Pareciera que el gobierno de San George está decidido a quemar sus últimos cartuchos en los ocho meses que le queda como inquilino de la Casa Blanca con el propósito de llevar a Hugo Chávez al banquillo de los acusados. Para eso deberá valerse de todo (no importa si es el lobo quien acusa a la abuelita de ser la violadora de Caperucita Roja). Condolezza Rice, única mujer negra en las altas esferas del poder blanco estadounidense ha vociferado, insinuando otra vez la posibilidad de poner a Venezuela en la lista negra.
Tal interés surge a propósito de la violación de territorio ecuatoriano por parte de los militares colombianos y la incautación de computadoras como “pruebas”, en donde se señalaría que el gobierno de Hugo Chávez mantenía contacto con las FARC. De ahí que San George y algunos legisladores republicanos, quieren utilizar esta situación para acusar al presidente Chávez y su gobierno.
Los cables dicen que Bush arremetió duramente (12 de marzo) contra su homólogo venezolano, Hugo Chávez, por sus vínculos con la guerrilla colombiana de las FARC y lo acusó de utilizar ingresos del petróleo para alimentar una campaña antiestadounidense. (Bush no sabe que es él quien encabeza la mejor campaña antiestadounidense).
Por su parte, Tom Shannon jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, dijo en el Congreso que su país estaba "perturbado" por las informaciones halladas en la computadora del fallecido número dos de las FARC, Raúl Reyes.
Y Condoleezza Rice recordó en una audiencia en el Congreso de los Estados Unidos que Chávez pidió a principios de año a la comunidad internacional el retiro de las FARC de la lista de organizaciones terroristas. La lógica de Rice es: “Si Chávez pide que se retire a la FARC de la lista de organizaciones terroristas es porque él es terrorista también”. La Secretaria de Estado antes de iniciar su gira por Brasil y Chile (13-l 15 de marzo) en una reunión con el ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, señaló, en referencia a Venezuela, que “es obligación de todo miembro de la Organización de Naciones Unidas (ONU) no permitir que su territorio sea usado de manera alguna para apoyar terroristas, y las FARC son una organización terrorista. Por tanto, no debe haber ningún apoyo a ellos”.
San George está desesperado no solo porque en sus ocho años de gobierno que ya casi terminan, el presidente Chávez desde todos los escenarios del mundo lo ha tratado de genocida y mentiroso, sino también porque en la crisis Colombia-Ecuador no logró lo que quería: el enfrentamiento y división de los países del cono sur; el imperio apostaba por debilitar las relaciones entre países hermanos, pero salió derrotado. Aún así, con los jueguitos de carta blanca y puzzle que encontrarán en las computadoras de Reyes y Ríos insistirán por aislar a Venezuela. Del paramilitarismo colombiano la Corte Celestial de la Casa Blanca no dirá nada.
Los legisladores republicanos de la Florida que se sumaron a la acusación, son los cubanoestadounidenses Ileana Ros-Lehtinen y Connie Mack. Ambos presentaron una resolución ante la cámara baja, que insta al gobierno de Bush a “designar a Venezuela patrocinador estatal del terrorismo”. Ros-Lehtinen, declaró que “la decisión del liderazgo venezolano de apoyar los actos criminales de estos extremistas violentos (las FARC) ha envenenado la región con inestabilidad y desconfianza”. Añadió: “los esfuerzos deliberados de los líderes venezolanos por forjar relaciones con patrocinadores estatales del terrorismo, incluyendo Irán y Cuba, son una afrenta directa a todos los que trabajamos para promocionar la justicia y la libertad en la región”.
¿Quiénes son estos legisladores que dicen trabajar “para promocionar la justicia y la libertad en la región”? Una es Ileana Ros hija de Enrique Ros, ex oficial del ejército de Batista en Cuba. Ella ha estado vinculada desde hace varios lustros al terrorista cubanoamericano Orlando Bosch, quien desde los sesenta organizó más de noventa hechos de colocación de bombas, secuestros y asesinatos contra Cuba. Cuando en 1987, Bosch -que entre sus criminalidades está el haber ideado la voladura de un avión civil cubano en pleno vuelo frente a las costas de Barbados en 1976-, regresó a Miami y fue arrestado por el servicio de inmigración, el Departamento de Justicia de Estados Unidos determinó sacarlo del territorio nacional, el asistente del Fiscal General, Joseph Whitley, dijo: "Orlando Bosch se ha mostrado durante más de 30 años decidido e indeclinable", en su apoyo "a la acción terrorista", por lo que "podría ser perjudicial para el interés público de los Estados Unidos proporcionar un sitio seguro a Bosch. Debemos considerar al terrorismo un mal universal, aunque esté dirigido contra aquéllos por los cuales no tenemos simpatía política alguna".
Al iniciarse las gestiones para trasladar a ese monstruo hacia otro lugar, 31 países del mundo se negaron a recibirlo. El FBI describió a Bosch como "el terrorista número uno" de Miami. Al conocerse sobre su posible deportación, la extrema derecha de origen cubano radicada en la Florida, entre ellos Ileana Ros-Lehtinen y Connie Mack, protestaron y se solidarizaron con el terrorista. La Fundación Nacional Cubano Americana, y en especial su jefe Jorge Mas Canosa, movieron sus contactos con las esferas oficiales de esos tiempos y lograron detener la expulsión. El 17 de julio de 1990, la Administración de George Bush (padre) determinó exonerar de la cárcel, salvarlo de una posible expulsión del país y brindarle desde entonces cómoda residencia en Miami.
Mientras los angelitos Ros-Lehtinen y Mack acusan a Chávez de terrorista sin ninguna prueba, ellos dos tienen antecedentes que lo vinculan a hechos de muerte, por defender a uno de los terroristas más conocidos de América. Y como si fuera poco, Ileana Ros-Lehtienen, junto con Mario y Lincoln Díaz Balart, pidieron (2004) a la entonces presidenta Mireya Moscoso que indultara al terrorista Posada Carriles (y a sus compinches), cosa que hizo sin titubear y con 4 millones de dólares de premio. Los terroristas estaban presos en Panamá por intentar el magnicidio de Fidel Castro en el 2000.
Si a esos senadores les preocupa el terrorismo en la región, entonces hay que informarles que desde suelo estadounidense se han organizado un sin número de atentados terroristas contra Cuba, sus dirigentes y sus instalaciones, y que Cinco Cubanos anti terroristas están presos en cárceles de Estados Unidos por haber develado y demostrado la presencia de grupos terroristas en ese país.
De manera que si Rice dice que “es obligación de todo miembro de la ONU no permitir que su territorio sea usado de manera alguna para apoyar terroristas”, entonces ¿por qué la Casa Blanca permite que grupos terroristas como Alpha 66, Hermanos al Rescate, C, Fundación Nacional Cubano Americana, Comandos F-4, Brigadas 2506, Omega 7, Comandos L, etc., utilicen día y noche territorio estadounidense para organizar atentados terroristas contra Cuba? ¿Por qué no figuran estos grupos en la lista negra de Rice?
Costa Rica
(*) Profesor Estudios Latinoamericanos
abr32@hotmail.com
Tal interés surge a propósito de la violación de territorio ecuatoriano por parte de los militares colombianos y la incautación de computadoras como “pruebas”, en donde se señalaría que el gobierno de Hugo Chávez mantenía contacto con las FARC. De ahí que San George y algunos legisladores republicanos, quieren utilizar esta situación para acusar al presidente Chávez y su gobierno.
Los cables dicen que Bush arremetió duramente (12 de marzo) contra su homólogo venezolano, Hugo Chávez, por sus vínculos con la guerrilla colombiana de las FARC y lo acusó de utilizar ingresos del petróleo para alimentar una campaña antiestadounidense. (Bush no sabe que es él quien encabeza la mejor campaña antiestadounidense).
Por su parte, Tom Shannon jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, dijo en el Congreso que su país estaba "perturbado" por las informaciones halladas en la computadora del fallecido número dos de las FARC, Raúl Reyes.
Y Condoleezza Rice recordó en una audiencia en el Congreso de los Estados Unidos que Chávez pidió a principios de año a la comunidad internacional el retiro de las FARC de la lista de organizaciones terroristas. La lógica de Rice es: “Si Chávez pide que se retire a la FARC de la lista de organizaciones terroristas es porque él es terrorista también”. La Secretaria de Estado antes de iniciar su gira por Brasil y Chile (13-l 15 de marzo) en una reunión con el ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, señaló, en referencia a Venezuela, que “es obligación de todo miembro de la Organización de Naciones Unidas (ONU) no permitir que su territorio sea usado de manera alguna para apoyar terroristas, y las FARC son una organización terrorista. Por tanto, no debe haber ningún apoyo a ellos”.
San George está desesperado no solo porque en sus ocho años de gobierno que ya casi terminan, el presidente Chávez desde todos los escenarios del mundo lo ha tratado de genocida y mentiroso, sino también porque en la crisis Colombia-Ecuador no logró lo que quería: el enfrentamiento y división de los países del cono sur; el imperio apostaba por debilitar las relaciones entre países hermanos, pero salió derrotado. Aún así, con los jueguitos de carta blanca y puzzle que encontrarán en las computadoras de Reyes y Ríos insistirán por aislar a Venezuela. Del paramilitarismo colombiano la Corte Celestial de la Casa Blanca no dirá nada.
Los legisladores republicanos de la Florida que se sumaron a la acusación, son los cubanoestadounidenses Ileana Ros-Lehtinen y Connie Mack. Ambos presentaron una resolución ante la cámara baja, que insta al gobierno de Bush a “designar a Venezuela patrocinador estatal del terrorismo”. Ros-Lehtinen, declaró que “la decisión del liderazgo venezolano de apoyar los actos criminales de estos extremistas violentos (las FARC) ha envenenado la región con inestabilidad y desconfianza”. Añadió: “los esfuerzos deliberados de los líderes venezolanos por forjar relaciones con patrocinadores estatales del terrorismo, incluyendo Irán y Cuba, son una afrenta directa a todos los que trabajamos para promocionar la justicia y la libertad en la región”.
¿Quiénes son estos legisladores que dicen trabajar “para promocionar la justicia y la libertad en la región”? Una es Ileana Ros hija de Enrique Ros, ex oficial del ejército de Batista en Cuba. Ella ha estado vinculada desde hace varios lustros al terrorista cubanoamericano Orlando Bosch, quien desde los sesenta organizó más de noventa hechos de colocación de bombas, secuestros y asesinatos contra Cuba. Cuando en 1987, Bosch -que entre sus criminalidades está el haber ideado la voladura de un avión civil cubano en pleno vuelo frente a las costas de Barbados en 1976-, regresó a Miami y fue arrestado por el servicio de inmigración, el Departamento de Justicia de Estados Unidos determinó sacarlo del territorio nacional, el asistente del Fiscal General, Joseph Whitley, dijo: "Orlando Bosch se ha mostrado durante más de 30 años decidido e indeclinable", en su apoyo "a la acción terrorista", por lo que "podría ser perjudicial para el interés público de los Estados Unidos proporcionar un sitio seguro a Bosch. Debemos considerar al terrorismo un mal universal, aunque esté dirigido contra aquéllos por los cuales no tenemos simpatía política alguna".
Al iniciarse las gestiones para trasladar a ese monstruo hacia otro lugar, 31 países del mundo se negaron a recibirlo. El FBI describió a Bosch como "el terrorista número uno" de Miami. Al conocerse sobre su posible deportación, la extrema derecha de origen cubano radicada en la Florida, entre ellos Ileana Ros-Lehtinen y Connie Mack, protestaron y se solidarizaron con el terrorista. La Fundación Nacional Cubano Americana, y en especial su jefe Jorge Mas Canosa, movieron sus contactos con las esferas oficiales de esos tiempos y lograron detener la expulsión. El 17 de julio de 1990, la Administración de George Bush (padre) determinó exonerar de la cárcel, salvarlo de una posible expulsión del país y brindarle desde entonces cómoda residencia en Miami.
Mientras los angelitos Ros-Lehtinen y Mack acusan a Chávez de terrorista sin ninguna prueba, ellos dos tienen antecedentes que lo vinculan a hechos de muerte, por defender a uno de los terroristas más conocidos de América. Y como si fuera poco, Ileana Ros-Lehtienen, junto con Mario y Lincoln Díaz Balart, pidieron (2004) a la entonces presidenta Mireya Moscoso que indultara al terrorista Posada Carriles (y a sus compinches), cosa que hizo sin titubear y con 4 millones de dólares de premio. Los terroristas estaban presos en Panamá por intentar el magnicidio de Fidel Castro en el 2000.
Si a esos senadores les preocupa el terrorismo en la región, entonces hay que informarles que desde suelo estadounidense se han organizado un sin número de atentados terroristas contra Cuba, sus dirigentes y sus instalaciones, y que Cinco Cubanos anti terroristas están presos en cárceles de Estados Unidos por haber develado y demostrado la presencia de grupos terroristas en ese país.
De manera que si Rice dice que “es obligación de todo miembro de la ONU no permitir que su territorio sea usado de manera alguna para apoyar terroristas”, entonces ¿por qué la Casa Blanca permite que grupos terroristas como Alpha 66, Hermanos al Rescate, C, Fundación Nacional Cubano Americana, Comandos F-4, Brigadas 2506, Omega 7, Comandos L, etc., utilicen día y noche territorio estadounidense para organizar atentados terroristas contra Cuba? ¿Por qué no figuran estos grupos en la lista negra de Rice?
Costa Rica
(*) Profesor Estudios Latinoamericanos
abr32@hotmail.com