El "miedo a la pérdida" es un concepto psicológico y estratégico desarrollado principalmente por el afán de dominación de los Estados Unidos que lo ha utilizado en múltiples contextos como arma de su diplomacia internacional. El concepto se basa en una afirmación menos figurada como es “te voy a mostrar los musculo antes de caerte a coñazos”.  

Y como concepto se basa en la idea de que las personas y los Estados tienden a dar más peso a las posibles pérdidas que a las ganancias. Los diplomáticos norteamericanos lo traducen en utilización de presiones económicas, advertencias políticas y militares, y perspectivas de diplomacia coercitiva, para influir en las decisiones de otros países. 

La diplomacia coercitiva es definida como el apoyo a una demanda hecha a un adversario, acompañada por la promesa de un castigo si se la rechaza, y que tal como siempre dice María Corina, de acuerdo a lo aprendido en la Escuela de Guerra USAF, que sea creíble y potente para persuadir al adversario de que su interés es de obedecer a la demanda. ¡Maduro renuncia! ¡Vete ya!

También las campañas electorales de los EEUU se basan en el miedo, amenazando a los electores con las cosas terribles que pasaran si ellos no ganan. Y nunca ha tenido USA una izquierda que explique que las cosas terribles que en ese país pasan son precisamente porque cualquiera de ellos siempre gana. 

Esto no es nuevo. Desde la famosa campaña de Lyndon B. Johnson en 1964, con el anuncio "Daisy" que insinuaba el riesgo de una guerra nuclear si su oponente ganaba, hasta las recientes campañas que destacan el miedo a la inmigración ilegal o al terrorismo, el miedo ha sido una herramienta poderosa para influir en los votantes norteamericanos.

En la diplomacia norteamericana el miedo, es una herramienta poderosa que utiliza presiones económicas, advertencias políticas y militares, y diplomacia coercitiva para influir en las decisiones de otros países. 

En base a ella se ha organizado todas las primaveras de colores que inclusive tumbaron al gobierno de la Unión Soviética, y también vimos como en todos los países de la antigua Europa Oriental, los Presidentes huían presas del pánico ante las manifestaciones que se plantaban frente a las sedes de gobierno. Si no hubiera huido asustado el Presidente electo de Ucrania Yanukóvich, no hubiera hoy guerra ahí.  ¡Guarimbas efectivas pues¡

Nuestro país ha sido un campo propicio para la utilización de la estrategia del miedo a la perdida, aliñada con algo más, como ha sido la confrontación directa contra la población pacifica e indefensa en empresas, instituciones, en la calle, en el campo. 

Las sanciones económicas son uno de los instrumentos más comunes amenazando con ellas si no se cumple con las expectativas o normas imperialistas, convirtiendo al miedo en un motivador para la huida y el abandono en manos de los Estados Unidos del poder nacional. Estas sanciones pueden manifestarse en la forma de bloqueos comerciales, restricciones a inversiones o la congelación de activos. 

Por otro lado, las advertencias políticas y militares constituyen otra faceta de esta estrategia. Estados Unidos con mayores capacidades militares puede utilizar la amenaza del uso de la fuerza como un medio para disuadir a otros de actuar contra sus intereses. En este sentido, el miedo a la pérdida no solo se asocia con castigos económicos, sino también con un claro potencial de conflictividad y el desmembramiento de la soberanía de los países más débiles. ¡Se acuerdan que María Corina quería dividir en 4 pedazos a Venezuela!

Al basarse en herramientas de manejo psicológico podemos mencionar que  entre las mas utilizadas están, (Venezuela podría crear una Agencia contra la guerra psicológica, donde se estudien estos mecanismos y su respuesta) la propaganda a través de todos los medios disponibles, formales e informales como la reunión de vecinos donde organizaron los comanditos; psicología del miedo, generando un ambiente de miedo sobre lo que podría suceder para así presionar tanto a los líderes como a la población para que reconsideren su apoyo al gobierno legítimo de Nicolás Maduro; la estrategia de aislar al país internacionalmente, disminuyendo el apoyo diplomático y económico de otros estados o entidades.

Estados Unidos junto con otras potencias mundiales, ha utilizado el "miedo a la pérdida" como una herramienta diplomática para influir en las decisiones de países empobrecidos y desamparados donde no tiene ninguna importancia los criterios morales o de justicia social. 

Y es que el uso del "miedo a la pérdida" en la diplomacia plantea cuestiones éticas significativas, pero ya no importa que estos países a menudo solo quieren encontrar un “Camino de Belén”, buscando formas de salir de la pobreza y la miseria. Este cambio de valores, de lo humano a lo empresarial, lo lograron los técnicos del terror imperial al alterar el aspecto humanitario de la relación moderna entre países, con la consideración de que los países pobres son “objetivos estratégicos”.

Es necesario reconocer que Nicolás Maduro, se ha plantado sin retroceder, junto con su equipo politico Diosdado, Delcy, Jorge, Tarek, Padrino, y de Gobierno en defensa de Venezuela, el Estado y sus instituciones, por lo que podemos decir que gracias a ello el país está hoy en calma.