Desde hace tiempo atrás hemos estado advirtiendo el grave error (?) de muchos por haber seguido la línea gubernamental, la de votar por Didalco Bolívar y por Humberto Prieto. A riesgo de que me dijeran escuálido dije que no votaría por ellos ni que me pusieran un traje de astronauta, cuando insistieron que fuera a votar con un pañuelo en la nariz.Igual opinión tuve de los parlamentarios que me quisieron vender ( sin mala fe, posiblemente ) como revolucionarios, una tal Fanny García y un tal Luis Herrera, por recordar sólo dos. Desconfié, y no voté por nadie, sólo me quedó la desagrable y molesta sensación de que algo en mí no estaba bien y me creí culpable de haber cometido traición. Así estuve unos meses, rumiando mi arrechera que llegó hasta el mismísimo Presidente Hugo Chávez por querer obligarme a votar por una gente que, de todas todas, como dicen, eran unos sinverguenzas. Me dejé de pendejadas y me convencí de que primero estaba mi dignidad y luego venía lo demás. Recordé mis años en la gloriosa Juventud Comunista y las veces que el Partido nos indicaba la línea a seguir, pero no estábamos obligados y no teníamos razón alguna para negarnos o disentir porque no lo sentíamos así, era nuestra misma moral compartida con los viejos camaradas y su sabiduría, nos enseñaban y nosotros aprendíamos. Ahora es diferente, ya aprendimos y eso de seguir la línea pase lo que pase y porque así debe ser, porque lo dijo Chávez, no, camaradas, nuestra dignidad no se debe dar como un cheque en blanco y en ocasiones tan miserables como la de votar por unos pillos y, como en efecto, así resultaron. La prueba tardó un tanto y el tiempo me dio la razón. Didalco Bolívar, Humberto Prieto ( caro al Presidente ), Fanny García, Luis Herrera, entre otros, del estado Aragua donde habito, fueron un fiasco y son candidatos seguros a ser revocados por el mismo pueblo que los eligió.
Hemos soportado en el estado Aragua la dejadez de estos funcionarios. Cada quien sabe que nada funciona como es debido. Juntas Parroquiales, ineptas; Prefectos, incompetentes y desligados de su comunidad; Policías ( Estadales y Municipales ), en su mayoría, matraqueros y amparadores de delincuentes; Guardia Nacional, protectores a sueldo de individuos con oscuros negocios. Y no diremos más.Si los de arriba proyectaron eso, ¿qué podemos esperar cuando falta la autoridad y la protección al ciudadano?
Una cosa es oir hablar a nuestro Presidente, sus deseos y sus sueños, y asunto diferente es caminar por cualquier localidad del estado Aragua y ver la nube de langostas que sigue arrasando y desolando pueblos, donde el ruido estridente de la voracidad aún zumba en nuestros oídos mientras los Didalcos y los Prietos, porque son muchos, se desplazan por los campos del estado con las mismas intenciones aviesas. El Revocatorio, por ahora, es la mitad de una solución, quizá la más fácil; la parte difícil, saber escoger un alcalde, un gobernador - y también a unos parlamentarios - que sean dignos de un pueblo. Necesario es que tengamos buenas opciones o corremos el albur que nos llegue otra plaga quizá peor que la actual. Eso sí, quiero y deseo votar, no dar un cheque en blanco a un candidato aunque el mismo Papa le dé su bendición.
Por el Socialismo del siglo XXI
Por la dignidad de un pueblo
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