5 Diciembre 2007
Hace 15 años cuando el calendario marcaba 4 de febrero, ocurrió un hecho, que hoy a la luz del camino del tiempo se puede calificar sin reservas como el momento de la verdadera transformación del país.
Al frente de aquella historia estaba un hombre, que nunca más, hasta el día de hoy, ha dejado de ser noticia por tres condiciones que ni en los peores momentos ha transformado: pensamiento, verbo y acción.
Estoy hablando de Hugo Chávez, el hombre a quien el pueblo llama simplemente “Chávez” y al citarlo, el alma se le estremece, a favor o en contra, pero eso ocurre. A Chávez lo conocimos de madrugada. Su acción del 4 de febrero “nos madrugó” en pensamiento, verbo y acción y a partir de allí, hasta hoy 15 años después absolutamente nadie ha dejado de estar pendiente de él. No voy a contar todos los capítulos del año 1992, ciertamente mucho se ha escrito, pero soy de quienes piensan que aun falta mucho más por decir, ¡en fin! Vamos a centrarnos en la madrugada o mejor dicho en el amanecer.
Chávez nos llegó tempranito como quien recoge agua clara y desde ese momento, hasta la interpretación de la luz del sol se concibió diferente. ¿Qué nos íbamos a imaginar que Chávez y las madrugadas serían las constantes para las grandes transformaciones del país?
La primera vez que dijo “Por ahora”, las dos palabras retumbaron como huracán sin regreso. Aquellas que eran más una conjura, inmediatamente se convirtieron en motivo de avance para un colectivo que la fue expandiendo cual polvorín. “Por Ahora” nos sonó entonces a “espérame yo regreso”; “yo vuelvo, nunca me iré” “mañana amanece” “no hay derrota si tenemos el alma de lucha”. En resumen, aquella madrugada, aunque se lo llevaban preso, ya la libertad del país comenzaba ser un asunto consagrado.
¡Bueno! El tiempo pasó y Chávez salió de la cárcel. Todavía recuerdo aquel día de marzo de 1994, un periodista le preguntó ¿qué haría ahora? y sin vacilar le respondió: “A las entrañas del pueblo” “a las catacumbas”, otro entonces gritó su pregunta: “¿Chávez te lanzas a la presidencia?” y entre la multitud, que de verdad no lo dejaba ni respirar, respondió a plena sonrisa: “por ahora no”. Así fue su segundo tiempo de madrugada.
En abril de 1997 cuando inscribió su candidatura presidencial para los comicios electorales, ante una multitud que lo acompañaba -porque déjenme decirles que “Chávez es a la multitud, como la multitud es a Chávez”, ¡sólo nunca! – refirió que “por ahora comienza ahora”.
En 1998, aquel diciembre no fue tan frío, al contrario, el calor del pueblo le dio presión a los motores y fue al inicio de la madrugada, cuando entre vítores y aplausos, el país le abrió los brazos para reconocerlo como presidente. Entonces las voces se hicieron coro en la concentración popular, él no lo dijo, el pueblo si: “Por ahora es ahora”.
En 1999, el año completo fue de acontecimientos. Muy temprano en febrero, durante ese pasó solemne hacia la toma de posesión, juró ante la “por ahora” constitución, aquella “la moribunda”, que marcaba el primer paso para cavar su fosa y quedarse en el pasado. Febrero, abril, agosto y diciembre, durante estos 15 años han resultado meses claves en la vida de Chávez. En aquel día de diciembre, de madrugada, comenzaron los acontecimientos: Luchar contra la naturaleza y aprobar la constitución.
Del año 2002 y el golpe de estado en abril, recuerdo con imagen viva el momento cuando se lo llevaron. Eran las 3 y 15 de la madrugada y hasta la luz del palacio dolía porque estaba tenue, en aquella oportunidad escribí un relato y voy a transcribir un párrafo que les cuento ahora:
“Comenzamos a caminar y a salir del Despacho. El Presidente estaba rodeado por todos nosotros, queríamos ser su escudo siempre, protegerlo...¡Qué no se lo llevaran! Recorrimos la antesala del despacho y uno de los militares le bajó la cabeza. Abrieron la otra puerta dorada, la que da hacia la calle interna del Palacio, nosotros seguíamos rodeándolo y cantando el himno.
- ¡Y si el despotismo levanta la voz, seguid el ejemplo que Caracas dio!
El ahora también cantaba. En el umbral de la puerta dorada se paró. Creo que allí estaba rezando. Frente a todos estaba estacionado, pero encendido, el carro negro que le esperaba para llevarlo a Fuerte Tiuna. Un conductor, el general Rosendo en silencio viendo todo, el Ministro de Infraestructura, el Jefe de la Casa Militar y Suárez Churio, una de las personas más leales que he visto, serían sus acompañantes.
Cuando llegó allí, la gente que estaba a las puertas del Palacio, batía la reja y el nombre de ¡Chávez! ¡Chávez! Se volvió un eco. De pronto uno de los militares que le acompañaba en el grupo comenzó a gritar:
- ¡Chávez, por ahora! ¡Chávez por ahora!
Todos comenzamos a repetir lo mismo y el coro voló por los aires. Queríamos escucharle su frase para que nos asegurara que no había fin, que llegó a ese lugar porque el pueblo lo decidió, que su lucha no era un vacío porque ahora era la de todos.
A un extremo estaba Doña Elena. Lloraba como lloran las madres cuando les arrancan sus hijos. Gritaba con esa angustia infinita
- ¿Para dónde se llevan a mi hijo? Ese es mi hijo. Yo voy con él. Preso otra vez, No ¡Dios ayúdalo no lo dejes solo! Dios te estoy llamando. ¡Hijoooo, hijoooo, Dios te bendiga!
- ¡Chávez por Ahora!.... ¡Chávez por Ahora!, seguíamos gritando ya unos cuantos.
Estaba entrando ya al carro negro, cuando de repente, se volteó como en cámara lenta. Yo lo vi gigante, crecido, inmenso. Levantó su brazo con la mano empuñada, vio hacia la reja y dijo:
- ¡Por Ahora!
De inmediato se volteo hacia su madre que lloraba desconsolada.
- ¡Bendición Mamá! Quédese tranquila.
Y entró al vehículo. Se sentó en el medio del puesto trasero y allí arrancaron. Todos salimos corriendo tras ese carro. Llorando y gritando: ¡Noooo!
Todavía escribo esto y me duele el corazón, porque tengo grabada la escena como una película.”
Aquel amargo trauma duró exactamente hasta las 3:15 de la madrugada del 14 de abril cuando en el Palacio de Miraflores, bajó del helicóptero que lo traía desde la isla donde estaba preso. Aquel hombre hecho libertad por decisión del pueblo, nos volvía a cumplir su “por ahora”. Después vino en diciembre el golpe petrolero, ellos de noche rompieron todo, nosotros de madrugada rescatamos todo. ¡Siempre amanece!
En junio del 2004, Chávez madruga al mundo, al aceptar en cadena de radio y televisión ir a un referéndum revocatorio, tras conocer los “resultados parciales” de una recolección de firmas que así lo solicitaba. ¡Cómo no! si esa figura precisamente fue siembra suya en el texto del 99. ¡Ahora, se estaba comenzando a cosechar Patria!
El 15 de Agosto, de madrugada, sonó la diana por primera vez, Florentino comenzaba a tronar y el pueblo se fue a defender a su Presidente. A las 4 y 30 de la mañana del 16, la Constitución Bolivariana, democrática y revolucionaria, ganaba su primera gran victoria de reconocimiento universal y el Presidente también.
En Diciembre del 2006, la victoria del “más que amor frenesí”volvió a los escenarios del balcón del pueblo. El amanecer fue con lluvia de pueblo y agua que inundó los espacios. ¡Chávez Presidente!
Ahora en este Diciembre de 2007, Chávez volvió a madrugar al mundo, al igual que en el 2004. Tras conocer “resultados parciales” del referéndum ante la propuesta de la reforma de la constitución, asumió con la dignidad que no tienen algunos políticos, por eso él es líder, los resultados que no aprobaban su iniciativa. Las diferencias entre las preguntas fueron mínimas, los análisis ya vendrán, pero la realidad es que sólo esa calidad de hombre puede actuar de esa manera. En febrero de 1992 trascendió las barreras por dos expresiones claves para la historia: “Yo asumo” y “Por ahora”. El Diciembre de 2007 vuelve a trascenderla con las mismas expresiones: “Yo asumo” y “Por Ahora”.
15 años han pasado y es el mismo verbo, el mismo pensamiento y la misma acción.
¡Atención Venezuela y el mundo! Habla el líder Hugo Chávez:
3 de Diciembre de 2007
“Cada proceso de estos que vivimos, va permitiendo que en nuestro país continúe madurando este nuevo proyecto histórico que comenzó en 1999”
“Yo esa victoria pírrica no la hubiera querido”.
“Yo asumo la responsabilidad, ustedes saben que fue mía la iniciativa, la iniciativa que no logró el 50% más 1, hay que aceptarlo.”
“Nosotros seguimos en la batalla construyendo el socialismo”
“Quiero que sepan, que ni una sola coma de esta propuesta yo retiro, continúo haciendo la propuesta al pueblo venezolano, esta propuesta sigue viva, no está muerta.”
“Para mí, esto es no es ninguna derrota, para mi este es otro ¡Por Ahora!
“En otras ocasiones, hemos sabido convertir aparentes derrotas en victorias morales, que después se convirtieron en victorias políticas, en victorias.”
4 de Febrero de 1992:
“Compañeros: Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados.”
“Ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor.”
“Asumo la responsabilidad de este movimiento militar bolivariano.”
Para finalizar, una expresión:
"Mañana siempre amanece, el tiempo de la madrugada te lo dice, apóyate en sus recuerdos"