Aquí no hay gente de derecha o de izquierda, aquí hay Revolución

Luego del frustrado golpe del 92, Hugo Chávez Frías no salió huyendo del país ni diciendo, “yo no fui”, sino que asumió la responsabilidad de todos los implicados con un gesto de hombría que ganó la admiración de millones de personas que esperaban un cambio social por sobre la devaluada visión acerca de los políticos. Sobre el resto, huelga decir; pero bueno es destacar que nació un intercambio emocional entre un hombre que mostraba una similitud con el hombre de pueblo común (también preso en su inconsciencia y su necesidad), y el hombre-padre que es capaz de cargar con una responsabilidad infinita, con visos de mal y de bien al mismo tiempo. La visión filosófica que guió a Chávez se retomó en medio de discusiones sobre los errores cometidos; y este acto complejo de juicio sobre los valores fue una construcción colectiva del bolivarianismo. De esa misma forma el chavismo reconstruyó plataformas ideológicas olvidadas, justo en este orden: bolivarianismo, antiimperialismo y socialismo, en una nueva época, con otro sabor, color y entendimiento.

Entre las muchas cosas sabias de Chavez, existió su enorme capacidad de convertir las cosas difíciles en sencillas, y por eso recurrió a la concreción de “Chávez somos todos”, o “todos somos chavistas, hasta yo soy chavista”, porque es muy difícil que todo un pueblo asista a las conferencias intelectuales donde algunas personas disertan sobre cosas muy complejas con altos niveles de filosofía, pero con poca profundidad de intuición. Ser Chávez o chavista, fue no sólo una consigna entregada, sino una cohesión ideológica de cuatro estamentos básicos: bolivarianismo (patriotismo; identidad histórica; amor por el pueblo y sus valores; arpa, cuatro y maraca, pues); antiiperialismo (superación de la opresión de los pueblos a través de la conciencia; y la conquista del americanismo nuestro); y socialismo (a través de la revolución de las formas imperantes de la economía, de la cultura del consumo, etc., y que, por cierto, no es ni muy marxista ni muy europeista). Y todo es REVOLUCIÓN, una Revolución en proceso.

El socialismo del siglo XXI, o Chavismo (que es igual) no requiere indicar que es antiderechista, pues ya es socialista. Y esto lo digo por el exceso verbal en destacar a los “elementos de la derecha”, que corre como pólvora en las redes, en los periódicos, y en todas partes donde un político, periodista, o quien quiera decir o repetir cosas, ejerce su capacidad de palabra.

¿Cómo es eso de dar tanta importancia a “la derecha”, cuando hay que dar tanta importancia a la REVOLUCIÓN? Donde hay derecha e izquierda al mismo nivel, no hay revolución; tan sólo un intento siempre frustrado de ver un oponente que ve las cosas diferentes a los de izquierda. Pero resulta que esto es una Revolución, y eso no puede ser minimizado por los ojos puyúos de unos tipos que quisieran la estatura gigantesca de Chávez; y que ahora están como quieren, con un presidente proclamado a quien desconocen porque sienten el influjo del pensamiento yanqui, lidiando cómodamente con izquierdistas en la asamblea, y ninguneando la existencia de un pueblo revolucionario en su sistema.

Si Chávez pudiera ejercer su pensamiento estratégico en estos momentos, no mencionaría siquiera al de los ojos puyúos y a sus amiguillos; le jalaría las orejas a quienes andan diciendo que aquí hay “derecha” como si fuera el contrapeso exacto de una izquierda. Hablaría de Revolución y de grupos antichavistas; engrandecería lo que hacemos y cuanto hacemos; y minimizaría los pensamientos colonizados.

Seguir con la insistencia en “la derecha”, hará recaer todo el contrapeso en los pensadores de izquierda, en los politólogos, en los intelectuales de oficio, en los que escriben los libros pero que no pueden escribir vivencias de calle de todos los días. Es que sencillamente no pueden, aunque quieran. La Revolución tiene fuerza en la calle y en el hombre y la mujer del pueblo; no sólo en la asamblea nacional. Con que sigan con el tema de “los de la derecha”, pronto veremos una asamblea dividida en partes iguales, con unos girondinos de primero justicia, y unos psuvistas que serán vendidos con rasgos de jacobinos robesperianos al grueso poblacional.

cvillegas3557@gmail.com


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Carolina Villegas

Investigadora. Especialista en educación universitaria

 saracolinavilleg@gmail.com

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