Si la asignación presupuestaria a las universidades públicas nacionales se continúan haciendo con los mismos indicadores de siempre, los presupuestos nunca alcanzarán, las universidades autónomas continuaran tragándose la parte gruesa de la torta presupuestaria y le seguirán dejando a las demás Casas de Estudios el repele, se seguirá repitiendo la célebre “noche de los mordiscos”, haciendo honor a aquel dicho popular que dice “que quien tenga más saliva traga más harina”.
Un ejemplo servirá para ilustrar lo afirmado, la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) tiene cinco veces más alumnos que la Universidad Central de Venezuela (UCV) y su presupuesto (el de la UBV) es la quinta parte del que el estado venezolano la asigna a la UCV, por lo que un indicador que hoy en día resulta fundamental, tal como es el de la matrícula estudiantil atendida , pareciera que no tiene importancia para el Consejo Nacional de Universidades (CNU) a la hora del reparto presupuestario.
La deuda del estado venezolano con los docentes y los trabajadores en general que laboran el la UBV y en la UNEFA es muy superior a la que el mismo estado tiene con los trabajadores de las universidades autónomas, pareciera entonces que hay dos circuitos universitarios, el de la exquisitez y el de la precariedad, pero ocurre que este último circuito es el de la inclusión, mientras el primero promueve una educación elitesca, al servicio de la burguesía.
Si la asignación presupuestaria para las gobernaciones y demás entes descentralizados se hace actualmente por “la Metodología de Proyectos”, nos preguntamos entonces ¿por que esa misma metodología no se le exige a las Universidades públicas? resultaría interesante ver como las autoridades universitarias de las autónomas y de muchas de las experimentales, incluirían los gastos superfluos y suntuarios en los Proyectos académicos, para la Investigación y la Extensión, como por ejemplo, la compra de autos de lujos para el disfrute de dichas autoridades, o los cuantiosos viáticos y pasajes aéreos nacionales e internacionales, las pernoctas en hoteles de cinco estrellas, por cierto que en estos menesteres la UPEL (aún cuando es experimental) dicta cátedra, el gasto en viáticos dietas, pasajes y pernoctas de esa universidad es de magnitudes obscenas, siendo el caso que muchos de sus directivos: autoridades rectorales, decanales y de los llamados organismos “Para Universitarios” se redondean mensualmente (como ingreso fijo) sumas superiores a los 10.000 BsF por esos conceptos, naturalmente fuera de sus sueldos. Esta denuncia que hacemos debería ser investigada por el MPPES, por la Contraloría General de la República, y de la Contraloría social que también tiene rango constitucional.
Las autoridades universitarias no declaran ni rinden cuentas sobre los llamados ingresos propios, estos a menudo se transforman en las cajas chicas de dichas autoridades, el beneficio que reciben las comunidades universitarias son exiguos, pero ocurre que las autoridades de esas casa de estudios se dan la gran vida, y hasta se han dado el lujo de financiar “el movimiento estudiantil de las manos blanca”, y publicar por la prensa nacional escuálida, millonarios comunicados de prensa a favor de cualquier parapeto opositor llámese este “Coordinadora democrática” o “Mesa de la unidad” razón por la cual el status de estas privilegiadas autoridades es muy superior a los profesores y profesoras, trabajadores y trabajadoras del colectivo universitario, es decir de lo que algunos de ellos llaman “el perraje”.
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