Jueves, 11 de junio de 2020.- Cuando se gobierna y no se es capaz de aceptar que en determinado momento se ha tomado una decisión errada, y nos empecinamos en no entender que la historia del ser humano está llena de eso y si adopto la actitud del que como no la acepto luego no existe y por lo tanto soy incapaz de corregirla, entonces y solo entonces, se incuba dentro de las propias filas del gobierno el fantasma de la autosuficiencia y el vicio de rechazar cualquier autocrítica que contribuya a mejorar la gestión del mismo.
No aceptar los propios errores solo nos condena a repetirlos at infinitum.
Los hechos están demostrando que las decisiones que se han tomado con respecto al precio de la gasolina no han sido las mas adecuadas.
No sabemos a quien se le ocurrió la brillante idea de establecer un esquema de doble precio de la gasolina, que solo puede contribuir, como lo está haciendo, a enredar mas las cosas, a crear el caldo de cultivo que permita desarrollar mas, mucho mas, exorbitantemente la corrupción, que se ha ido afianzando rabiosamente en el alma de nuestro pueblo.
Creo que lo mejor que puede hacer el gobierno nacional es establecer una tarifa plana para la gasolina, que todo el mundo pague lo mismo, sin diferencias.
De esta forma se abortaría la posibilidad, hoy presente, del chanchullo, de la manipulación, de la venta de cupos, de negociar bajo cuerda, de cobrar en dólares que dada la desinformación existente no sabemos como se administran y a donde van a parar.
Piénsenlo y actúen en consecuencia, no enreden mas el caldo, simplifiquen las soluciones y jueguen a la unión del país, procuren estandarizar mas las condiciones generales no solo del precio de la gasolina sino en todos los aspectos de nuestra vida social.
Negar la realidad no contribuye a mejorarla, hay que examinar las decisiones que se toman y si hay que modificarlas, hacerlo rápido, sin dudar y hacerlo sin anestesia.
No se molesten señores y señoras del gobierno, reflexionen y actúen al respecto.
