El imperialismo estadounidense no esperaba una respuesta valiente de Venezuela tras develarse el complot de golpe de Estado y el apoyo logístico que orquestaban los servicios de inteligencia de Estados Unidos contra el país.
Las hienas imperiales mal acostumbradas a su doctrina del garrote -esa de "torcer el brazo a los países que no hacen lo que Estados Unidos quiera" en propias palabras del presidente Obama [1]- y a intimidar a los pueblos que levantan las banderas de soberanía y socialismo, resultaron desconcertadas por el contraofensiva del gobierno Bolivariano.
Imaginaron que sus amenazas intervencionistas, el reciente intento fallido de golpe de Estado organizado por algunos elementos infiltrados de las fuerzas armadas, las guarimbas terroristas y la guerra económica rompería con la heroica resistencia del pueblo y gobierno revolucionario, pero volvieron a equivocarse. Ayer subestimaron al gigante Hugo Chávez, hoy subestiman a sus hijos políticos: al presidente obrero Nicolás Maduro y a todo su equipo de gobierno. También subestimaron al pueblo de José Martí y Fidel Castro, al que impusieron por más de 50 años el más cruel bloqueo, pero fracasaron. Los estrategas estadounidenses manifiestan tener un gusto sadomasoquista por el fracaso.
La gallarda respuesta del gobierno revolucionario del presidente Maduro al develar el intento fallido y denunciar hábilmente las acciones intervencionista de Estados Unidos, así como por exigir la reciprocidad diplomática al imperio decadente del norte ajustado al derecho internacional: sancionar a funcionarios estadounidenses implicados en graves violaciones a los DD.HH., reducir el número de diplomáticos estadounidenses en Venezuela y excluir a ese país de los acuerdos de supresión de visas [2], ha dejado perplejos y sin habla todas las hienas imperiales.
Los medios internacionales se afanaron en ocultar el intento fallido de golpe de Estado, pero el gobierno Bolivariano fue mucho más astuto al movilizarse en los principales espacios multilaterales (ONU, CELAC, UNASUR, ALBA, NOAL, etc.) para hacerse escuchar y denunciar lo ocurrido. Venezuela cuenta con el apoyo de importantes aliados internacionales y sus posiciones se amparan en el derecho internacional que ha sido mil veces pisoteado por las inmorales hienas imperiales.
Si la planta insolente del extranjero yankee osara profanar el sagrado suelo de la patria de Bolívar y Chávez, de seguro encontrarán la misma suerte que en Vietnam (1973), en Cuba (1961), en Irak (2011); la misma suerte de las tropas coloniales españolas en la batalla de Carabobo en 1821.
El "torcedor de brazos" Premio Nobel de la “Paz” de los sepulcro, actual inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, así como sus predecesores, han subestimado una y otra vez a los hijos de Bolívar y Chávez, pero también a miles de hombres y mujeres de Nuestra América y del mundo que se unirían a la lucha antiimperialista del pueblo venezolano.
Voces Contra El Imperio
Fuentes:
[1] Barack Obama: “tenemos que torcer el brazo”
http://actualidad.rt.com/
[2] Reciprocidad con Estados Unidos