Sin pensarlo dos veces, como dice la canción, el voto será castigo en las próximas elecciones legislativas del 6D, porque es inaguantable la situación a la cual se ha sometido a la población venezolana. Existe un gran desabastecimiento, que como dice un aporreador en reciente artículo, mantiene a las personas en ascua y a esto se añade, el bachaqueo, la guerra económica propiamente, la escasez de alimentos, el acaparamiento.
Por esas razones, supongo que la gente esta tentada a hacer valer su voto, votando por la opción necesaria y castigando al otro; porque ya está cansada de hacer tantas colas, de andar saltando de negocio en negocio para tratar de obtener variedad de productos. Se observan personas con los rostros cansados, brillosos por efectos del sol, peleando de vez en cuando, discusiones por “ahí voy yo”, “aquí detrás de mi van unas señoras”.
La gente esta agobiada de andar, como maratonistas, detrás de unos camiones, recibiendo la burla de unos choferes, que disfrutan verlos correr desesperados como si el mundo se va a terminar. Pero, hay personas conscientes que saben de donde viene la maldad, y cuales son las intenciones de quienes han provocado esta especie de caos alimentario, que suponen debe conducirlos a mermar la resistencia del gobierno, para que como el boxeador derrotado, su esquina lance la toalla al cuadrilátero en señal de debilidad. Pero, hasta los momentos, no les ha dado el resultado esperado.
Esta gente, referida en este artículo, debe estar clara que su voto debe ser castigo para quienes han tratado de arrinconar al gobierno, tratando de imponer su poderío económico, haciendo que el pueblo adopte una cultura alimentaria, distinta de la que se acostumbraba, hasta hace cuatro o cinco años atrás. Como lo señaló el presidente Maduro antes de las elecciones primarias del PSUV, "este año en Venezuela habrá un voto esperanza y un voto castigo para la derecha, otorgándonos una Gran Victoria"