Tal como prometí el domingo, hoy me refiero a los artículos más polémicos. Supongo que también los discuten en el chavismo en el amplio proceso abierto con el concurso de gente del pueblo como en ninguna otra época, aunque con algunas expresiones de intolerancia.
El art. 90 fija en seis horas diarias la jornada de trabajo. Se argumentó que esa no era materia de la Constitución sino de la ley. No es cierto. La Constitución de 1947 (art. 63 numeral 1) establece la "jornada máxima normal de ocho horas diarias en el día y siete en la noche... Ésta podrá propender a la disminución progresiva de la jornada máxima..." La perezjimenista de 1953 voló esa disposición, seguramente por vez primera se argumentó que no era asunto constitucional, pero reapareció en la de 1961 (art. 86). "La ley limitará la duración máxima de la jornada de trabajo. Salvo las excepciones que se prevean, la duración normal del trabajo no excederá de ocho horas diarias ni de cuarenta y ocho semanales...
Se propenderá a la progresiva disminución de la jornada laboral..." Esta última disposición estuvo vigente 38 años, y a nadie se le ocurrió, ni a la prepotente CTV, proponer esa disminución. La vigente de 1999 contiene ambas disposiciones. Ni en 1947, Fedecámaras, que ya existía, ni en 1961, cuando adquirió mas poder, ni en 1999, se opuso, y tampoco lo hicieron los políticos que ahora lo hacen. Sencillamente, no quieren que se disminuya la jornada laboral.
De donde han surgido cuestionamientos razonables es de Empresarios por Venezuela, que asegura tener 212 mil microempresarios afiliados y que, al igual que Fedeagro, considera que la reducción de la jornada afectará a esos sectores de la economía, provocará desempleo y quiebras. Supongo que en la Asamblea Nacional estudiarán estas posiciones y después decidirán si deben o no contemplarse excepciones.
Las diversas formas de propiedad están en el art. 115. Una de las cuestiones en torno a las cuales había mas expectativas era la relacionada con la propiedad privada, expectativas que despeja el artículo que reconoce y garantiza hasta cinco formas de propiedad: la pública; la social (propiedad social indirecta ejercida por el Estado, por ejemplo, Pdvsa, y propiedad social directa: comunal, ciudadana), la colectiva; la propiedad mixta, y la propiedad privada, que "es aquella que pertenece a personas naturales o jurídicas y que se reconoce sobre bienes de uso y consumo, y medios de producción legítimamente adquiridos".
No sólo está garantizada la propiedad sobre viviendas, vehículos, etc., sino sobre medios de producción. Esta es una diferencia sustancial con el socialismo del siglo XX, cuando todos los medios de producción (industrias, transporte, comercio, bancos, agroindustria, etc.) eran propiedad del Estado. Así fue en la Urss, China, las llamadas democracias populares de Europa, Vietnam, Cuba, Corea del Norte, etc. Este último país es el único donde subsiste esa forma de propiedad exclusiva del Estado.
El Dr. Maza Zavala aquí, en su página Pulso de la Economía del pasado domingo, escribió que si en la totalidad de la actividad económica prevalece la forma pública y social, la estructura podría considerarse como economía social o socialista, pero si prevalecen, como ahora, las formas privadas, la estructura sería capitalista con proyección social. Tal como él mismo asegura, "se interpreta que el Estado propenderá a favorecer las formas públicas y sociales de la propiedad y la gestión, aunque garantizando la forma privada".
Estos principios en la economía están igualmente presentes en los políticos (art.
2), donde queda inequívocamente establecido el pluralismo político, concepto que es reforzado en el art. 6, sobre el gobierno, tanto nacional como local, que será "democrático, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables".
El 225 permite la reelección continua. Comprendo las razones que supongo tuvo Chávez para proponerlo, aunque no pueda reconocerlo públicamente. Él conduce un proceso de transformaciones y cambios estructurales, un nuevo proyecto de país en lo fundamental por él concebido, con poderosos enemigos afuera y adentro, consciente de que en otras manos no terminaría de consolidarse y correría el riesgo no sólo de retrocesos, sino de desaparecer. Entre quienes se mencionan en las encuestas como opciones, Diosdado Cabello y José Vicente Rangel, no tienen fuerza para que Miraflores conserve su capacidad de convocatoria, de mantener unidas las fuerzas del chavismo, de controlar sus grupos y tendencias; el poder en las manos de cualquiera de ellos puede derivar en rupturas, división del Psuv, quebrantamiento de la unidad y rupturas en la Fuerza Armada. De allí que el filósofo Francisco Rivero, profesor de la Metropolitana, comparara esa situación con la del pintor que ejecuta su obra maestra, por él concebida, que pinta cada uno de sus trazos, que le introduce cambios, pero que nadie más podría terminar. De suerte que no es por perpetuarse en el poder que Chávez hizo esa propuesta. Y pregunto, ¿si no es antidemocrática en Francia ni en España la reelección continua, y en otros 12 países europeos, porque sí lo es en Venezuela? Allá y aquí, la última decisión queda en manos del soberano, y aquí se puede revocar su mandato, lo que no es posible allá.
Lo que me extrañó es que alargara el período a siete años. No he escuchado razonamiento válido; Cilia Flores no fue convincente cuando JVR se lo preguntó.
En el 318 de la vigente Constitución se lee que la Fuerza Armada Nacional es "una institución esencialmente profesional, sin militancia política", etc., y la propuesta de reforma (art. 328) reemplaza esa definición por ésta: es "un cuerpo esencialmente patriótico, popular y antiimperialista..." Como no se observa ninguna contradicción, el almirante Maniglia opina que deben fusionarse ambos. Razonable su recomendación. Si teniendo la expresión "sin militancia política" un general como Müller Rojas piensa que los militares pueden inscribirse en el Psuv, una vez que se elimine quedarán las puertas abiertas para inscribirse, no sólo en el Psuv sino en cualquier partido. Sería un absurdo, si la FAN sigue teniendo como "pilares fundamentales la disciplina, la obediencia y la subordinación". ¿Por qué los diputados no se animan a reflexionar sobre esa materia?
IV de la serie
Por supuesto que los bancos extranjeros mencionados el domingo obtuvieron significativas ganancias negociando las notas estructuradas de Venezuela. Pero, como es de suponer, también se llenaron los mediadores.
De los dos más importantes, ambos venezolanos, uno estuvo en capacidad de adquirir un modesto banco en Austria por 15 millones de dólares, y obtener así doble nacionalidad. El otro conoció en Washington a la esposa de un multilateral, quien lo conectó con un muy alto funcionario venezolano, y por esa vía logró vincularse a esas operaciones. Con ganancias a repartir, se supone.
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