Recientemente, haciendo un repaso por la prensa me encontré una noticia que fue encabezado de las portadas de muchos diarios: “Fedor: Por desgracia, Chávez quiere parecerse más a Cuba” (El Universal); o “Nicolás Fedor: En Venezuela no podemos opinar mucho porque estamos censurados" (El Nacional). Pues bien, cuando uno se adentraba en dichos artículos cuya matriz proviene nada más y nada menos que del ultra derechista pasquín español El País, uno se halla con expresiones que le atribuyen al jugador de fútbol venezolano como: “Derechos básicos como la libertad de expresión no se pueden cortar de raíz. No hay libertad de prensa”. He incluso algunas referencias más temerarias, cuando esboza: “se está adoctrinando a los niños, se está suprimiendo historia. Es triste que los niños sólo hayan conocido a Chávez”. Y la guinda del pastel: “Lo que no se puede hacer es recortar derechos, educación, gastos aquí y allá, regalar el petróleo. Se están haciendo muchas más cosas malas que buenas. Y el país no camina”.
La presente reflexión no caerá en el desafortunado recurso de los sofismo o las medias verdades o menos aun en la descalificación sin basamentos en la que lamentablemente el señor Fedor incurrió, todo lo contrario espero que a través de este medio tan difundido en la red él pueda contrastar su visión distorsionada de la realidad seguramente por sus efímeras permanencias en el país, y victima posiblemente de la campaña mediática que enturbia el proceso socialista venezolano.
Si el señor Fedor ha tenido la oportunidad de leer algún periódico venezolano (Nacional, Universal, Tal Cual, El Nuevo País) se debería haber convencido que no sólo hay plena libertad de prensa, sino que se sobrepasan los limites legales y éticos, convirtiéndose la presa nacional en una maquinaria palangrista ligada a los más oscuros intereses oligárquicos, por cierto si existiera la tan mentada censura seguramente no habría leído los titulares antes mencionados, o veríamos en los medios de comunicación a “estudiantes” mostrando las nalgas, o los interminables rosarios de falacias sobre delincuencia, violaciones a los derechos humanos, confiscaciones, arbitrariedades, autocracia, castrocomunismo, fraudes electorales, bla, bla, bla y bla.
Otra de las expresiones que atribuyen los medios venezolanos a Fedor son: “se está adoctrinando a los niños”, y que supuestamente “se está suprimiendo historia”. Tal parece que el ariete no ha dedicado un rato a leer la nueva Ley Orgánica de Educación, donde se establece la construcción de una sociedad de iguales, se promueve la autonomía universitaria y el ejercicio de una verdadera democracia (en la derogada ley de educación, el sufragio de un profesor universitario equivalía a 40 votos, mientras que el depositado por un estudiante o trabajador, durante una elección universitaria, representaba uno sólo), además se puso en orden la educación que influida por la visión neocolonialistas pretendió desvirtuar los principios básicos de la identidad nacional. Es increíble que cuando se quiere inculcar valores patrios, autóctonos y bolivarianos inmediatamente los sectores oposicionistas alzan las banderas del “adoctrinamiento”. En cuanto a la supresión de la historia, creo que en todo el continente nunca se había hecho una profunda revisión de la historia como en nuestro proceso actual, y no para sesgarla sino todo lo contrario para desmontar la perspectiva anacrónica y desfasada de nuestros procesos sociales en el tiempo, la carta magna bolivariana es un ejemplo de la reivindicación a nuestros pueblos originarios, que además fueron dignificados con la instauración del 12 de octubre como Día de la Resistencia Indígena. Hay quienes pretenden que continuemos con las falacias históricas impuestas, y piensan que hablar de los indígenas, de los afrodescendientes es suprimir, nada mas alejado de la realidad, se esta dando el justo lugar a cada quien.
Finalmente, sorprende la afirmación del recorte de derechos como vocifera el jugador, cuando hay todo un entramado legal y acciones del Estado que garantizan a todos los venezolanos por igual el acceso a los servicios, que lucha contra el latifundio, que reivindica a los trabajadores, que reconoce a nuestros hermanos indígenas, que le da un papel protagónico a la mujer, que presenta alternativas educativas y sanitarias (Misiones Robinson, Ribas, Sucre, Barrio Adentro, Guaicaipuro, Alma Mater, Madres del Barrio) para los excluidos de siempre, El señor Fedor cree que “El país no camina”, pues hay que decirle que camina a paso de vencedores, y como decía el Quijote si los perros ladran es porque estamos avanzando. Estas palabras van dirigidas a un venezolano que al otro lado del atlántico ve la realidad de su país a través de una hendija, ante Paraguay fallaste un penal, hoy herraste de nuevo, pero como es de humanos equivocarnos apreciaríamos más tino de tu parte con la vinotinto y sobre lo que acontece en nuestra querida Patria.
(*)Militante del PSUV
Mérida-Venezuela
rebeldeyconcausa@hotmail.com