Lectoras(es) debemos reconocer que el hermano pueblo colombiano tiene particulares formas de calificar ciertas “esferas de su realidad”; en fin, sabrán ellos que implicaciones, a largo plazo, tendrán las realidades calificadas como “falsos positivos” en su política nacional pero al parecer por los vientos que “brisan” por la meseta de Bogotá, el Palacio de Nariño tenderá a convertirse en la “Casa del Pueblo”. Las derechas tienen formas extrañas de generar polémica a lo interno de su propio patio central en la casa de vecindad que cohabitan. Como siempre las ilusiones tienden en convertirse en realidades no agradables, en todas sus ocasiones, para los doctos académicos de la juricidad burguesa. La Política y la política generan realidades, en objetividad, que si no se “manejan” con inteligencia producen “falsos positivos”; es decir, “manipulación, estúpido, manipulación”.
En ese contexto y en relación directa a los resultados de las elecciones regionales del 23-N del domingo próximo pasado, según las derechas nacionales e internacionales manifiestan que el número de los votos logrados por los candidatos del PSUV y los partidos que se adhirieron a las formulas del llamado “chavismo”, comparativamente con los votos de toda la oposición junta, son “casi” menor, en número de votos, que los votos totales que las derechas nacionales obtuvieron en las mencionadas elecciones regionales; es decir, sencillamente, un “falso positivo”.
Ese “falso positivo” ha logrado, sicológicamente, crear un “matriz de opinión” en las derechas nacionales apoyadas por las expresiones ideológicas de las derechas internacionales que han impactado a lo interno de ese patio de esa casa de vecindad como un triunfalismo absoluto. Pero la realidad real de los resultados de las votaciones del 23-N es que el “chavismo” logró un número de votos, considerablemente, mayor en votos totales que las derechas nacionales; es decir, que el PSUV ha logrado un apoyo objetivo del Poder Popular.
En ese orden, cabría la interrogante para conocer cómo se expresaron los votantes de la llamada “Gran Caracas”, una de las referencias de los “falsos positivos” emitida por las derechas nacionales “para muestra, un botón”. La respuesta a esa interrogante fue, claramente, explicada, en detalle, por el Presidente del PSUV, Hugo Rafael Chávez Frías. En la explicación dada, explicó cómo votaron los ciudadanos de los diferentes “barrios y urbanizaciones” del llamado “El este de Caracas” y del municipio Libertador, mejor conocido como Caracas. Fue interesante conocer como el “Poder Popular” votó, mayoritariamente, por los candidatos del PSUV. Al mismo tiempo, Chávez Frías explicó, objetivamente, porqué los candidatos de las derechas nacionales e internacionales obtuvieron el triunfo tanto en la Alcaldía Mayor de Caracas como el triunfo alcanzado en la Gobernación del estado Miranda. Frente a la objetividad de la información dada por Chávez Frías, la derecha nacional no podía ni debía quedarse callada en el marco de sus objetivos políticos; en ese contexto, uno de los matutinos, en editorial, titulada como “El numerologó”, escrita por un conocido “socialdemócrata de centro izquierda” (sic) quien aun añora los paseos por los Champs-Èlysées, en “black mercedes”, después de unas juradas vacaciones pagadas por el partido del candidato que, precisamente, en su editorial, alaba con idílicos argumentos, en lógica formal. En alguna ocasión, el “Gordo Hugo” me comentó sobre el profundo conocimiento del marxismo del susodicho. En fin, “no te preocupes que mientras Otto esté a tu lado, la inteligencia te seguirá brotando”, respetado conocido. En alguna ocasión, el doctor Rafael Caldera nos comentó que el “susodicho” había expresado, públicamente, que iba a revisar las “fundaciones” a las cuales sostenía el Gobierno. Inmediatamente, un connotado intelectual se comunicó con quien ejercía la Presidencia de la 4ta República para que le “diera un parado a ese joven…”. Las derechas, nunca jamás, perdonan, utilizan.
Esa “unidad de las derechas”, triunfadora de las elecciones regionales referidas, comienza “a hacer aguas”. El candidato ganador de la democracia cristiana en el estado Táchira, en entrevista concedida al diario uribista El Nacional (miércoles 26 de noviembre del 2008, p. 4.Nación) clarificó, como si fuera un líder nacional de toda la “oposición” que “…la falta de unidad y reglas claras impidió avanzar más a la oposición…” (Idem, p. 4.Nación). Leer sus comentarios sobre política gubernamental cuando manifestó que “…el problema es que el Gobierno nacional está metido en un gasto público muy diverso y complejo…” (Ibidem, p. 4.Nación) Definitivamente, comienzan los futuribles candidatos presidenciables a establecer sus reglas de juego en una competencia de ajedrez de la mejor novela de Pérez-Reverte. ¿Qué pensará Eduardo Fernández sobre las realidades de la democracia cristiana venezolana post-elecciones regionales? Claro, una vez que el candidato adeco del Zulia esté fuera del juego político quedaría por enfrentar al “niño de Chacao” que no estaría inhabilitado por causas y razones objetivas. Difícil panorama se le presenta a la derecha nacional.
En el marco de esa lógica en evolución, se tendría que conocer cómo serán las presiones que desde Washington y los palacios europeos ejercerán sobre las derechas nacionales (léase: socialdemocracia adeca y socialcristianismo aznarista) para alcanzar el triunfo del proyecto geopolítico que busca establecer el control total sobre el crudo, con relación a la producción necesaria y los precios “justos” por barril, junto a las demás materias primas estratégicas que conviven en el subsuelo patrio agregando el adendum sobre la posición geoestratégica de Venezuela.
En ese contexto ¿en
realidad las derechas nacionales triunfaron como así lo manifiestan
a través de los medios de comunicación: escritos, radiales y televisivos?
¿Qué se busca alcanzar con la campaña política triunfalista “desatada”
y las matrices de opinión sobre los fracasos de las políticas gubernamentales
desarrolladas por el Gobierno socialista de la Revolución Bolivariana?
¿Por qué se está desarrollando a nivel nacional e internacional una
matriz de opinión subliminal de carácter adverso a la política de
paz y convivencia desarrollada por el Gobierno Bolivariano con los ejercicios
militares-navales de las flotas venezolana y rusa en aguas territoriales
del Caribe venezolano?