En dias pasados escribí por acá sobre los incautos que se la pasan recogiendo pedazos de verdades dejadas a la vera del camino por los demonios que son los mismos hombres. Además dije que hay quienes se tragan su propia bazofia para que no advirtamos su podedumbre contrarrevolucionaria, hasta que ahitos de si mismos, estallan. No diré que he sospechado tiempo ha de la traición de alguien en particular; tampoco que el nuevo intento de golpe se veía venir, pero si puedo asirme con firmeza a mis propias opiniones ante distintas asambleas de ciudadanos y del PSUV y a las que he emitido por este farol de la lucha revolucionaria. Mas atrás, en las largas conversaciones con mi padre, hemos reflexionado juntos sobre la urgencia de defenestrar ya no solo a la vieja estructura de poder que no acaba de morir porque no la terminamos de matar, si no por que se gestó, se consolidó y se enquistó en espacios revolucionarios una nueva especie política que me he dado en llamar neo adecos, que hacen anastomosis con la rancia oligarquía criolla y externa.
Nuestras preocupaciones y nuestros sentidos de urgencia han sido interpretados brillantemente (porque le son propios) por el Comandante Presidente con su propuesta de reforma, así, tajantemente. No es una alternativa para continuar la revolución; es la única via para profundizarla. De este convencimiento surgen las actividades para desmenuzar y conocer al dedillo cada una de las propuestas de artículos que la conforman, para divulgarla con ímpetu en los escenarios que corresponda. Con esa conciencia, desde esa realidad puedo sentir esa extraodinaria metáfora cuando nos dijo:" Sopla tiempo que tengo tempestades para maniobrarte". Explícita imagen de la fuerza ideológica de este proceso indetenible.
Insisto también en que no debemos permitirle a la contrarrevolución, abierta o entaparada, que nos sorprenda. Hay que asumir que la lista de traidores esta llena de nombres que ahora pueden ser heroes o andan agazapados esperando "el momento mediático oportuno". Pero es poco común escuchar al Comandante pedir un consejo para el alma. Imagínense el tamaño de la traición cuando quien da aliciente a las nuestras la solicita de manera pública y notoria.
!Fortalezcamos el alma de la revolución en la campaña por el SI! !Barramos al enemigo político sin compasión en el referendo! !Que cada quien ocupe su puesto y lancemos el viento revolucionario sobre sus frágiles velas!
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