El destartalado, aunque bien pagado grupo de amigos de lo que llaman cedice, que es apenas un subgrupillo de los utilizados por otros grupos, fachadas de transnacionales estadounidenses, vuelve a repetir las sandeces que la oligarquía del dinero viene gritando en los más variados escenarios internacionales sobre Venezuela, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Argentina, en instancias españolas y en la oea, con la finalidad de desacreditar y mentir, que es su rol principal.
No pueden hacer más nada. Debe ser que andan revisando el terreno, como cualquier depredador, a ver qué se les presenta, porque lo cierto de todo es que tienen los mismos diez 10 años (un poco más) que el líder al frente de la revolución y ellos siempre mintiendo y el Comandante construyendo, creando. Es importante entender y no olvidar, que en materia de depredadores hay muchos niveles, pero al fin y al cabo, la esencia que les caracteriza es la misma: acabar con todo lo que tienen por delante con tal de obtener beneficios, muera quien muera.
Tenemos que se presentan en el país ciertos sicarios de las letras a decir que están alarmados porque no hay libertad y democracia, cuando su misma presencia y las barbaridades que dicen, muestra todo lo contrario, es decir, que sobra libertad y democracia.
El asunto de estos sujetos pagados, es que como ha dicho uno de nuestros intelectuales, pareciera que desde hace mucho tiempo son víctimas de la burundanga, porque se les ha olvidado no solo el golpe de Estado que lanzaron en Venezuela, sino que no saben quien es el pobre Pinochet que eliminó a miles de chilenos, tampoco saben quien fue Videla en la Argentina y la desaparición de más de treinta mil ciudadanos. Se rascan el cogote y no logran saber quien es Carmona, Fujimori, ni Losada el de Bolivia y cuando les hablan de los paramilitares y los miles de víctimas, dicen que si les están hablando de algún juego de video. Para ellos, las invasiones a Panamá y Nicaragua y Bahía de Cochinos fue un asunto del cine, de esa gente de Hollywod que inventa tanto.
Ese es el carácter de ese grupo de caramelos que vuelve a instalarse por unos días en la ciudad que siempre da el ejemplo, Caracas, donde se reúnen con sus homólogos de la conspiración y la viveza especulativa, a quienes poco les importan los ciudadanos, pues lo de ellos es su dinero, su capital.
El asunto es que no les gusta que les digan lo que ellos acostumbran a hacer en sus caras y el Comandante se las bate cada vez que ellos asoman sus malas intenciones.
Por allí anda otra maravilla de intelectual –y que de los números- que cuando era más joven anduvo un tiempo por los lados de la izquierda revolucionaria, como otros que hasta ministros fueron; uno de ellos que mentaban Gumersindo y otros más que han estado en las mismas. Pues esta maravilla de los números dice que el capitalismo es la salvación del mundo, de la vida, pero parece también tocado por la burundanga, porque no sabe nada de las grandes especulaciones del capital, la quiebra de los bancos en Venezuela, las ayudas financieras, Recadi y hasta desconoce esa noticia tan cercana como la crisis mundial y las ayudas que reciben los banqueros y el impacto que está ocasionando en muchos países del mundo, donde los que controlaban el dinero y las inversiones desaparecen y desaparecen sin asumir responsabilidades y dejando un gentío en la calle.
Esos que suelen gritar estupideces en la ciudad del ejemplo, en la cuna del Libertador, son parte del mismo grupo de depredadores permanentes de la humanidad.
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