La frontera más transitada y activa de América Latina es la que compartimos con Colombia; cualquier atajo era utilizados por los llamados trocheros en el contrabando de la gasolina; ahora son usados para evadir el control sanitario que magistralmente ha llevado a cabo el gobierno nacional para evitar el contagio del coronavirus; a sitios formalmente acondicionados, por controladores de la salud y organismos militares; donde son atendidos desde el punto de vista logístico, sanitario, manutención y tratamiento de cualquier otra enfermedad que estén afrontando y someterse a la cuarentena; para luego ser llevados gratuitamente a sus respectivos hogares y de esta forma evitar un posible contagio a sus familiares, amigos y vecinos
Cuando se sospeche que alguna individualidad ha ingresado por los caminos verdes o no presente la certificación emitida por los puestos de control donde especifique que está libre de coronavirus, deben ser denunciados a través del correo electrónico: trocheros2020@gmail.com y de esta forma se estará colaborando con las autoridades para cortar el cordón y así evitar la propagación del virus. El Estado en el uso de sus atribuciones legales y en resguardo de la salud del pueblo ha venido aplicando el Articulo 42 de la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo, a los que violen la norma se le aplicaran de 7 a 8 años de presidio y será tratados como terroristas; con sitio de reclusión en la colonias del Dorado en el estado Bolívar.
Hay que resaltar que el tratamiento que le dan a nuestros connacionales, o bien cuando están de transito por Colombia, afrontan penalidades y privacidades unida a los ataques de xenofobia. Colombia en oportunidades traslada o permite su traslado, en autobuses donde van contagiados o no, con un desprecio que sale a flote; y en oportunidades son llevados directamente a las trochas, ignorando los sitios de control. Al parecer es una política de Estado del Sr. Duque. No obstante ha pasado con nuestros coterráneos, salieron a buscar un "paraíso" y se encontraron con un infierno. Producto de este trato que están recibiendo en el exterior es consecuencia de unas repulsivas declaraciones, del hoy prófugo de la justicia Julio Borges; cuando declaró que la migración venezolana era un foco de inestabilidad que había llevado miseria, basura y plaga a esos países.