La desesperanza de los médicos revolucionarios y los ha guiado a la no participación, duele decirlo pero entendemos. El Zulia como estado descentralizado en la asistencia desde diciembre de 1995, últimos meses de Lolita Aniyar de Castro y primeros meses de la gestión de Francisco Javier Arias Cárdenas, cuando la gobernación del estado Zulia asume la comisionaduría de salud del estado. Esto creó problemas de dirección al entonces director regional de salud el médico Franz de Armas, siendo invitado un viceministro de salud para que explicara en qué consistía y cuáles eran los alcances de la descentralización administrativa.
Un incidente más llevó a que el gobierno de Caldera en la firma de su ministro de salud, de un plumazo pasara en 1996 a la condición de autonomía al Hospital Universitario de Maracaibo (HUM) a complacencia de un grupillo de médicos de ese hospital, desarticulando la red asistencial para sabotear a Arias y su director de salud.
La situación entonces quedó hasta los momentos uno para el gobierno central: el Hospital Universitario, todo lo demás (hospitales y ambulatorios) para la gobernación del Zulia. En cuanto al origen del pago queda una parte del personal en las nóminas del ministerio de salud, otra en las nóminas de la gobernación.
Llega el período de resistencia después de seguidos intentos de hacernos comer polvo y se instalan las misiones. El Zulia recibe con agrado las delegaciones cubanas de la Misión Barrio Adentro y desde este estado las odontólogas y odontólogos zulianos se insertan en la misma, siendo también que una pléyade también numerosa (y creo la de mayor tamaño de toda la República Bolivariana de Venezuela) de médicas y médicos se incluyen en la el posgrado de medicina general integral.
Desde PDVSA se impulsó la construcción de módulos de atención primaria prácticamente en todos los municipios del Zulia y todas las Parroquias de la ciudad de Maracaibo, aunque luego fuera eliminada esa práctica. Para complemento del éxito se ha desarrollado toda una red de formación de pregrado de medicina comunitaria en nuestro estado.
Al unísono de esta historia el gobierno central revolucionario fue dotando los hospitales, tanto el HUM como los demás, sin acción mediática, falla fundamental y uno de los factores más importantes de nuestros fracasos en el Zulia. Este hecho fue aprovechado siempre el signatario de la administración asistencial regional, o sea el gobernador Manuel Rosales y en manos de sus directores regionales de salud, para definir los avances de dotación de sus tuteladas instituciones hospitalarias como suyos. Más aún lo señalamos en un artículo publicado en la nuestra y tan ponderada aporrea.org http://www.aporrea.org/misiones/a21699.html Todo un programa contrarrevolucionario orquestado, muy bien intencionado y operado para acabar con la oferta revolucionaria de salud plasmada en la Constitución (CRBV, artículos 82, 83 y 84).
Seguimos años tras año viendo la dispersión de la asistencia en el Zulia: Ministerio del poder Popular Para la Salud (representado por la gobernación del estado Zulia), Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, Sanidad Militar, Salud Maracaibo, Corposalud, Barrio Adentro y no llegamos a tener un servicio asistencial único de salud. Sigue la planificación, organización, ejecución y control asistencial de los programas y presupuestos del MPP de Salud en manos de la gobernación.
Por ende, sigue el modelo hospitalario, ambulatorio y de salud ambiental anacrónico, miniaturizado en la oferta, desfasado con la participación de la comunidad, compitiendo con el modelo de atención de la Misión Barrio Adentro, con un sabotaje y con la acción de desprestigio, de manera permanente, inmoral y antiética de los procedimientos (diagnósticos, exámenes, referencias) de esa noble misión, siendo ambos programas del mismo gobierno nacional.
A esta espera con los brazos cruzados y la inacción oficial, se le suma el desastre del buque insignia, el HUM. No hemos pegado una con este hospital. Al principio comandado por un amigo que nada tiene que ver con la revolución, para pasar luego a una triste historia de acusaciones funestas de administración entintada y llena de sospechas de malos manejos. El cierre por “reconstrucción” de todos los pabellones del HUM y del departamento obstétrico (conocido como la Maternidad Castillo Plaza) disminuyó la oferta quirúrgica y obstétrica del estado y le hizo un favor a la canalla exaltando la encomiable labor de la gobernación atendiendo el “hueco sanitario” del HUM, agregando la estampida de los anestesiólogos de la institución.
Muchas anécdotas de pacientes quienes fueron rechazados por haberlos enviado de los ambulatorios y hospitales de la gobernación y también de la Misión Barrio Adentro, hechos antiéticos que se rebozan con el escandaloso despido (no renovación de contrato) del médico De Armas por haber aceptado un paciente de funciones de policía municipal, dado que ahora ese cuerpo policial está bajo el dominio del alcalde Manuel Rosales.
En seguidilla de artículos en aporrea.org y ante los organismos oficiales se han expuesto quejas respecto al manejo del I.V.S.S, Barrio Adentro, Postgrado M.G.I, apoyos de instituciones nacionales y la petrolera estatal. Pudiéramos seguir agregando esos comentarios, pero lo importante es aportar soluciones y ayudar a nuestro líder, presidente del PSUV y Presidente de la República Hugo Chávez Frías.
Pudiéramos pedir que uno de nuestras médicos o médicos, puede ser Cira, Eliecer, Luis Carlos, Franz, Geovaldo, Jorge, Enry, Mario (así nos llamamos los revolucionarios, por nuestro nombre y no por el remoquete titular), pudieran abordar la dirección del hospital. Pero no es eso lo que pedimos, los nombres están al servicio de la revolución. Lo que pedimos es:
pasar por fin al modelo de atención de salud integral (salud y enfermedad)
atender la atención primaria de salud y asistencia
darle organicidad a la Misión Barrio Adentro e integralidad a la asistencia estadal
pasar al sistema único de salud y asistencia
cambiar el modelo de atención hospitalaria a un modelo más humano e integral
Con estos deseos pasaremos a celebrar el día del médico y como dijo el Ché que para ser un médico revolucionario tenemos que tener una revolución. Ya la tenemos, aquí damos algunas consideraciones para desarrollarla con la base de los preceptos constitucionales y como decimos en el Zulia: la tardanza en que arranque el cuatro.