En respuesta a la posición abiertamente política de los señores obispos de la Conferencia Episcopal Venezolana, quienes emitieron el 12 de enero de esta año una “Exhortación Pastoral” publicada por el Diario de Sucre en su edición del domingo 01 de febrero de 2015, expreso lo siguiente:
1. Si “Dios y la patria juzgarán y castigarán a quienes cometan injusticia” como dicen ustedes, espero que sea pronto para que no se vaya a otro plano Diego Padrón y toda la caterva de la jerarquía católica en Venezuela sin recibir el castigo que merecen por las injusticias cometidas, no solo por acción con el apoyo que le han brindado desde el 2002, y antes, a la oligarquía en su guerra contra el pueblo sino también por la omisión y el silencio cómplice contra los atropellos que comete el capitalismo y el imperialismo contra tantos pueblos del mundo. ¡Obispos hipócritas!
2. Nadie les cree que quieran ustedes contribuir a resolver la crisis que enfrentamos. Por el contrario sabemos que su misión política es contribuir a agudizarla, tomando partido a favor de la oligarquía y de la derecha. De lo contrario exigirán a los comerciantes que cumplan con la ley, que no escondan los productos de la cesta básica y que no especulen, ya que todas esas conductas son pecados e injusticias contra el pueblo. ¡Obispos hipócritas!
3. Cuando condenan la violencia se acoplan con la versión de la oposición fascista, y nunca mencionan que las 43 muertes producidas por las acciones vandálicas de 2014 fueron provocados por los supuestos manifestantes pacíficos que tanto defiende la jerarquía católica. No hablan de las personas degolladas con alambre, entre otras formas criminales de “ejercer el derecho a la protesta pacífica”. ¡Obispos hipócritas!
4. Tendenciosamente lamentan que el diálogo convocado por el gobierno “no pasó de los primeros encuentros”, pero no dicen que fue la oposición la que pateó la mesa de dialogo. ¡Obispos hipócritas!
5. Señalan los problemas relacionados con el abastecimiento pero no tocan ni con el pétalo de una rosa a los comerciantes, especuladores financieros y los politiqueros de derecha involucrados en esas conductas contra la nación. En esa visión, si alguien esconde productos de la cesta básica el culpable es el gobierno por la ineficacia de los controles y si luego es apresado, entonces para los Obispos hipócritas de la CEV, se convierten en mansos corderos cuyos derechos humanos son violados. ¡Obispos hipócritas!
6. Llaman ustedes a nuestro proyecto de sociedad “totalitario y centralista”, tomando claramente una posición política e ideológica a favor del capitalismo en su versión neoliberal, sin verse el rabo ya que no hay organización mas autoritaria, totalitaria y centralista que la iglesia católica, a lo largo de su historia y en la actualidad. O díganme ustedes que parroquia elige democráticamente a su cura. Díganme donde están las actas de las elecciones donde todos los católicos de Venezuela eligieron al hipócrita Padrón como presidente de la Conferencia Episcopal. Díganme cuándo se han realizado elecciones mundiales para que los católicos a lo largo y ancho del planeta elijan democráticamente al Papa. O díganme si alguna vez alguien ha visto o sabido de un cura que ofrezca el derecho de palabra en una misa, para que alguien exprese opinión alguna respecto a los conceptos que emitió el cura en el sermón. ¡Obispos hipócritas!
7. Sugieren que el camino es el dialogo, pero eso sí, “un dialogo sincero que prevea cambios y acuerdos en bien de todos” por lo cual entienden ustedes solamente que el gobierno ceda ante las exigencias de la burguesía y el imperialismo, desmontando los logros de 16 años a favor del pueblo, dejando sin castigo a los conspiradores y saboteadores, y entregando el poder a los partidos de derecha aliados de la conferencia episcopal desde tiempos de la IV república . ¡Obispos hipócritas!
8. Hablan de un ineficaz sistema económico impuesto por el gobierno, como si el capitalismo no le fue impuesto al mundo a sangre y fuego, olvidando también que el capitalismo rentista que sus amigos de la derecha le impusieron al país fue el que abandonó nuestra antigua cultura de la productividad y que es ese modelo precisamente el que hace aguas, siendo que por el contrario, es gracias a la participación del estado en la economía que la oligarquía no ha podido derrotar a la revolución en ese intento contumaz de derrocarnos a como dé lugar, así sea perjudicando el abastecimiento del pueblo. ¡Obispos hipócritas!
Afortunadamente el pueblo ya les va castigando, abandonando cada día más las misas y demás prácticas de la burocratizada religión católica, para asumir otras doctrinas, realmente más consecuentes con el ejemplo del Camarada Jesús de Nazareth, el primer socialista de nuestra era. !Obispos hipócritas¡