Frankenstein en la Asamblea Nacional

Como el conocido cuento de la novela gótica de Mary Shelly: Frankenstein. Monstruo hecho de pedazos de cadáveres y que tomó el nombre de su creador, el Dr. Victor Frankenstein, quien quiso jugar a ser Dios y en su mente revoloteaba la idea de competir con Él.

Sólo logró que el engendro se escapara de su control. Luego dicho monstruo, una vez habiendo aniquilado los seres más querido de su inventor, quiso morir angustiosamente por su propia mano luego de haber muerto su creador.

Ahora acaban de llegar a la Asamblea Nacional 65 pedazos que conforman un cuerpo informe. Y cual monstruo sin control se moverá sin destino y sin conciencia de su deber hacia el pueblo. Listo para arremeter contra cualquier propuesta que tienda a favorecer a una mayoría que pide y seguirá pidiendo a gritos, reformas progresistas.

Pero Frankenstein, paradójicamente termina siendo un monstruo que al final llama a la reflexión, ya que termina siendo víctima de su hacedor y mueve a compasión. A diferencia de nuestro monstruo asambleísta, Frankenstein mueve a compasión ya que quiere ser comprendido por el ser humano y este lo rechaza de forma brutal.

Nuestro monstruo llamado MUD es otra cosa. Es sin duda un engendro, pero se mueve hacia la confrontación perversa y destructiva de todo lo que se haya edificado por esta revolución. No habrá reflexión para convenir con quien quiera de forma sensata, promover bienestar y cambio saludable. Su objetivo será obstruir y corroer lentamente las bases democráticas que atienden a todo un país por primera vez.

Sin embargo tiene que existir un pueblo listo para denunciar el plan ya preestablecido de agresión sistemática, para que todo proyecto útil termine siendo vetado o retardado indefinidamente, para luego culpar al presidente Chávez de incompetente e intransigente.

El pueblo revolucionario tendrá que enfrentar ese monstruo, y ese MUD deberá rendir cuentas claras de su actuación, y seguro su destino terminará a manos del venezolano digno, que no dejará que lo traten de atropellar a través de la irracionalidad y el fascismo desbocado.

Así como improvisadamente se fueron uniendo trozos de cadáveres políticos descompuestos, para aterrorizar con su propaganda barata de comunismo come gente, así terminarán comiéndose entre ellos. Tan rápido como se formaron.

“Una monstruosidad seguirá siendo una monstruosidad desde su nacimiento hasta el final, eso es el fascismo, un proyecto en origen de aniquilación de la conciencia y del ser humano”. (Cita de Kaosenlared.net)

luisortega69@hoymail.com

 


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Luis Ortega


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