Como hijo de esta tierra machiquense, mucho me entristece ver como mis propios conciudadanos se hacen eco de la campaña racista que las élites ganaderas de este pueblo hacen contra los hermanos Yukpa de la Sierra de Perijá. Muchas veces por ignorancia o porque así se lo enseñaron sus abuelos, o la ideología del hacendados y sus cómplices. Muchos criollos de Machiques caen en el error de discriminar sin justificación alguna a un pueblo indio que por años fue mal tratado y humillado por parte de los invasores de sus tierras: Los Ganaderos de Machiques, y que a pesar de la humillación y la exclusión aún se mantiene altivos en pie de lucha para recuperar su territorio y espacios sagrados arrebatados.
Ya es caso común por estos lares , que cada vez que el pueblo Yukpa alza una voz para exigir sus derechos, sus tradicionales enemigos, los terratenientes y compinches, enfilan su artillería mediática para desacreditarlos y seguir alimentando el odio que han sembrado contra esta valiente y pujante nación Caribe en la población pobre de Machiques. Esto explica porque una buena parte de la población wuatia (criolla) de Machiques sueña con que algún día desaparezcan o no visiten más a machiques. Cuando uno sale a la calle y alguien toca el tema de la Demarcación de las Tierras Indígenas por citar uno de tantos casos, mas de una persona desahoga su odio hacia ellos vomitando una gran cantidad de señalamientos y calificativos que dan terror: “¡no estoy de acuerdo con que le den esas haciendas a los "coños e` madres" Yuckpas esos, porque esos son unos "parásitos que viven manteníos por el gobierno!", sin contar las veces que son rechazados por su condición de Indígenas.
Toda esta estrategia mediática tiene un objetivo bien definido, seguir acrecentando en la población criolla la falaz creencia de que los Ganaderos de Machiques son el único factor de “progreso” y “empleos” para nuestro municipio, y que los Yukpa por el contrario, son agente de atraso para la economía local y por tanto, sería una locura entregarles el territorio que les fue arrebatado a plomo limpio. Pero para nadie es un secreto, que estos afamados “empleos” de los cuales hacen tanto alarde estos señores ganaderos a través de sus medios de comunicación, en su mayoría, son ejercidos por hombres y mujeres de nacionalidad colombiana o en su defecto por indígenas de la etnia Wayuu en condiciones laborales inhumanas y al margen de la Ley Laboral vigente, ya que estos no gozan de los beneficios que por ley les corresponde, entre ellos, un seguro por accidentes laborales y un salario justo que compense las largas y duras jornadas de trabajo a las que están expuestos. Es por esta razón, que en Machiques la gente prefiere dedicarse a la economía informal –que está en progresivo crecimiento en este municipio-, que irse a trabajar de peón en la hacienda de un señor ganadero. Entonces, ¿dónde está el progreso y el bienestar que los ganaderos dicen generar para el municipio?, ¡ah!, no me digan… ya sé, no existe empleo, ni bienestar por culpa de CHAVEZ… Este es el escuálido argumento que siempre utilizan para negarles a los trabajadores sus reivindicaciones laborales.
Por esta razón el Gobierno nacional debe entregar todas las tierras que tanto los Yukpa y Barí solicitan y construir a partir de sus propuestas un modelo económico que fortalezca la cultura y la manera de ser del pueblo o nación Yukpa, proteger y conservar los ecosistemas de las Sierra de Perijá, su hábitat, y generar un excedente de rublos agrícolas y pecuario que les permita mejorar su calidad de vida, y al pueblo perijanero. Los Yukpa pueden llevar a Machiques más producción y mejorar la venta de sus productos para darle de comer a los habitantes de Machiques. Y como dijo Chávez en el Aló Presidente del domingo 24 de agosto de 2008: “Los Yukpa pueden producir más y mejor que los ganaderos”