Hoy como venezolano, hijo de Chávez, en mi memoria hay un recuerdo latente, permanente, que no me deja dormir, me carcome el pensamiento y me permite escribir estas líneas.
Ese recuerdo es de aquel 16 de Marzo cuando Adán Chávez comentó al país, en el “Cuartel de la Montaña” frente al féretro de su hermano, de aquel regalo que le dio el Líder del siglo XXI.
Ese regalo no es más que el libro "País Portátil" con una dedicatoria, escrita en 1981, donde decía que llevaban dos morrales en la espalda y que eran infinitos, que no tenían dimensiones para así colocar en ellos los sueños de ver la patria libre y soberana, de ver una Revolución y de ver consolidado el Proyecto Bolivariano y que nuestro país dejara de ser, como el título del libro, un país portátil.
Hugo también le dijo a Adán que si alguno de los dos caía a la orilla del camino era deber del otro hermano tomar el morral, echárselo a cuestas y seguir andando. "¡Aquí voy con tu morral, no joda. Viva Chávez carajo!" expresó Adán.
Ahora el morral de Chávez es el morral de todo un pueblo, un pueblo que en sus hombros cargará con esa mochila para defender su nación.
Ese morral que llegó desde Sabaneta (Barinas) cargado de sueños, ilusiones y esperanzas de tener una patria libre de la esclavitud, de la incertidumbre, del hambre, de la pobreza y de las grandes fuerzas que imperaban en Venezuela durante la IV República.
Hugo Chávez lo trajo en sus hombros a Caracas y fue tomando forma en la Academia Militar, queriendo siempre lo que hacía con fortaleza, conducta y políticas de cambios para servirle al prójimo venezolano, esa población que hoy llora, pero le juran lealtad y le demuestra en las calles mucho amor, ese amor que tu tanto nos dabas.
Aquí dentro llevamos recuerdos de aquel 4 de Febrero del año 1992, cuando ante las cámaras de televisión nos dijiste “esto es un Por Ahora”, un renacer en 6 de Diciembre del 1998 cuando triunfaste en las elecciones presidenciales con más del 50% de los votos y aquella Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que tu creaste con el fin de darle participación y protagonismos al pueblo.
También los sucesos del Golpe de Estado del 11 de Abril de 2002, el mismo que condujo al pueblo a tomar conciencia y salir a las calles a proclamar, “Queremos a Chávez de vuelta”.
No tiene peso alguno si sabemos que en él están tus obras, tus pensamientos, tus alegrías, tus tristezas, tus bailes, tus cantos y tu manera de jugar el beisbol.
Aquí llevamos un método de educación que incluyó a los históricamente excluidos y que terminó con el analfabetismo en nuestra nación, un privilegiado sistema de salud pública, una pensión para el bienestar los abuelos y abuelas, dos satélites uno llamado Simón Bolívar y el otro Francisco de Miranda para el mejor manejo de las tecnologías en nuestro país.
Además, aquí tenemos las memorias de los Grandes libertadores de América, Simón Bolívar, las luchas de nuestros mártires por la liberación de nuestro pueblo, la dignificación a la mujer venezolana, el respeto y dignidad a los indígenas.
Por si fuera poco, en nuestros hombros tienen la responsabilidad de cargar con vías que enaltecen el deporte, la patria y sus símbolos, nuestra historia y la cultura del venezolano.
En ese morral siempre tendremos tu alma viva, serás un escudo imborrable en el corazón de generaciones que lucharán por la Patria y la consolidación de la máxima felicidad suprema, tendremos a un amigo inolvidable, un padre que nos enseñó a querer la patria y aquella frase inmortal “¡AMOR CON AMOR SE PAGA!”
En nuestros días, en este morral entra una nueva historia que sustituye aquel “Por Ahora” para decirte un “Para Siempre” uniéndonos a las palabras de tu hija María Gabriela Chávez, “Vuela alto mi gigante”.
Vuela alto en los inmensos cielos, sumérgete en los mares, ríos y camina tus queridos llanos, que nosotros los hijos de la Revolución Bolivariana, vamos a defender nuestra patria hasta con nuestras propias vidas, esa que usted nos enseñó amar, a querer y hacerla respectar.
“Seguiremos llenando esos morrales, Hugo. Seremos libres y soberanos, llegaremos al punto de no retorno de esta Revolución que tú sigues comandando” esto te lo dijo Adán con el corazón en la mano de todos los venezolanos.
Con morral en la espalda y rodilla en tierra tu legado vivirá en nuestros corazones, pensamientos y en nuestros hombre con el morral de la Patria Grande, la Patria de los Libertadores de América Latina.
orlefrankamaya@gmail.com