Un triunfo popular

Quien va a negar la conexión de La Constituyente con los sectores populares, acaso la misma conformación de las listas de candidatos no es un reconocimiento a los que nunca fueron tomados en cuenta. Romper esa cúpula en sí, viene a ser una revolución dentro de la revolución chavista. La derecha venezolana equivoca las estrategias una y mil veces al no saber incorporar al pueblo llano, y de hacerlo los tratan como asalariados al pagarle un jornal diario con su respectivo plato de comida, esos al final fueron los que protagonizaban las guarimbas, asalariados que sin pensamiento filosófico se ponían la orden de una causa por una contraprestación material. El día de la votación no valieron los saboteos, ni el culto al miedo, la gente quería votar por la consolidación del proyecto de Chávez, jóvenes, adultos y viejitos estaban supe claros del porque irían a sufragar. Los que jugaron al fracaso se quedaron con los crespos hechos, aquellos que corrieron la voz que Las Fuerzas Armadas no cubrirían los Centros de Votación se metieron la lengua en el bolsillo desde el día 22, igualmente aquellos que apostaban a un abultado número de votos nulos, se quedaron con la boca abierta. Nicolás Maduro Moros, no necesita de asesores cubanos, ni gringos, El Presidente de La República, se crió en las calles caraqueñas, trabajo en El Metro, de tal manera que conoce muy bien el pensamiento de los venezolanos, aparte de eso como si fuera poco, tuvo de gran maestro el comandante Hugo Rafael Chávez Frías. No se puede equivocar, calcula muy bien, caza peleas buenas, no pierde tiempo con aprendices de la política. Llamó al diálogo reiteradamente, antes de las elecciones. Si la oposición aceptaba él, Maduro colocaba sus condiciones, puesto que es el padre de la criatura. Pasadas las elecciones, sigue llamando al diálogo, pero ahora con otra herramienta de trabajo muy fuerte. De tal manera que acorraló a la oposición metiéndolos en un callejón sin salida. Esa experiencia de líder sindical conjuntamente con la de Canciller lo moldeó como gran estratega, y acaso ganarse la confianza de Chávez era cualquier limón dulce, había que trabajar para sobresalir ante unos guerreros como Aristóbulo, José Vicente y el mismo Diosdado, eso sin tomar en cuenta el grupo de militares que siempre lo rodeaban. La victoria de La Constituyente hará historia en Venezuela, primero por las grandes dificultades que tuvieron que enfrentarse tanto interna como exteriormente, y lógicamente por ese sentimiento popular que la bendice en mantos de paz y justicia. Que se olvide Donald Trump de atacar a Maduro, que se preocupe más bien de resolver sus rollos. Que se olviden los gobiernos de España, Colombia y Canadá. Esa retórica diplomática no conduce a nada. Miren y por el Petróleo, ellos son los que lo necesitan. Nosotros estamos preparados para todo, ellos, los oligarcas, con su guerra económica nos prepararon para enfrentar las circunstancias, además a nadie le falta Dios.



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Pedro De Lilla

Cronista e investigador social

 pedrodanieldelilla@gmail.com

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