Empresas venezolanas cierran sus portones porque se descapitalizan y los fabricantes de productos se ven en la necesidad de disminuir su capacidad obrera ante la carencia de materia prima, la cual es importada y las trabas que ponen los militares y hacienda pública para que el producto ya procesado llegue al consumidor. Hoy, el consumidor tiene que madrugar o hacer colas un día anterior para adquirir dos paquetes de harina pan proveniente de las Empresas Polar. La cual es atacada verbalmente por entes gurnamentales y que incluye al propio presidente de ésta República Bolivariana, el obrero Nicolás Maduro Moros.

Ya no importa las virtudes inculcadas de patriotismo y trabajo duro. Las madres llevan a sus hijos a los puestos de venta de comestibles, quedando el alumno ausente de su grado escolar y las aulas vacías, porque el maestro debe madrugar para adquirir algún producto de la cesta básica.

China, ve con recelo como se mueve el comercio venezolano y toma sus precauciones y sus fabricantes abastecen poco los stands de sus bodegones y mercados porque el impulso de los precios crean sobresaltos en el mercado interno, no se observa un sistema competitivo, ya que las empresas expropiadas arrastran un financiamiento precario y desajustes en el sistema productivo.

Los efectos de una economía globalizada se lleva ahora en la muñeca, existen relojes que indican los indicativos de las casas de valores. Los estadounidenses no se quedan atrás y avanzan de mano en mano en el sector industrial y el Continente Sureño, tanto Perú como Chile se ven muy vinculados a China y a través de gráficos se puede describir las abstracciones económicas y lo que cada ciudadano puede llevar en el bolsillo.

La economía estadounidense, describe sus efectos con acertivez y los chinos gana más dinero y el consumidor ahorra en las ventas por menor, creando la clave para abastecer de productos los anaqueles de países de la Alianza del Pacífico que incluye a Brasil y favorece a los cubanos en el nuevo manejo del capital para reinvertir en la isla, a pesar de los signos de bloqueo que aún persisten.

Es asombroso la influencia de capitales que se mueven de un lugar a otro. Los chinos manejan un nuevo concepto de estabilidad, no importando la democracia o la izquierda. Lo importante son los convenios y tratados firmados y las asociaciones comerciales es permanente, Venezuela poco es tratada en éstos términos comerciales, todo se logra es mediante el canal diplomático y el peso político de los dirigentes comerciales, es un enclave que contrarresta el peso político y económico con Estados Unidos de Norteamérica, Rusia se ha alejado un poco de Latinoamérica y no defiende a Cristina Fernández, ya que ambos han estado relacionados en la compra y venta de cereales y ganado cárnico. Y Venezuela con el avícola. Solo, se presentan reseñas históricas.

Ahora, la política económica es de competencia y atención al usuario y en Venezuela solo existe la picardía militar y la bachaquera. El facilismo como tarea primordial.

El despliegue imperial está dado en Suramérica. Solo los desfases comerciales han traído controversias en el abastecimiento de comida en las grandes ciudades, no estamos preparados para la ciudad del futuro, en tres años, todo se ha desmejorado y solo observamos parcelas de poder, nos encontramos frente a un militarismo y no en un complejo mundo revolucionario y democrático. El Oriente es la ambición de muchos comerciantes y en la Tierra Santa se define hoy, la lucha por el poder del gas y petróleo, Turquía es una parte del juego maléfico.

Ante la propaganda ciudadana y el maleficio del gigantismo capitalista, debemos tener conciencia para extender sobre Venezuela un nivel más civilista y asegurar en las pequeñas comunidades el alimento diario de millones de niños que los bachaqueros y militares trasladan a la venta con costos muy elevados, una contradicción al Legado de Chávez.