de puerto rico, tres cubanos, quenas, charangos, zampoñas, tiples, guitarrones mexicanos, jaranas o incentivar la construcción de cuatros, arpas bandolas y otros instrumentos venezolanos, se invierten los dineros del estado importando costosísimos instrumentos de origen centroeuropeo.
Si, al parecer el abogado Abreu y sus proyectos son intocables, podemos leer como en el mismísimo aporrea hasta le faltan el respeto al presidente y lo calumnian, pero no se puede criticar ni denunciar las atrocidades del abogado Abreu.
Ahora, el sistema pasará a formar parte también de los proyectos comunitarios, o sea, de los consejos comunales.
Imagínense entonces dentro de unos años a unos concejos comunales haciendo protestas, no porque no tienen agua, luz, o vigilancia policial, o porque las misiones no están cumpliendo su papel, o porque un módulo de barrio adentro no tenga implementos para la sanación..Nooo, las protestas serán porque le faltan dos cornos franceses a la dotación de tal consejo comunal, o el otro que no tiene fagote, o aquel que no tiene dinero para comprar las cuerdas de los violines, o uno que se le dañó el arpa (la clásica) y la nueva cuesta lo mismo que hacerles una cancha de Basket Ball o el equivalente a financiar diez grupos de música tradicional venezolana con unas veinte personas cada uno.
Finalmente, el desconocimiento de la diversidad, que muchos funcionarios públicos pregonan, los ha llevado a afirmar que quienes hacemos estas críticas estamos en contra de ciertos valores heredados a través de la colonia y la dependencia cultural, y que somos enemigos de la llamada Cultura Universal (categoría que está superada y debate que no quieren aceptar).
Los valores musicales nos son absolutos. Son productos culturales y gozan de autoridad sólo dentro de una cultura dada. Como arte social (o potencialmente social), la música necesita un consenso comunitario para establecer un sistema de valores, pero dentro de semejante comunidad de valores compartidos debería ser posible obtener una verificación objetiva de la validez de un producto musical dado. (Lewis Rowell 1996. pag 18. Introducción a la Filosofía de la música)
Se impone así una especie de terrorismo institucional destinado a sofocar o desaparecer cualquier crítica o inconformidad ante este Sistema.
Cuando en realidad lo que proponemos es que esta obligada heredad, que a veces es tan sublime y revolucionaria (como Beethoven o Stravinsky, como Dvorak o Brahms), nos acompañe en nuestro crecimiento, pero que no obstaculice nuestro desarrollo, dicho de otro modo, NO PODEMOS INVERTIR MAS RECURSOS Y TIEMPO EN EL TRIBUTO A LOS VALORES HEREDADOS QUE A LOS QUE SURGEN DE NUESTRA PROPIA REALIDAD EN TRANSFORMACION.
Diego Silva Silva
Compositor. Premio Nacional de Composición
Premio Latinoamericano de Composición “Casa de las Américas”