Ni siquiera él mismo sospechaba cuán grande era

"Ni siquiera él mismo sospechaba cuán grande era", fueron las palabras con las cuales termina el camarada Fidel sus reflexiones del 11 de marzo, sabias palabras de alguien a quien la historia absolvió hace muchísimos años atrás.

Día a día la tristeza crece como un caudal de agua inmenso, de lluvia fría. Tristeza que se va transformando en una sed de lucha insaciable, renovando las ganas de seguir, continuar el legado de nuestro amado Presidente.

Cuán grande y glorioso ha sido nuestro Presidente, nunca hubiésemos querido ser testigo del despliegue de amor insoslayable que su pueblo ha hecho ante la desaparición física de nuestro máximo líder. Filas de soldados y pueblo son y serán la mejor demostración del profundo sentimiento que sembró nuestro amado Chávez en nosotros, amor, amor puro, amor del bueno, amor gratuito ese que se entrega a cambio de nada, un legado imposible de cuantificarlo en el tiempo.

El mundo en estos días ha sido testigo de ese profundo sentimiento que Chávez inoculó en nuestros corazones, en nuestra razón, algo muy difícil de entender, un hombre que no sólo reivindicó a los pobres de nuestra Venezuela, un hombre que promovió el internacionalismo bolivariano como único método de integración Latinoamérica y mundial. Ha roto el paradigma de la traición, hombre invicto en todas las batallas libradas por la Patria. La luz de tus ideas iluminará el cielo con la firmeza y el compromiso por la vida, la paz y la justicia social.

Cuando pienso en el dolor del pueblo, el mío me oprime el pecho y se me hace un nudo de angustia en la garganta. En cambio, me alivio al pensar en cómo se multiplica Ud. camarada Presidente, en un solo grito: YO SOY CHÁVEZ, grito de guerra de tu pueblo. Pocos en el mundo han marchado hacia la inmortalidad, la Historia te absolvió Hugo y la transcendencia sólo ocupara el lugar que sólo los grandes pueden ocupar, tú, junto a Simón en el Panteón Nacional, serán venerados por el servicio hecho a la Patria.

La canalla mediática no para en su campaña por difamar tu imagen, sus títeres nuevamente arremeten sin consideración, sin respeto, con la inmunidad que sólo la democracia participativa heredada de nuestro líder puede garantizarle. Siguen equivocándose, siguen patrones imperiales que no entienden la grandeza del pueblo venezolano, que no tienen la menor idea del significado de la palabra Patria, de la palabra Amor, de la palabra Lealtad, de la palabra Compromiso, el pueblo sigue con la paciencia y sumido en el dolor, más sin embargo, se mantiene atento ante los agravios de una oposición totalmente desquiciada, sin rumbo y con las carencias propias de una insuficiencia crónica que no les permite entender que no daremos un paso atrás.

Una nueva batalla comenzó con la declaración de guerra hecha por el candidato de la oposición, miserables declaraciones cargadas de un odio perceptible en la piel, la derrota marcada del fascista-sionista lo lleva a la desesperación, los insultos proferidos a nuestro pueblo, a las instituciones y a la familia del Presidente, son una clara muestra del mensaje de esta desfasada clase política. Tengo necesariamente que ponerme a su nivel para poder responder los agravios hechos públicos por este degenerando advenedizo a político.

De sangre azul pulverizada por la pobreza intelectual, de composición genética atiborrada de la más venenosa dosis clasista, quiere disfrazarse de pueblo y con un discurso sarcástico cargado de odio, vender al aguerrido pueblo venezolano una opción ante la candidatura de nuestro camarada Nicolás Maduro. Su primera intervención ha sido una proclama de guerra en contra de la estabilidad política de nuestro país, un claro llamado a una guerra civil y propiciar una posible intervención imperial, ya la agencia de prensa Ria Novosti, ante la infausta noticia sobre la desaparición física de Hugo Chávez, alertaba sobre una posible invasión norteamericana en nuestro país, es lo que claman estos factores apátridas, siguen subestimando al aguerrido pueblo venezolano, no quieren aprender de las derrotas y enmendar sus propias torpezas, siguen jugando al caos, y haciendo el lobby a políticas intervencionistas, no pueden ni acallarán al pueblo que hoy más que nunca está convencido de dar continuidad a la Revolución Bolivariana bajo la conducción de Nicolás.

Una oposición temerosa ante las imágenes de un pueblo desbordado para despedir al líder. No hay argumentos, sólo se sienten guapos y apoyados por la oligarquía internacional y nacional, que de manera grosera, pretende invisibilizar el despliegue espontaneo de millones de venezolanos, que con las lágrimas en sus ojos, mantienen desenvainada la espada de Bolívar con un mensaje claro de no retorno al pasado.

Las continúas declaraciones, unas más cargadas de odio que las anteriores, demuestran la hostilidad de grupúsculos que bajo la batuta del odio arremeten a través de los medios golpistas, liderados por la barbarie de las oligarquías nacionales e internacionales.

Hoy se alzan las banderas patrias para despedir a nuestro eterno Comandante Presidente COMIENZA LA SIEMBRA HACIA LA ETERNIDAD DE SU PENSAMIENTO POLITICO, dispuestos todos a cargar la mochila dejada por él, preñada de sueños de libertad, de patria, de amor, de justicia social, sus detractores seguirán instigando con su maldad su proceso de deshumanización insaciable, despotricando del recuerdo más hermoso que hoy nos legó nuestro camarada Hugo Chávez, su camino hacia la inmortalidad.

Nunca imaginaste Hugo cuán grande eres, tu pensamiento político transciende las fronteras de la Patria en cada rincón del planeta donde el hambre castiga con la desigualdad. Los pueblos del mundo te lloran, tu recuerdo te hace invencible, imborrable, tu ejemplo a seguir se trasforma con el aire, y junto a la espada de Bolívar, que seguirá alerta por toda América Latina, son dos gigantes los que hoy refuerzan la lucha por la igualdad auténtica, por la vida en el planeta.

Tú, Camarada Presidente, encuentras abrigo en el regazo de nuestro Libertador y unidos nos guiarán hacia la victoria final. Estamos hoy en el punto de no retorno, no hay marcha atrás, el pueblo al que le distes amor, te dará la más grande de las victorias el 14 de abril y junto a Nicolás, seguiremos enarbolando las banderas de la justicia social.

Chávez, vives en el corazón de todos los que creemos en la libertad, la autodeterminación y la soberanía nacional.

Nos distes PATRIA y PATRIA les legaremos a nuestros hijos, a nuestros nietos, bajo la tutela de tu ideario político y con el concurso de todo un pueblo que en ti vio a nuestro segundo libertador.

Fuimos egoístas, te pedimos demasiado, pero tú estabas dispuesto a consumir tu alma por nosotros, eso hiciste más allá de la propia razón. Camarada Comandante, disculpa nuestro egoísmo, no supimos entender tu dolor, tu sacrificio desde tu lecho de resistencia, sufriste en silencio por tu pueblo, razón tenía Fidel cuando dijo refiriéndose a ti: NI SIQUIERA ÉL MISMO SOSPECHABA CUÁN GRANDE ERA.

chamosaurio@gmail.com


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Ricardo Abud

Estudios de Pre, Post-Grado. URSS. Ing. Agrónomo, Universidad Patricio Lumumba, Moscú. Estudios en Union County College, NJ, USA.

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