Apagón tecnológico-digital en la UPEL

El título de este texto parafrasea a la distancia una frase o concepto del distinguido investigador venezolano Dr. Luis Bonilla-Molina, quien en su incansable labor divulgativa en el campo de la teoría educativa ha hablado de la noción de "Apagón pedagógico", así como de "La Educación en la Cuarta Revolución Tecnológica y la Era de la Singularidad" y al respecto sus contribuciones se pueden rastrear en la red de redes, bien en esta misma página o en otras que alojan propuestas o papeles estrictamente académicas (papers). Eso que otro grande de la filosofía de la ciencia como el recientemente fallecido Dr. José Padrón Guillén diera en llamar "Papales No Académicos" y "Papeles Académicos" (www.entretemas.com ).

La primera frase o concepto aborda grosso modo el asunto del impacto negativo de las estructuras económico, social y político en la educación, por la globalización, consumismo, abuso de la tecnología, el capitalismo salvaje, las modas curriculares … Todo ello trae la destrucción de la pedagogía y el abandono de la importancia de la educación como proceso social articulador de la formación ciudadana en la sociedad actual y lo segundo se refiere a la irrupción de la tecnología de la información y la comunicación que plantea ingentes retos a la praxis pedagógico y al docente como tal: interacción face to face o mediante adminículos tecnológicos e impersonales, idea que fue abalada por la UNESCO hace unos 4 o 5 años, de acuerdo a la Dra. Elda María Rodríguez Méndez, egresada de la UPEL Rubio pero desde hace ya unos 20 años es personal académico y de investigación de la UPEL Barquisimeto, quien nos auxilió en la definición del anterior constructo elaborado por su amigo y colega Luis Bonilla-Molina

Quienes ya contamos 50 o más años nos habíamos habituado al uso del libro de papel, entregar carpetas con notas de la evaluación de los aprendizajes de nuestros alumnos, transcripción de las misma en gruesos libros que eran archivados y así sustentar las promociones y/o ascensos del estudiante; éste, a su vez, y siguiendo la experiencia personal en la UPEL-IPB entre 1989 y 1995, debía llenar planillas para elegir la carrera, para hacer la prosecución, por ejemplo, entre otras tantas actividades vinculadas a la vida en oficinas como la de Control de Estudios. Por cierto, los investigadores en historia de la educación y la pedagogía nos hemos servido de tales libros de notas y promociones, planillas o demás cuestiones sobre planes de clase y programas de estudios, entre otros, toda una cultura típica de la era de la primera y segunda revolución industrial, se diría.

Fueron esos los tiempos felices de nuestra niñez y juventud, escuela, liceo y universidad cuando, además, la biblioteca y la hemeroteca eran el centro de los esfuerzos de aprendizaje y primeros años de ejercicio profesional que nos acompañó hasta nuestros estudios de postgrado (Maestría en Enseñanza de la Historia, UPEL-IPB, 1997-2002); no habían inventado internet, celulares, grupos de WhatsApp , Facebook, Instagram u otros sistemas digitales y ni siquiera existían las abuelas de las remil meretrices que los parieron, según dice don Joaquín Sabina en su lenguaje no muy apto para niños en sus conciertos, sobre todo en su famosa canción "Diecinueve días y quinientas noches".

En concreto, vivimos hoy un salto tecnológico al que uno tampoco puede negarse, aunque a veces esas tecnologías en sociedades asimétricas como las nuestras son intermitentes, por lo cual sólo dicen "Hola y adiós", pasan como las modas y entonces surgen hasta modas retro; esto es, regresar a los modos antiguos de hacer las cosas, en el caso particular, ¿no provoca a veces volver al libro, cuaderno y pizarrón con tizas, carpetas y archivadores de antaño?

Las nuevas dimensiones de lo real trajo el mundo digital que en la coyuntura actual supone replantearse la cuestión aquí disputada de la educación y la pedagogía con novedosas formas de hacer docencia, a distancia y sus actividades conexas: e-learning, educación on-line, plataformas Moodle, entre otras para la interacción; pues todo está mediado por la tecnología en sociedades que Manuel Castell hace ya bastante denominara "Era de la información", pero en sociedades periféricas y más aún con graves sanciones económicas por los grandes centros del sistema-mundo dominante (USA-CEE), o ser sociedades capitalistas dependientes como la venezolana de los días que corren, de acuerdo a la famosa Teoría de la dependencia, que por cierto ya ha cumplido 50 años de sus primeras formulaciones por teóricos como Julio Prebisth et all, recurrir a la tecnología presenta sus bemoles.

Como ya está larga esta introducción, diremos que la anécdota que consignamos es que los docentes del Instituto Pedagógico de Barquisimeto, UPEL-IPB, así como al parecer el resto de sus institutos hermanos: Caracas, Miranda, Maturín, Maracay, Rubio, Mácaro, entre otros institutos de Mejoramiento Profesional del Magisterio, no hemos podido hacer el proceso popularmente llamado transcripción de notas del lapso 2019-I, porque no hay sistema. Se cayó o fue detenido et profeso debido a que en el nivel central dizque se dañó el aire acondicionado y sin tal sistema de enfriamiento se ponen en peligro los equipos, otros dicen por los pasillos y sobre todo estudiantes, es consecuencia de un evento terrorista ocurrido en el estado Miranda días atrás (quema de un depósito de cantv y Movilnet).

Lo cierto es que la UPEL vive un apagón tecnológico-digital y ha "trancado" todo el proceso administrativo vinculado al proceso pedagógico de enseñanza-aprendizaje, archivo de notas y promoción, así estamos y aún al escribir esta nota, no se sabe hasta cuándo. No se pueden "vaciar" e este semestre iniciado en 2019 las notas y emitir el record académico del estudiantado, entre otros.

El otro apagón ya es pedagógico propiamente, pues como hemos señalado en otros sueltos doxográfico de este periódico digital, entre las deficiencias del gobierno venezolano con referencia especial a la educación universitaria y las sanciones impuestas por EE. UU., la CEE., que afectan gravemente la economía nacional, estudiantes y docentes, administrativos y obreros estamos como estamos … Atención ministro Trómpiz, ¡despierte y reacciones! Atienda las demandas del sector universitario, pero en todo esto hemos estado muy distraídos.

De hecho, como el interfecto anunció que dizque va a liberar unos recursos financieros de la república, que por su intermediación están retenidos en diversas partes del mundo, uno de mis compañeros obreros, bastante guasón, se me acerca y me dice que él espera que de esos entre 40 y 80 millones dólares que serán liberados destine al menos la mitad para las universidades; total él es el pupilo de la AVERU. Aunque ya Diosdado en su Mazo dando dijo anoche (19/02/2020) que como en otras ocasiones tales recursos financieros serán desviados para el beneficio personal de Juanito Alimaña y sus amigos, porque y que es como Torombolo. Sabemos, por otra parte, que la UPEL superará este apagón tecnológico-digital si cabe el término, como lo ha hecho en otras ocasiones, ello porque cuenta con el talento humano preparado para ello y con mucha motivación a pesar de la adversidad.



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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