En este lado de la frontera la derecha trampea con la farsa que monta sobre el resultado de las elecciones. Imposible que lleguen a la verdad, considerando la montaña de fábulas que se fabrican para justificar su derrota. Ahora, el colmo: quieren sumarse el 8% obtenido por diversas agrupaciones independientes, como si estas le pertenecieran, de esta forma, sumarían mas votos que el PSUV. Graciosísima patraña.
Olvidan que Maduro obtiene 79% (255)de las Alcaldías y ellos (63) 20%. Diferencia notable. Además PSUV ganó, en 15 Capitales de Estado y ellos 9.
Se derrotan al tener como tonta estrategia el plebiscito, que fue sencillamente vapuleado. ¿Cómo se defienden¿ usando el caduco y endeble razonamiento de que Maduro gana por el ventajismo mediático. Ahora que les gana con 10% de los votos totales acuden a esta llorona.
En Colombia la derecha, también hace trampa, allá, se cartelizan varias empresas recolectoras de basura y crean caos en Bogotá. ¿Que hacen¿: dan golpe de estado al Alcalde Gustavo Petro y defienden a las empresas que escondieron todos sus camiones para causar el nauseabundo problema. No lo destituyen por haber robado o dilapidado, sino por evitar que los empresarios roben con sus contratos a la nación. Se trata de un decisión maliciosa que destituye al alcalde, por asignarle la prestación del servicio de aseo a empresas populares pues vulneraba los “principios constitucionales de la libre empresa y competencia”.
¿Existe fundamento en pensar que la derecha colombiana o la española o la chilena puedan ser diferentes, a la venezolana¿. No, Ej. Todos manejan la peregrina utopía, de la idea de que los pobres son perezosos y los campesinos, ineficientes. Inventan teorías Sociológicas para sostener este axioma, no es tema de hoy, sino que es máxima que alimentan desde nuestros períodos de conquista, colonia y republica.
En esta facción política extrema de derecha en los últimos cuarenta años, han destacado una multitud de políticos, empresarios, líderes de opinión, que han puesto la cara e izado banderas y discursos para defender un trastornado proyecto de los reacciónarios en el país.
Lo nuevo, lo extraordinario, es que la izquierda tenía a los militares como acerados defensores de la extrema derecha, resulta que en Venezuela día a día, quienes como novedad tienen ese papel, son básicamente gente de la clase media, y, sorpréndanse, muchos jóvenes estudiantes de las Universidades, sobre todo las privadas, que animan este club de legionarios que antes de la llegada de Chávez formaban parte de la burocracia publica –finanzas, hacienda, diplomacia, petroleros- que, actúan como feroces lebreles, por que fueron desplazados de sus posiciones para dar espacio a nuevos candidatos. Estos personajes en sus expresiones y forma de actuar han resultado mil veces más implacables que aquellos que pudiera provenir de la retaguardia de ese enajenado y reaccionario ejercito en que habían convertido a PDVSA.
En su antojo han logrado crear combinaciones de diversas formas de lucha. Con maña han logrado una influencia marginal en la Asamblea y en algunas alcaldías y gobernaciones, y, no se salva de ello, ni el mismo Poder Ejecutivo.
Esta mano negra de la extrema derecha, es la que no quiere que se repare a las víctimas de la usura y se castigue sus gestores, la que no quiere que se restituya a los campesinos su tierra, que asesinan los lideres del campo, la que vocinglera y sistemáticamente exagera con los temas de la inseguridad y la economía del país, repitiendo a garganta abierta que este país es un caos, está “cayendo a pedazos” y demás minucias. Su ultima y reiterada intemperancia es querer dar la sensación de que el país es un desconcierto …. Que no hace sino retroceder bajo el acoso inmisericorde de la derecha, de aquellos que creen que la ley de la oferta y la demanda es la última ley de Dios.
Sus actores fundamentales coinciden en tratar de romper el optimismo de los venezolanos, línea que el pueblo rechaza. En fin: la derecha miente allá y engaña aquí.