Los Periodistas y Venezuela

El Correo del Orinoco; ¿una necesidad?, ¿una estrategia?, ¿un apostolado?, ¿una creencia? o ¿una aventura? El Libertador en pensamiento estadista y futurista se plasma en la historia como hombre de comunicación, como hombre de información, como hombre popular; cualquiera hubiese sido la motivación libertadora para llevar información al pueblo en lucha. Y es que La Comunicación como desempeño social es solo la expresión más genuina y popular del ser humano sobre su acontecimiento histórico dentro de la sociedad y la historia. Todas las teorías conocidas y las venideras, sobre la comunicación, jamás tendrán la atribución de alejar al hombre esa acción que lleva intrínseca el intercambio con sus congéneres.

Ahora, se puede científicamente aprender comunicación; métodos, medios, ambientes, oportunidad, objetivos, retorica, verdad, mentira, público, lenguajes, imagen, comportamientos, gestos, música, etc.…etc.…etc. La academia brinda un abanico interesante de elementos de aprendizaje que involucran a la comunicación en los contextos, donde la habilidad subjetiva del comunicador o informador sin duda prevalece a la hora de la efectividad solicitada en un plan de comunicación o información. Como es lógico toda comunicación lleva un fin último; bueno o malo, y socialmente hablando.

Hay un elemento vital en la Comunicación Social que no lo enseña, pero que lo reseña, la academia. Este elemento es la ETICA. Allí entramos entonces en el desempeño profesional del Comunicador Social, egresado o no egresado de una escuela pertinente. Como en toda profesión los valores culturales, sociales y de convivencia esculpen la figura pública del periodista, que aunque no sea egresado de una escuela de comunicación, sus valores éticos y morales de vida lo hacen ser un profesional de primera línea y también lo hacen construir una referencia de credibilidad, que es a la final el tesoro más preciado para un comunicador. Más allá del dinero, de la industria del medio, del vestuario, del maquillaje, la geografía, la tecnología, la etnia, la publicidad o la decoración del set.

Siguiendo con la ética y los periodistas, nos adentramos en Venezuela; mi lindo país. Aquí lastimosamente una gran mayoría de PERIODISTAS, exiliaron la ética de sus vidas, desprecian la verdad y piensan definitivamente con el estomago (por decir lo menos). Se ha denunciado siempre la falta de seriedad (casi universal) del periodismo venezolano. Nuestras honrosas excepciones en COMUNICACIÓN SOCIAL son ignoradas y apartadas en sus análisis e investigaciones sobre el periodismo venezolano, también en su trabajo diario. Nadie quiere asumir responsabilidades sobre el mal periodismo que se ejerce en Venezuela; ni la academia, ni el gremio, ni los empleadores, ni siquiera los pecadores asumen su responsabilidad, claro para hacer eso hay que ser valiente. Quien carece de ETICA, no tiene fuerzas para cargar en sus hombros o en su conciencia un miligramo de valor.

La cobardía periodista está anclada con mucha fuerza hoy día en Venezuela producto de muchas cosas, ejemplo; una revolución política que conmocionó los lugares sociales de los individuos, además de la democratización comunicacional, la apertura de medios de comunicación no convencionales o atípicos, el surgimiento de Comunicadores Populares, el ajuste legal en la mercantilización mediática, la justa proporcionalidad en la información mediática nacional, el arribismo político del periodismo, la popularización real de la comunicación social, la alienación de jóvenes con carreras periodísticas, el estereotipado, la lucha de clases, la adoración a lo material, la falta de filosofía en la comunicación, la falta de solidaridad humana en los periodistas y otras que se me escapan en este momento. No hemos estado los COMUNICADORES SOCIALES a la altura histórica que exige este instante nacional; por su importancia, por lo medular en lo social, por la referencia mundial que significa. El periodista teme decir la verdad extorsionado por su posible desplazamiento laboral, organizacional, político, económico o social. Aunque deja su papel histórico a un segundo plano, renunciando a la perspectiva heroica que significa vivir con la verdad.

Son muchas cosas de la cual adolece nuestro periodismo. Es así como vemos informaciones derivadas de un twitter, reseñas de fuentes desconocidas, suposiciones por noticias, opiniones por informaciones, discriminación, desprecios clasistas, montajes y grandes mentiras, complicidad con el crimen, con la sublevación, con la traición a la patria, con el empresariado parasito de nuestras reservas en divisas, con el paramilitarismo, con la pornografía, incluso, permisividad ante la agresión hacia sus propios colegas, desinformación, así como la confabulación en contra de lo más sagrado de la patria; su soberanía y sus instituciones democráticas. Hay alianzas anti venezolanas entre periodistas con renombre o popularidad y muchos intereses empresariales, políticos y transnacionales, para sumergir a la población en la desesperación y el anti patriotismo. Todo producto de una descomposición moral del ser humano, de la que no han escapado los periodistas.

No existe un proyecto venezolano de educación mediática, donde la construcción de ciudadanía crítica sea su norte, su objetivo. Donde el pueblo aprenda a juzgar a sus medios, a sus periodistas. Donde la COMUNICACIÓN SOCIAL sea una escuela gigante de mentes sociales, de individuos abiertos intelectualmente y que enfrenten sus dilemas políticos, sociales y humanos. ¿Sería esa la idea de nuestro Libertador cuando fundó "El Correo del Orinoco"?. ¿No significa nada, que ese día sea escogido para conmemorar "El Día Nacional del Periodista? ¿No somos los periodistas los llamados por el destino, para formar ciudadanos desde nuestras trincheras informativas? ¿No somos los periodistas los escogidos para fortalecer con la verdad la vida de los pueblos? Llamemos entonces los periodistas; a emprender ese proyecto.

Esta patria sin duda espera mucho de sus hijos periodistas, de los verdaderos, de los nacionales. Sobre los periodistas recae una gran responsabilidad; guiar en las confusiones del pueblo hacia la mejor salida. Somos los periodistas como padres de la sociedad; ejemplos de vida, de comportamiento, de patriotismo, de fe, de fuerza, de convicciones; tenemos que ser enseñanzas.

Sin duda Venezuela se merece un mejor periodismo, un mejor periodista y la más grande VERDAD.

Saludos a todos LOS COMUNICADORES SOCIALES en su día.

 



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Pedro Barrera


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