A raíz de los acontecimientos del 26-S, el sector opositor del gobierno bolivariano empezó a comunicar al pueblo venezolano, una mayoría que no había analizado. Sin embargo, de tanto repetirla se la creyeron, hasta tal punto que un sector muy diferenciado de la oposición pretende obtener por la fuerza en Maracaibo, las instituciones en mano del gobierno nacional. Dada la falta de homogeneidad de la oposición, nadie se debe sorprender que incluso algún movimiento que la integra, presuntamente contestatario, revolucionario y contracultural, como anarquista, que ha confundido y se ha confundido, en su propio lenguaje. Donde la aconseja es; separarse con racionalidad, para evitar cometer actos inconscientes.
Siendo la anarquía un modo de vida en el cual las relaciones entre los hombres y mujeres, fundadas en un estricto principio de igualdad, sin jerarquías; mediante un autogobierno personal. Una doctrina que se basa en que la autoridad política, es innecesaria. Sostienen la abolición de la autoridad, para ser sustituida por la parte humanista de hombres y mujeres, en un ambiente de cooperación y solidaridad. Son grupos de personas que se aferran a la jerarquía y alegan cualquier pretexto para pasarse al contrario, en busca del dinero, el prestigio o de cualquier comportamiento generador de desigualdades entre hombres y mujeres. Solo se aferra a crear oportunidades para aplicar la fuerza, para lograr un pretendido interés. Al final, con la misma conducta que pretendía atacar. Practicando estrategias no típicas como sistema disciplinario, de corrupción e impunidad.
Son muchos los jóvenes que se dejan arrastrar por ese tipo de conducta y sobre todo en los momentos de crisis. Ven la anarquía en un mundo de fantasías, del placer, subjetividad e igualdad. No le gusta que se le conceptúe por la tenencias de bienes materiales y ni por su capacidad intelectual, porque están convencido que ese es una estrategias del enemigo, para crear grupos privilegiados. El anarquismo, cuando se presenta como un sistema. Se estructura y pueden establecer políticas y estrategias, y crear capacidad de fuerza y generar problema a cualquier gobierno, que no lo monitoree.
Para evitar la anarquía, hay que atacar en todos los frentes las posturas anárquicas, que pueden ser modeladas. Hay que rescatar el respeto por las personas, donde el trabajo sea el denominador común. Formar al futuro ciudadano en una forma integral. No darle al joven lo que el quiere, sino lo que le conviene. Orientarlo para reconozca lo que la institución representa. Hay que evitar que el joven haga las cosas por el placer de hacerla, sino por la utilidad que representa. El anárquico se reconoce porque es caprichoso, insolente, espontaneo, jocoso e incluso inútil. Siempre contando con el dinero de papa y mama.
Son tantas el juego de palabras en política que crean confusiones, que para el anarquista es un placer. Por eso es menester no creer en las personas que no saben, sino en lo que saben y en lo que se siente. Si el anarquista quiere meternos miedo con el comunismo y la propiedad social, sin someterse a un dialogo y a una discusión franca, es señal que es no vale nada. Hay que monitorear con quien se une el anarquista, porque lo que busca es a alguien que haga el trabajo sucio. El anarquista se centra en sentido general, en el individuo y en la crítica de su relación con la sociedad, su objetivo es un cambio social, hacia una futura sociedad sin el gobernante de turno, pero sin aclarar lo que quiere después.
Todas las organizaciones políticas y no políticas, pueden ser infiltradas por anarquista. La historia es testigo de eso. Por lo tanto no se debe subestimar la presencia del anarquismo, ya que el ciclo histórico de los objetos conceptuales, se presentan con mayor profundidad y con mayor fuerza de cosa verdadera, que entre los jóvenes puede hacer estragos.
Ing. Es.
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