Debí manifestar en la parte I, que el trabajo fue asignado con el objetivo analizar el perfil de una institución con capacidad para atender la aplicación de las 3R. No dude en seleccionar al Consejo Legislativo, pero después me percaté que había seleccionado a la Asamblea Legislativa del estado Anzoátegui. Antes de decidirme, revisé el texto de la Constitución del estado para asegurarme que efectivamente, la Asamblea Legislativa tiene entre sus funciones la de ser una institución con capacidad legal para ejercer control, seguimiento y evaluación de los entes del gobierno regional.
Mi intuición no estuvo fuera de lugar porque en el artículo 114, ordinal 12 de la constitución el estado Anzoátegui, señala claramente la capacidad de control, seguimiento y evaluación. La institución no me interesó por ser un ente productor de leyes y no era el objetivo del trabajo conocer el alcance de las leyes. El objetivo era tener juicio en la selección. No creo que haya otro ente el estado con la capacidad de hacer una correcta aplicación de las 3R. La asamblea es el ente contralor por excelencia y me resultaba fácil hacer la selección y culminar el trabajo.
No me fue fácil la lograr información. Traté de irme por los caminos legales y noté que me aplicarían el artículo 23 de la Ley de control comunitarios y el 38 de la ley de contraloría social. Acceder a un piso en el edificio me fue imposible. Decidí después andar otros caminos sin resultados satisfactorio y como observación definitiva de mi trabajo; el profesor me colocó “poco consistente en el análisis por falta de datos”. A pesar de haber hecho una buena selección, no pude lograr mayor información pero ya fuera del ámbito académico, la información que logré reunir es suficiente para entender que el cambio a Consejo Legislativo Estadal está pendiente.
¿Puede ser la Asamblea Legislativa otra Institución?
Pienso que si, porque tiene buenos diputados y su presidente creo que es del PCV: tuvo escuela. La utilidad de esta institución va más allá de producir leyes. Colocando la atención en el contenido del artículo 114, ordinal 12 y 24, uno se convence que la Asamblea Legislativa pudo desempeñar un papel extraordinario en la primera versión de las 3R. En esta primera versión de las 3R, la Asamblea Legislativa pasó agachada porque no le prestó la importancia debida al mal que venía -y viene- andando. Perdió esa oportunidad y está a punto de perder otra y con ella, se les escurre también un excelente momento para reivindicarse, recuperarse y transformarse en una institución clave para este proceso. El éxito de la revolución no va con las promesas de cambio y propuestas de leyes muy bonitas pero sin aplicabilidad, pero ese éxito si necesita de la capacidad de ejecutar oportuna y rápidamente las propuestas para hacer viable el cambio.
Ahora mismo, de ser una institución con plena vigencia y estando integrada mayoritariamente por diputados y diputadas revolucionaras, la Asamblea Legislativa estaría realizando una profunda revisión y aplicación de las 3R al cuadrado. Ahora mismo, estarían ejerciendo la función de control y evaluación que tienen para determinar la efectividad o poca efectividad de las instituciones y ponerle fin a las prácticas de enredo burocráticos que no debería permitirse en época de revolución. Hasta ahora no es así, si por supuesto me fundamento en la escasa información aparecida en los medios de comunicación refiriéndose al trabajo que pueden y deben adelantar las comisiones para ir conociendo el desempeño de los entes. Revisé, como parte del trabajo cinco meses de prensa escrita y por ahí no logre ver una nota –ni pequeñita- que me hiciera pensar que la función de control es más o menos cubierta por la Asamblea Legislativa.
La aplicación de las 3R comienza por el desempeño de la Asamblea Legislativa a través del cumplimiento de su función contralora. Si hubiese cumplido con esa función, probablemente estaríamos en un mejor momento. Desafortunadamente por esta omisión, no sabemos qué hacen los entes públicos, cómo lo hacen y si cómo lo hacen es la mejor manera de hacer las cosas. Saber qué hacen los entes y cómo lo hacen, es fundamental para poder aplicar correctamente las 3R.
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