En la actualidad cientos de comunidades en el país se han incorporado a las políticas públicas en materia de seguridad ciudadana con lo cual aplican métodos en función de disminuir los altos índices delictivos en sus áreas residenciales ya que, como es sabido, la cultura sobre la prevención integral de la población garantiza un clima de paz y de convivencia ciudadana.
Al respecto: ¿Qué entendemos por seguridad? La seguridad en sentido restringido es definida como el conjunto de políticas y acciones coherentes que tienden a garantizar la paz pública, por medio de la prevención y represión de los delitos a través del control penal y policial (Arraigada, 2002).
De igual forma se explica que los delitos es producto de la existencia de conductas, hábitos o costumbres que cada día son adoptadas por grupos de personas ligados a los intereses meramente mercantiles. Y todo ello repercute en una sociedad que se va formando criterios, paradigmas, modelos que en ningún momento van ayudar a desarrollar potenciales liderazgos positivos dentro de cualquier célula organizativa. Es decir, el comportamiento será en vías de crear anomalías.
En tal sentido, nos ha llamado la atención para este estudio, a Dubric (2009) con aquello que "La formación de criterios obedece a normas adquiridas que se vuelven rígidas y absurdas, y así es como se acciona y reacciona". El mismo autor dice más adelante, no con palabras edulcoradas pero de gran peso real: "Es muy lamentable, pues está preso, sin juicio independiente para discernir".
Entretanto otros dos autores como Park y Burgess (1924), citado por Betancourt y González (2002) sostienen que "las conductas desviadas son como algo que se propaga a medida que las instituciones de la comunidad se deterioran y dejan de satisfacer las necesidades de los ciudadanos".
Ahora, bien, ¿cuál viene siendo el rol de las instituciones al despertar conciencia en el colectivo? En la actualidad el individuo pensante y de libre albedrío interactúa en distintos ambientes, sectores, lugares. Socializa, actúa, participa, pero es más las veces que tratará de imponer criterios y buscará competir hasta erigirse como ser superior. ¿Esto qué nos dice de la formación de grupos liderizados por personas bajo alguno trastornos de conducta social o psicológica?
Bueno, lo cierto es que en medio de varios factores socioeconómicos y culturales la delincuencia en la población juvenil e incluso adulta (mujeres y hombres) quienes no han tenido la oportunidad de compartir experiencias sobre valores dentro de instalaciones con actividades instructivas es una necesidad imperiosa para el éxito de la convivencia en sociedad.
En relación al video Plan de Seguridad Móvil, cuya temática versa en función del centro de Coordinación Policial Juan de Villegas 1, ubicado en Barquisimeto, capital del estado Lara, en Venezuela, se destaca la labor comunitaria impulsada generalmente por funcionarios policiales de esa entidad hacia poblaciones vulnerables; en especial niñas, niños y adolescentes, constatando se trata de una acción socio-integradora desarrollada en las urbes y que poco a poco ha generado un comportamiento favorable en las comunidades más perjudicadas..
Cómo desmentir que en algunas zonas populares de nuestras principales ciudades del país la delincuencia juvenil sigue siendo un problema de primer orden. Del otro lado está atacarla por medio de los controles de organismos de seguridad del Estado sin que sea considerada que la modalidad para contrarrestar este tipo de irregularidad es tomar en cuenta al sujeto en condición de ser humano.
Como punto de inflexión, hemos realizado recorridos llevados a cabo en diferentes zonas de la gran Valencia, cumplidos bien sea por razones laborales o de tránsito. ¿Y qué se ha apreciado? Desde luego la proliferación de grupos juveniles asumiendo controles de calles, avenidas u otros espacios públicos sin que la población residencial pueda persuadirlos de tan terrible realidad social como el delinquir y atentar contra el buen vivir y la seguridad de las familias.
Son diversos los testimonios de residentes en barriadas quienes bajo el anonimato refieren de lugares bajo el control armado de algún joven delincuente. Para sorpresa de unos, varias de estas comunidades populares y con crecimiento poblacional no están en las periferias del área metropolitana de Valencia sino dentro. Por ende la situación se ve, hasta cierto punto como normal, cuando muchos de estos jóvenes culminan en situación de privados de libertad, enfermos, lisiados, con alguna incapacidad o peor todavía, muertos por no haber contado con correctivos de conducta a tiempo.
La valoración y la integración de niñas, niños y adolescentes en disciplinas de impacto emotivo y desarrollo físico-mental contándose con el apoyo de cuerpos de seguridad del Estado, es una iniciativa que necesita amplio respaldo de los sectores más involucrados en una posible zona residencial.
Hay que diferenciar cuando en una misma comunidad se cuentan talentos deportivos, culturales y hasta artesanales. Lamentablemente son muy pocos los servicios públicos o los instructores para cumplir estas nobles tareas como la de ser multiplicadores.
Tengamos en cuenta, entonces, la trascendencia una vez las comunidades acepten la participación conjunta de fuerzas de seguridad en sus sitios de convivencia diaria, como el ejemplo de insertar a niñas, niños y adolescentes trabajando dentro de los programas deportivos de instituciones policiales.
De igual forma, una manera de captar jóvenes promesas para la actividad policial ha sido instruir en el orden cerrado. Aunque se sabe esta modalidad está coordinada por un comité conformado por militares activos perteneciente a los cuatro componentes de la Fanb y docentes adscritos al Mppe, en diversos lugares ha traído disciplina, control y respeto. Por lo menos tal realidad la hemos percibido en nuestra comunidad ya que por medio de esta actividad los jóvenes cursantes de estudios de 4to y 5to año de bachillerato adquieren, además de disciplina, una serie de valores con respecto a la jerarquía de un líder y cuando sé es subordinado. El respeto a las órdenes impartidas tanto individuales como en colectivo. Se toma conciencia cívica, honor, solidaridad, amor, lealtad hacia la patria, la propiedad ajena y el sentido de pertenencia.
Ahora, bien, la figura de la Policía Comunal no está del todo arraigada en la comunidad del sector 03 de la Vivienda Popular Los Guayos. Sin embargo voceros del Consejo Comunal de la mencionada área han convocado a funcionarias o funcionarios para que brinden el respaldo debido en materia de Seguridad Ciudadana y todas esas orientaciones que como figuras de la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional deben garantizar para tranquilidad de los vecinos.
Por lo general la distribución de drogas en zonas adyacentes a las instituciones de educación por parte de microdistribuidores con residencia en el mismo sector es un ejemplo del gran esfuerzo que debe llevarse a cabo entre las partes involucradas por cuanto la problemática generada y su debida erradicación transita en un arduo trabajo de convivencia social. Es evidente el tremendo daño entre propios habitantes.
Empero, la falta de normas internas dentro de las gestiones que se han dado en el Consejo Comunal de esta populosa zona han impedido una acción más eficaz de estos grupos policiales en cuanto a esta problemática. No obstante, se sabe de resultados sobre abuso de menores, violencia de género, resolución de conflicto en el cual las orientaciones y talleres en espacios semicerrados y ante Asambleas de Ciudadanos como de Padres y Representantes dentro de las instituciones educativas han contado con la presencia de la Policía Comunal.
Asimismo una opinión particular al igual que la de diversos grupos familiares que conforman parte de la vocería del CC del sector 03 de la Vivenda popular Los Guayos califican de positiva el contar con la figura de la Policía Comunal la cual se le ha podido ver transitar pequeños tramos de la zona y acudido a eventos de masas como convocatorias internas. De igual manera su presencia en las paradas del transporte público es un punto favorable dentro de la organización pero no se cumplen las normas acordadas en cuanto respeto a la colectividad por parte de chores y colectores, lo que se traduce en una profunda decepción.
En vista que la Policía Comunal trabaja en conjunto con muchos Consejos Comunales dentro de un territorio en el que habla el Poder Popular de Ciudad Comunal, las estrategias que se siguen es mantener la organización de las estructuras públicas y respetar los cuadrantes de paz. De igual forma existen oficinas para Atención a la Víctima, Protección del Niño, Niña y Adolescente, el juez de paz, entre otros.
Una de nuestras recomendaciones a la hora de dar respaldo promocional a la función de la Policía Comunal es la creación de un programa radial en la emisora comunitaria del municipio y se despliegue el conocimiento al común de la gente sobre los objetivos de la Policía Comunal pues, el desconocimiento de esta figura pública en materia de Seguridad Ciudadana ha permitido que vecinos incurran en faltas como consecuencia de la falta de tolerancia al no manejarse como ciudadanos iguales. Otra estrategia es que en el calendario anual existe el Día del Policía y del funcionario público pero pareciera la autoestima de las instituciones policiales es para llevarla internamente. Debe darse a conocer para su posterior reconocimiento público.
A su vez, una sociedad como la nuestra, netamente consumista, es lógico pensar se inclina más hacia lo material que se mantenga en posición conservadora. Al decir de los valores son fundamentales para el buen desarrollo del individuo en sociedad, nos colocamos por apostar en el rol que desempeña el hogar para quien debe compartir costumbres y hábitos personales en la escuela, la iglesia y/o espacios públicos es determinante.
Desde luego, hacemos votos para que las orientaciones familiares sean cada vez más abiertas y francas dada la manipulación por parte de menores de edad de móviles o cualquier otro equipo en el que las herramientas tecnológicas es común para lograr comunicaciones a toda hora y bajo cualquier circunstancia. Al haber conciencia sobre los contenidos y aprovechamientos del recurso de las TIC un joven más sano y respetuoso no estará pensando en la planificación de cómo ingresar a un galpón de la zona industrial y extraer materia estratégico para la venta y con ese dinero gastarlo en alguna necesidad personal.
Actualmente en Venezuela se necesitan jóvenes muy bien preparados para cubrir vacantes tecnológicas y manufactureras. Con un alto concepto de lo que es el valor del trabajo y, por supuesto, del estudio; amante de la naturaleza y de la condición del ser humano. Son éstos los valores principales que deben manejar los jóvenes desde la niñez y la pubertad. La ética como principio indispensable para la vida y el desenvolverse con respeto, tolerancia, democracia y pacífica en sociedad le advierte debe manejarse dentro del campo de las artes políticas; en especial sobre deberes y derechos que lo consagran como ciudadano libre, independiente y republicano.
De aquí, entonces, que se promueva la participación protagónica al pueblo y genere mecanismos que están contribuyendo con la autorregulación de la comunidad, para controlar y prevenir situaciones que generen irregularidad y violencia o que constituyan amenazas, vulnerabilidad y riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes.
La participación de la familia es clave en la disminución de los delitos. La Policía Comunal dentro de su radio de acción y orientaciones públicas ha hecho comentarios sobre el tratamiento de problemáticas que afecten la paz y seguridad de núcleos familiares. En la situación actual (pandemia Covid 19) en que los medios de comunicación han venido destacando el auge de la violencia doméstica y el maltrato además del abuso a menores de edad debido al confinamiento, la Policía Comunal ha tomado espacios para señalar las consecuencias y las penalidades ante tamañas acciones.
En muchos de estos encuentros los liceos y escuelas han sido el epicentro de los talleres y charlas en que grupos familiares han podido conocer los diversos materiales con que la Policía Comunal intenta crear conciencia colectiva, especialmente en la población estudiantil. Desde luego, todo esto ha sido suspendido pero como ya dijimos anteriormente los medios de comunicación han implementado una campaña general en la que resulta imperiosa llamar la atención ante los focos de violencia doméstica. Esto obviamente ayuda al fortalecimiento de los organismos de seguridad pero a su vez crea ese estado de alerta en que la misma ciudadanía y las autoridades nacionales, estadales y municipales deben buscar mecanismos para bajar esas desviaciones violentas que pueden causar un gran impacto social y desventajoso dada la falta de recursos económicos en cuanto sostener cargas extras, más perjudiciales para las mismas familias con escasos recursos económicos.
Se insiste en el discurso coherente, el aprovechamiento de los recursos tecnológicos y humanos, en la planificación y la investigación con diagnósticos, seguimiento, control y evaluación que definan objetivos precisos. Sólo podrá orientarse a la convivencia como fundamento de la seguridad ciudadana.