Pensaba dedicar todo este espacio a las elecciones del domingo, pero han sido tantos los análisis, así como las coincidencias en las causas de la aplastante derrota del chavismo, que apenas me referiré a ese proceso, y mejor trato de responder a las preguntas que se están haciendo mucha gente: ¿qué va a pasar?
Pese al silencio de sus detractores internos y del exterior, comenzando por la MUD, la prensa española y colombiana, no pudo ser más limpio, transparente y eficiente el desarrollo del proceso de votación y escrutinio de las elecciones del 6-D. Así ha ocurrido otras veces, pero como la oposición siempre perdía, hasta 18 veces en 17 años, lo que hacían era gritar fraude, desconocer los resultados y estimular a Washington para que hiciera lo mismo, e incitar a sus partidarios a “descargar” su indignación, con el ya conocido saldo de muertos. Ahora callaron.
Willmer Poleo me pasa estos datos de alto interés: en las presidenciales, Maduro sacó 7.586.251 votos, y el domingo el GPP obtuvo 5.615.300 (se perdieron 1.970.951), mientras que en 2013 la MUD sacó 7.361.512 y ahora recibió 7.720.576 (subió 368.000). Los resultados revelan que no todos los que dejaron de votar por el chavismo lo hicieron por la oposición: 1.602.665 se abstuvieron. Se deduce que fue un voto castigo, que, sin embargo, no se sumó a la MUD. Yo añado que mantener esas interminables colas, sobre las cuales escribí aquí varias veces, sin que el gobierno pudiera atenuarlas, fue el factor que llevó a tantos electores a cambiar sus conductas el 6-D. Yo me equivoqué cuando vi que en el simulacro electoral del Psuv votaron tantos que revelaba que estaban conscientes de los reales orígenes del desabastecimiento, altos precios y las colas; el chavismo duro, sí, pero no los blandos, simpatizantes, clase media. La ineficiencia, la corrupción y una política comunicacional que no supo explicar ni persuadir hicieron lo suyo.
Interesante la disputa en la MUD sobre la directiva de la Asamblea Nacional, donde tienen mayoría holgada. Lo lógico parece ser que PJ (33 diputados) asuma la presidencia y las dos vices para AD (25) y UNT (21). Siguiendo las normas de la actual AN, no tomarán en cuenta la integración global, pues en tal caso debería presidirla el Psuv, que tiene 52 diputados.
Esa disputa refleja tendencias, una más radical que busca la confrontación, donde se alinean Ramos y López, y otra más comedida que encabeza Julio Borges.