Pocos días antes del 26-S escribimos una crónica en la cual decíamos que luego de los resultados debían evitarse los lloriqueos y la búsqueda de culpables y se aplicara “el que ganó…ganó”, porque para eso contábamos con un sistema electoral garante de la transparencia de esos comicios, en los cuales no había forma de hacer trampas; es decir no podía aparecer por ningún lado el “cuartorepublicano” principio de “acta mata a voto” y los muertos…nunca más volverían a votar.
Pero la costumbre -buena o mala-, es difícil sacarla de la praxis en nuestra vida diaria y, particularmente, en política, donde hasta llega a convertirse en malamaña. Es el caso que mucha de la dirigencia de organizaciones partidistas o sociales, luego de cualquier revés no se detienen a investigar las causas, ponerlas sobre la mesa y con toda la honestidad y valentía que ello amerita, buscar la medicina y administrársela al paciente por muy mal sabor que tenga.
En la columna que citamos decíamos que después del 26-S…”nada de lloriqueos” y que quienes sufrían algún revés debían con honestidad y humildad analizar las causas y emprender sus correcciones en base a la crítica y autocrítica revolucionaria -si se trataba de organizaciones del proceso-; mas, pareciera que la cacería de brujas runrunea con acusaciones vinculadas a dinero mal utilizado en una presunta “compra de votos” que en lugar de ir para un determinado candidato favoreció al contrario; así como a una abstención provocada llamada “voto castigo”.
Lo que debe quedar claro para los psuvistas y sus aliados, es que a la vuelta de la esquina están las elecciones presidenciales y que no es tirándose de las greñas y profundizando las divisiones internas como se puede garantizar el avance de este proceso y, por supuesto, la permanencia en el poder de su eslabón básico, Hugo Chávez Frías, quien como el mismo lo anunciara en varios actos de las parlamentarias…estaba precalentando los motores para el 2012.
Así que nada de cacería de brujas en las filas revolucionarias, si deben depurarse sus aguas del oportunismo, quintacolumnas, incapaces y vividores “de la política”…pues hágase ya, en el marco de la práctica revolucionaria: sin amiguismos, sin roscas y con los pies bien puestos sobre la tierra… porque muy difícil será el camino futuro a corto, mediano y largo plazo.
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