Está demostrado que el sistema judicial en Venezuela es reaccionario e injusto. Es una criatura monstruosa del capitalismo, y responde a los valores que ese sistema depredador ha creado para sostenerse en el tiempo y en el espacio. En esa esencia reaccionaria se fundamentan hechos tan atroces como lo que está ocurriendo con el camarada tachirense William Sanguino.
Todo el mundo sabe que es injusto que esté preso, todo el mundo sabe quiénes lo mantienen así, todo el mundo sabe que es una situación absurda, falsa, una grosería contra la honestidad, contra la libertad, contra los derechos humanos y contra la esencia de la justicia.
Esa afrenta, ese abuso, ese atropello contra Sanguino, de hecho constituye UN AMEDRENTAMIENTO CONTRA TODAS LAS Y LOS ESTUDIANTES DE MISIÓN SUCRE, EN EL SENTIDO DE QUE YA SABEMOS LO QUE NOS ESPERA SI NOS PONEMOS A DEFENDER LA MISIÓN DE VERDAD VERDAD, esa grosería judicial se sostiene en las maniobras, sobornos, flojera y silencio de los que deberían actuar y no actúan, el silencio de los que no deberían callar, pero callan. Y se sostiene en el inmovilismo de las instituciones del Estado, que deben defender los derechos humanos; que se supone están constituidas por gente progresista ¡aunque sea progresistas, si no revolucionarios!
Esa desgracia judicial sólo es comparable con la impunidad que existe en relación a las centenas de campesinos, las decenas de dirigentes obreros, de compañeros de la juventud revolucionaria que han sido asesinados en todas partes del país, y que se olvidan al día siguiente, como si la vida de los revolucionarios, la vida del pueblo, no importara.
Esa situación no puede seguirse manteniendo en el cuarto de los chécheres, como si no se tratara de una maquinaria opresora, asesina por complicidad, podrida, que si no se desmonta y se hace algo bueno, va a terminar contaminando a todo el Estado naciente, que puede perecer de septicemia antes de abrir completamente los ojos.
¿QUÉ PASA CON LA DEFENSORÍA DEL PUEBLO?
No basta con tener un ministro eficiente. No basta con transformar a la policía, que es un proceso tortuoso y largo pero ya se ha comenzado. Es indispensable crear un sistema judicial alternativo que sirva para algo, que aligere los procesos, que sea justo. De eso depende que todo lo demás no sea abortado.
La solución a la situación de injusticia e impunidad que padecemos, estimuladora de delincuencia, base de apoyo para la reacción armada, disfrazada de hampa común; para la corrupción (que es cualidad intrínseca de la justicia burguesa) pasa por la transformación a fondo de todo el sistema judicial.
Y la transformación de todo el sistema judicial debe comenzarse por desmontar toda la estructura, tal vez construyendo una paralela, tal como ocurrió con Barrio Adentro, que es una experiencia exitosa, para desmontar el sistema burgués de salud, tan podrido como el sistema judicial.
LA MISIÓN JUSTICIA EN EL LIMBO
El Presidente Chávez habló de una Misión Justicia, y debo reconocer que cuando lo hizo me entró un fresquito, esa alegría virtual cimentada en la esperanza de que algo bueno puede hacerse. Pero Chávez solo no puede hacerlo todo. Es un presidente, no un mago. Es necesario que aquellos a quienes se asigna una misión, la cumplan con eficiencia, eficacia, comenzando más pronto, cuanto más largo, difícil y peligrosa sea. Utilizando, como decía Bolívar, “audacia en el plan y prudencia en la ejecución”.
Hace muchos meses que el Presidente dio la orden, y por el silencio gélido que hay en torno a esa misión, me temo que tal vez haya sido ahogada en la cuna, o se encuentre en el limbo de la inacción, justamente por la intervención de aquellos a quienes conviene que no se transforme el sistema judicial venezolano, nacido en lo más fecal de la hez corrupta del capitalismo, y sostenido con los vapores purulentos de la hipocresía de quienes se ponen la franela roja para ocultar su verdadera esencia reaccionaria, confundiéndose con los verdaderos revolucionarios y las verdaderas revolucionarias, para cumplir con su función de zapa.
LOS PARÁSITOS SIGUEN CHUPANDO
Sin la intervención de la contra revolución interna, la derecha reaccionaria y el capitalismo no seguirían tan campantes, sonriendo mientras se chupan el dinero de la salud a través de los HCM y las donaciones que van a parar a las clínicas, a través de los colegios privados y la corrupción fomentada por medio de los retardos y obstáculos en las oficinas públicas, a través de las universidades nacionales, que son las ubres más suculentas, que se han dejado demasiado tiempo en manos de los más corruptos de entre los escuálidos, aunque parezca una redundancia.
Ni seguiría la impunidad de los crímenes contra el pueblo.
¡LIBERTAD -YA - PARA WILLIAM SANGUINO!
¡QUE LA REVOLUCIÓN LLEGUE AL SISTEMA JUDICIAL!
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