Respuesta del articulista
Entre las muchas "reacciones" que he recibido a propósito de mi
artículo reciente, "Jaque al Rey", publicado en este mismo medio (ver
http://www.aporrea.org/tiburon/a44434.html), hay una carta que merece
especial atención pues intuyo que se trata de un periodista o miembro
del diario español El País, conocido opositor y difamador de nuestro
proceso. El remitente en cuestión, como era de esperarse, sale en
defensa de la figura del rey de España. A continuación encontrarán el
texto integral de sus críticas entre comillas ("), intercalado por mis
respuestas punto por punto:
"Estimado Xavier,
"Ha llegado hasta mi correo tu artículo de opinión escrito a raíz de
la polémica intervención del Rey de España en la XVII Cumbre
Iberoamericana. Tras haberlo leído detalladamente, me gustaría que
consideraras varias ideas para el argumentario.
"En primer lugar, quiero hacerte saber que el D. Juan Carlos I asiste a las
cumbres iberoamericanas porque todas las naciones implicadas en el encuentro
aceptan que sea él la figura que les una en el debate, incluso que las
represente honoríficamente. Así pues, D. Juan Carlos no se "cuela" en la
fiesta, su presencia está legitimada, no solo como Jefe del Estado
español, sino como instrumento de la propia Cumbre."
Eso ya lo sabía, aunque no he hablado de ello en mi artículo. Tampoco
dije que el rey se hubiera auto invitado. No entiendo por qué usted
supone, cuando dice "quiero hacerte saber...", que no sé esto. No
estaba criticando, por otra parte, en mi artículo el concepto de la
Cumbre. Sin embargo, está bien que lo recuerde pues no deja de ser
sorprendente que estas Cumbres sean representadas por un rey, es
decir, la antítesis del sufragio y la democracia en persona. El rey de
España sólo fue elegido por un dictador abominable, Franco. No sé en
qué pueda consistir, pues, el honor que este rey supuestamente
confiere a estas Cumbres.
"Por otro lado, Xavier, es incomparable la manera de actuar de los reyes del
siglo XVIII con las actuales."
La prueba que no. Tutean a quien les viene en gana y mandan a callar.
Al menos el de España, como hemos visto.
"Hoy en día sus métodos están superados y erradicados. Te recuerdo que
la organización España está definida por la
Constitución. En ella se explica que España es un Estado de Derecho y su
forma de gobierno es una democracia parlamentaria, cuyo Jefe de Estado es el
rey. Esta configuración fue aprobada por votación en las Cortes Generales
(Congreso) en 1978 y el Pueblo Español la refrendó mayoritariamente en
referéndum. La figura del Rey está pues justificada por vías democráticas,
aunque es cierto que no lo es su sucesión. En cualquier caso, en España
existen partidos entre cuyos objetivos políticos se incluye la abolición de
la monarquía para transformar la nación en una república, con la fuerza
exclusiva de los votos. Y a título personal, te comento que son de mi
preferencia."
Pues bonita democracia, libre por todos lados, menos en su mero
centro. Si el pueblo español la ha refrendado positivamente, pues
entonces ello no es más que una dictadura consentida: eligen todo,
menos a su propio jefe. Lindo cuadro democrático. O van a decirnos
también que es un derecho elegir el... no poder elegir. Entonces a
todo podría llamársele democracia. Yo prefiero sazonar con un poco más
de sensatez, de sentido común nuestra concepción de la democracia,
aunque la actual democracia española -lo siento por los españoles- se
nos revele gracias a esta sazón como una falacia formal. Por dios,
¿Monarquías en el siglo XXI? Yo pensaba que éste necesitaba de
repúblicas, y mejor aún si estas están organizadas bajo principios
socialistas. Pero no es posible disfrazar monarquías con
parlamentarismos, ni pueden haber socialismos sin democracia, la cual
es sólo propia de repúblicas. España, mientras tenga un rey, no es
una.
"Comparto en que no son maneras de intervenir para una personalidad de rango,
sea monarca o no; aunque sí coincido en el fondo del comentario: Chávez
habla demasiado. En algún momento hay que decirle que se calle, en
general, y en particular, porque no tenía el turno de palabra e
interrumpió la
ponencia de otro miembro. Algo que no sucedió ni en la Conferencia de Paz de
Madrid entre judíos y palestinos en 1991."
Suponiendo que sea cierto lo que dijo Zapatero (cuando trataba, con
infinita arrogancia, de educar a nuestro presidente), que "las formas
dan el ser a las cosas"; y también que Chávez hubiere merecido
realmente ser mandado a callar, ¿no es más burro, entonces, quien le
devuelve la patada al burro? Sin embargo, para ustedes, defensores
de... España, al parecer vale más, en todos los sentidos y a pesar de
todo, condenar a nuestro presidente que al rey, lo cual los confirma
como buenos súbditos, haciéndolos pagar el coste pseudo intelectual
que fuere. El problema de fondo, me veo obligado a pensar, es que
aquellos que como usted son aún capaces de defender la figura jurídica
de monarcas en pleno siglo XXI, tienen finalmente mucha afición por
las falacias formales: contrariamente a lo que piensa Zapatero, las
formas no dan el ser a las cosas, es el ser, la esencia de las cosas,
quien le da forma a éstas. Se trata de una ontología muy básica,
aunque milenaria. Nuestro presidente, nuestro Jefe de Estado, quien a
diferencia del vuestro sí que fue elegido -y muchas veces- por el
pueblo, efectivamente habla mucho, sí, mas no demasiado. Además,
generalmente se concentra -aunque a muchos no le plazca- en el aspecto
estrictamente esencial de las cosas. Ese es el pequeño y poderoso
detalle que hace la diferencia. Incidentalmente, en esta ocasión
Chávez ni siquiera se encontraba hablando mucho, ni menos aun
demasiado: obviamente era la intensidad, la esencialidad de sus
propósitos lo que producía el efecto de un largo tormento (a juzgar
por la reacción del rey) en aquellos cuya conciencia les hace segregar
malestares de obvio compromiso con los hechos denunciados. Chávez
estaba sólo defendiéndose, o mejor dicho, nos defendía a los
venezolanos de una ofensa difícil de igualar. Constatemos el fondo de
la anécdota: Zapatero nos exige respeto por un individuo, el
ex-Presidente Aznar, al cual denunciamos por tener varios años
insultando públicamente a nuestro Presidente donde quiera que va,
tanto en lo político como en lo personal, incluso dando giras
internacionales con el preciso objetivo de crear coaliciones en contra
de Chávez y usando epítetos muy graves contra él. Sola la idea de
exigirnos respeto por un ser semejante, sea español, búlgaro, chino o
alemán sobrepasa el entendimiento más básico y anula ipso facto todas
las formas de respeto que Zapatero precisamente se esforzaba en
invocar. Ni Chávez, ni nuestro pueblo, ni nadie sobre la Tierra merece
respeto si se calla ante semejante trato, y orgullosos estamos de que
Chávez no se callara y de que interpelara a Zapatero apenas hubo
comenzado a sugerir, en su turno a la palabra, sus impertinentes
exigencias. Unas exigencias, nuevamente, falacio-formales, pues se
basaban en que Aznar tendría inmunidad universal por tratarse de un
ex-Presidente elegido por el pueblo español, condición suficiente para
decir y hacer, al decir virtual de Zapatero, lo que le viniera en gana
acerca de todo el mundo sin poder luego ser increpado. Vaya concepción
de la justicia y del respeto más elementales. ¿Es esta clase de
modales que nos quieren enseñar, vacíos de sentido y honor? Las más
altas formas sólo pueden estar al servicio de los más altos
principios. Ni el mismo Chávez, legitimado por su pueblo mayor número
de veces que cualquier presidente, ni ningún Presidente sobre la
Tierra están exonerados de reclamos por el sólo hecho de haber sido
electos por su pueblo. ¿Cómo podría estarlo entonces Aznar, que ha
incluso atacado nuestra soberanía apoyando un golpe de estado, además
de perpetrar otras tantas fechorías por el mundo, y no sólo contra
nuestra nación? Chávez lo ha llamado y denunciado, pues, por su
nombre: "fascista".
"Hugo Chávez luchó democráticamente para llegar hasta la presidencia, pero
recordemos que lo hizo después de tener que depurar su responsabilidad ante
la sociedad venezolana por la participación en un golpe de Estado
contra el presidente Carlos Andrés Pérez, el 4 de febrero de 1992 en
el que murieron
14 personas y otras 53 resultaron heridas, según cifras oficiales del
Ministerio de Defensa de Venezuela. Esas tampoco son formas."
Pero son esencias. Recuerde que la forma se basa en esencias. Nuestro
presidente intentó un golpe militar contra CAP efectivamente, mas sólo
porque CAP y otros como CAP tenían años dando un golpe mafioso y
permanente contra el pueblo. Enhorabuena Hugo Chávez al menos lo
intentó: si no lo hubiera hecho él, lo hubiera hecho el mismo pueblo.
Y allí sí que hubieran habido más de 14 muertos y 53 heridos,
muchísimos más. ¿Ve ahora, señor Catalán, cómo la forma, sin razones,
no lo es todo?
"Tengo relación directa con Venezuela desde 1992, por eso me permito
afirmar que el señor Chávez se ha acostumbrado en los ultimos años a
hablar sin
réplica, pues no existen voces en su país que le respondan con la suficiente
fuerza."
Lo que pasa, primero, es que Chávez tiene muchos que lo escuchan y que
comparten lo que dice, muchísimos. He ahí un hecho que sorprende y es
difícil de digerir, pues no es la costumbre, en nuestro mundo,
encontrarnos líderes de su dimensión, ni con pueblos no comprados sino
dignos y en plena simbiosis con su Presidente. Ahora bien, hay también
una minoría que le responde, que disiente de sus ideas. Lo que ocurre
con esta minoría es que lo que propone, la esencia de lo que ofrece al
debate democrático parece no tener la fuerza humanística intrínseca
necesaria para convertir a las masas. En vista de ello esta minoría se
ha resignado al sabotaje permanente de la gestión gubernamental de
Chávez, a crear lobbies internacionales en su contra y a la
provocación de la población para sacarlo del poder la vía violenta. Le
aconsejo rectificar sus fuentes en Venezuela, o mejor aun, darse una
vueltita usted mismo por el país en cuestión y obtener información de
primera mano.
"Fuera de ese espacio, se mueve bien con las naciones que desean
escaparse del "gansterismo" capitalista, impulsadas por el "pensamiento
libre" que mencionas, más no con la mayoría de Estados que comparten el
punto de vista de que el modelo capitalista crea bienestar. La sociedad
mundial la hacemos entre todos y las ideas para derribar el capital no son
la verdad única. Es más que evidente que las sociedades democráticas y
capitalistas son las que permiten vivir mejor a sus ciudadanos, el mundo
entero está lleno de ejemplos, Venezuela incluida. Los avances que se
dieron, y que se dan, lo son dentro de ese entorno económico y social, le
guste o no al Socialismo del Siglo XXI. Me dá que pensar un líder cuya
proclama máxima sea "Patria o muerte. Venceremos". Sí o sí. ¿Una verdad
natural, un pensamiento libre? Un pensamiento único."
Una convicción! Creemos en el socialismo pues estamos convencidos que
comporta principios morales, a diferencia del capitalismo. Es muy
hermoso el capitalismo que usted menciona, el de un mundo que dispone
hoy en día de mayores medios y riquezas que nunca antes en la
historia, pero donde la inmensa mayoría de sus habitantes se pudren en
la pobreza más absoluta. En Venezuela no creemos más en los beneficios
del capitalismo, son falsos, alienantes, corruptos y amorales. Hemos
sufrido más a causa de ellos que disfrutado, pues son lo que llamamos
"un regalo envenenado". Preferimos el verdadero humanismo, el que
retribuye poder al pueblo en vez de explotarlo para el beneficio de
unos pocos. En cuanto a nuestras relaciones internacionales, sepa que
nuestra alianza y solidaridad es con todos los pueblos de la tierra,
pues todos sufren el mismo martirio de la explotación, no congeniamos
ciertamente con aparatos gubernamentales que son manipulados por
élites económicas en detrimento de las naciones que representan. Para
nosotros es un compromiso con la humanidad, y no estamos dispuestos a
someternos a tales mafias imperialistas. Lo tenemos muy claro y, una
vez más, la esencia de nuestro razonamiento es lo que nos importa.
Nuestra convicción, sí, es única afortunadamente y no falsamente
"open". Que seamos abiertos es lo que quieren aquellos que se babean
por saquearnos. No gracias.
"Derribar el escalón que nos permitió llegar hasta el que ahora pisamos no es
ninguna solución. Es hora de que las naciones se escuchen. Y para
entendernos, mientras el otro habla, hay que guardar silencio."
"Desde Madrid, España
Un saludo
Ignacio Catalán
icatalan@elpais.es"
Si no parecemos muy receptivos a veces, no deben ponerse nerviosas
aquellas naciones que vienen a proponernos por enésima vez las mágicas
virtudes del modelo capitalista, lo que pasa es que el discurso ya nos
lo sabemos, y terminamos por aburrirnos. La verdad es que no es
nuestra culpa si, contrariamente a sus expectativas, no los
aplaudimos. Los hemos comprendido muy bien pues los hemos estado
escuchando desde hace siglos. La cartilla capitalista, por ejemplo,
¿no es lo que han estado practicando con nosotros desde la Colonia?
Reconozcan pues sus fallos históricos, Bolívar se los hizo comprender
entonces, y nosotros se los podemos recordar hoy. Esos fallos,
mediante la debida introspección de sus agentes, ayudan a hablar con
propiedad acerca de esas "formas" que usted menciona, refrescan la
memoria de sus autores y les ayudan a hablar consigo mismos. El mundo
actual de todas formas no soportará más que se repitan los mismos
errores del pasado, y como no fuimos sus protagonistas, no es a
nosotros que nos corresponde rectificar. La verdad duele y nadie logra
hacerla callar, ni siquiera un rey.
Desde París, Francia
Igualmente un (1) saludo
Xavier Padilla
xavierpad@gmail.com
www.myspace.com/xpadilla