Lo que está en juego el 26: Dominio del Sistema Petrolero Internacional

En el informe anual de la OPEP del año 2009, Venezuela está ubicada como la segunda potencia petrolera mundial con unas reservas probadas por el orden de los 211.173 millones de barriles de petróleo (15,79%), con una producción de 2,88 millones de b/d. (4,16%) y las exportaciones en 2,57 millones de b/d., que a ese ritmo de producción se les estaría garantizando a todos sus clientes un suministro seguro y confiable por aproximadamente 237 años. En contraste, Estados Unidos, la primera potencia consumidora de energía del mundo, apenas cuenta con unas reservas probadas de petróleo por 19.121 millones de barriles (1,43%), produce 5,31 millones de b/d. (7,69%), pero importa aproximadamente 13,76 millones de b/d., quedándole petróleo en su subsuelo para unos 11 años.

De manera comparativa, las cifras anteriores demuestran la vulnerabilidad que en materia petrolera tiene actualmente Estados Unidos y las potencialidades que Venezuela tiene y que tendrá en el futuro dentro del Sistema petrolero internacional. Esto representa una verdadera amenaza para un país que históricamente fue uno de los principales garantes de la estabilidad y expansión hegemónica imperial a consta de un proceso autodestructivo y acumulativo de pobrezas, atrasos tecnológicos, educativos y sociales, que de manera consciente, permitieron por más de 100 años gobiernos anteriores al de Hugo Chávez Frías.

Ante conocida vulnerabilidad petrolera, el imperio estadounidense fue diseñando y ejecutando su estrategia de dominación mundial, que hoy se manifiesta por el control militar de las zonas más ricas en hidrocarburos del mundo, las cuales están en manos de pocos países con bajo niveles de desarrollo industrial y social ubicados en el Medio Oriente y América Latina.

A partir del triunfo del comandante Chávez en diciembre de 1988, Venezuela comenzó a dar un giro en su modelo de desarrollo económico y social y a luchar por liberarse de las ataduras políticas y económicas promovidas y desarrolladas por distintos gobiernos de Estados Unidos, y comenzar un proceso de independencia política que a 11 años de revolución se puede decir que se ha alcanzado. Sin embargo, la dependencia económica aún persiste, en un contexto donde la humanidad crece a un ritmo exponencial, y su instinto egoísta y agresivo, los mantiene dependiendo atrozmente para su supervivencia de los recursos fósiles que se agotan más rápido de lo que lo podemos sustituir con alternativas sostenibles.

En ese sentido, lo que está en juego el 26 de septiembre en nuestro país es la continuidad y ensanchamiento del camino por la liberación política y superar la dependencia económica rumbo al progreso nacional. Con la obtención de por lo menos 115 diputados en la Asamblea Nacional, se estaría garantizando la verdadera consolidación del proceso de “socialización de la sociedad venezolana” y dejar por fin en la historia, la dominación capitalista de nuestra sociedad.

* Diputado del grupo parlamentario venezolano ante el Parlamento Andino

Email: pdvformacion@yahoo.es



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Andrés Giussepe *

Doctor en Gerencia, Especialista en Política y Comercio Petrolero Internacional y Economista de la Universidad Central de Venezuela. Secretario Nacional del Movimiento Profesionales de Venezuela.

 agiussepe@gmail.com

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