Hablando del coronavirus

La cuarentena y sus consecuencias sicológicas.

Viernes, 27 de marzo de 2020.- No es lo mismo estar en tu casa encerrado porque no te dan ganas de salir, no quieres salir, no te provoca y no sales porque no quieres, a estar encerrado porque no puedes salir, porque estás sometido a una cuarentena que si cumples adecuadamente aumenta significativamente tus probabilidades de no contagiarte con el coronavirus.

Es la lucha entre la vida y la posibilidad de perderla, de poder ser atrapado por ese enemigo silente.

Estás en tu casa, en tu territorio, en el mismo espacio, con la misma gente o solo, pero el efecto que te produce es diferente, opuesto muchas veces

Es totalmente diferente.

En el primer caso disfrutas de tu encierro como casi una bendición, eso si lo usas en tu provecho y puedes hacer cantidad de cosas que seguramente habías pospuesto, pintar, leer, escribir, escuchar música, chatear, ver películas, estar con la familia o no hacer nada, en fin, encierro voluntario o encuevamiento a motus propio.

En esta cuarentena en la que todos, convencidos o con dudas, estamos juntos en este esfuerzo de combatir a este mal que amenaza con extenderse, el efecto que tiene en nosotros la cuarentena, donde la sensación de no poder salir, de estar encerrados, prácticamente a juro, provoca reacciones que se manifiestan de diversa forma.

Siendo un factor fundamental la forma, el como la encaramos, como la manejamos y como hacemos para que ella no nos maneje.

Hay quien se la toma con filosofía y hasta disfruta, estos, están casi contentos, cuando los llamas por teléfono y te dan como reporte que hace tiempo que no la pasaban tan bien y que se encuentran de excelente humor, provoca ahorcarlos, bueno, es un decir, no exageremos pero cuesta creerles.

Y uno se pregunta: ¿cómo pueden estar tan felices encerrados en sus casas, cómo es eso posible?

Me comentó un amigo, cuyo nombre no puedo rebelar, que tenía años que no pasaba tanto tiempo con su mujer, que la quiere mucho pero que casi no soporta esta situación, están pasando muchas horas juntos, me dijo, días después le llamé de nuevo y no estaba, salió de compras y la señora que casi es un ángel, me comento grado 33, que ya no lo soportaba que se quería meter en todo (mi amigo, su marido) y que si yo tenía alguna idea de cuando se acabaría esta bendita cuarentena.

Cuentos de adultos contemporáneos.

Quiero hacer la salvedad que no me refiero a ninguna persona en particular, son solo casos genéricos, a usted si se identifica con alguno de ellos le garantizo que es pura casualidad.

Hay, entre los muchos casos que se observan, la tipología del mudo o la muda circunstaciales y son aquellos que no quieren hablar, no quieren ni tocar el tema y se aíslan, se la pasan pensando, pegados de la Internet, sin comunicarse, cocinándose en sus propios jugos, cuidado compañeros, comuníquense, drenen y compartan con los demás no solo sus angustias sino las informaciones que tienen.

Otro caso, que se repite con mucha frecuencia, es el de los cascarrabias, a quienes se le ha agriado mucho el humor en la presente situación que nos ha tocado vivir, aquellos que le han dado rienda suelta a su mal humor, que pelean por todo y que no soportan ni a su sombra.

Viven criticando a todo el mundo, bueno, a la gente que está en su circuito vital y nada de lo que hacen los demás les parece que está bien hecho, siempre con una palabra de desaliento a flor de labios y prestos a la crítica destructiva.

Todos los que le rodean tienden a evitarlos y si no son capaces de superar sus ataques de mal humor, su comportamiento iracundo, corren el riesgo de quedarse solos, aunque no les importe.

Si usted está en esa categoría le invito a reflexionar y a superar esas crisis de refunfuñiamiento que no dejan nada bueno.

Acuérdese querido amigo, querida amiga que todos estamos pasando por lo mismo y que nadie tiene la culpa directamente de lo que estamos pasando.

Hay muchos otros tipos de reacciones y de combinaciones de tipos que aparecen ante esta situación inusual y estresante, estemos alertas y cuidadosos con nuestras acciones, no maltratemos a los que nos rodean y tratemos de sumar, de contribuir a hacer mas llevaderos estos tiempos que nos han tocado vivir.

A todos nos está afectando de una u otra forma esta cuarentena a la que nos ha sometido el coronavirus, tratemos de manejarla con sabiduría y démosle apoyo a aquellos que mas lo necesitan.


 



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Luis Enrique Sánchez P.


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