La revolución venezolana como todos saben depende de los votos mayoritarios a su favor, por lo tanto es casi imposible mantenerla sostenidamente hacia el infinito en las urnas electorales cada seis años, ya que por esta vía se necesita dominar todo el andamiaje síquico social cultural y protegerlo de las fuerzas mundiales conspirativas dirigidas a su cerebro y escala de valores (guerra de quinta generación) que influyen en la tendencia del votante venezolano, soportada además en todas las fuerzas objetivas externas que presionan al sujeto votante de este país: toda la guerra mediática, , económica, financiera para neutralizar esta tendencia necesaria a favor del voto socialista. Por esta razón es muy frágil el piso sobre el cual se apoya una revolución por la vía electoral como la venezolana, más cundo se pretende exportar o ser el modelo a seguir en la región. El capital militar financiero mundial especulativo no lo va a permitir, y en cualquier momento seremos invadidos a partir de desestabilización como el caso Sirio o ganando las elecciones, caso ya vivido en Nicaragua.
Por esta razón consideramos que se debe trabajar en tres vertientes, una primera, fortalecer el aparato productivo dador de empleo, felicidad a las familias y musculo social, segundo, mantener una masa votante mayoritaria y un aparataje electoral (Psuv/GPP), y tercera apoyar los cuadros ya existentes con experiencia diversas, así como formar nuevos cuadros en el quehacer cotidiano de la vida y la lucha de tal manera que si se pierde las elecciones en un momento del proceso infinito revolucionario se tenga la posibilidad de proteger dicho proceso y dichos cuadros revolucionarios y se pueda mantener niveles diversos de resistencias. Unos cuadros deben salir a la luz pública y otros no, pensando siempre en el exterminio de estos, caso chileno. Esta revolución debe tener cuadros clandestinos, semiclandestinos y abiertos aplicando en conjunto todas las posibles formas de lucha.
Debemos actuar en Gobierno, pero debemos estar preparados para cuando no se tenga, porque se perdió tal o cual proceso electoral. El proceso revolucionario no depende si estamos o no en Gobierno, su continuación está emparentada con la formación y movilización de sus cuadros cívicos militares. La gente es importante y en especial su buen vivir, al igual que los votos soportadores de la legalidad, pero también es importantes sus cuadros populares, luchadores sociales, profesionales, científicos, religiosos, militares...
Hay que crear toda una infraestructura y un funcionamiento acorde con la economía, el buen vivir y el voto, pero también la promoción de cuadros diversos en el hacer y en el pensar revolucionario. Se debe tirar diversos puentes desde ambas direcciones, de arriba hacia abajo y entre los iguales o parecidos. Debemos salirnos de la dispersión de las fuerzas y concentrarnos por espacios, temas, ideas y acciones; economizar la fuerza, salirnos de la mera esfera personal y grupal para abrirnos a niveles de coordinación mayor, construir espacios pequeños o grandes, acuerdos de niveles de acción y lucha, pero todo esto depende de algo muy sencillo como es el definir cuál es nuestro enemigo principal común.
homoetnatura@gmail.com