Ya me parecía raro que no se reflejara en los medios de comunicación el valor de la canasta básica familiar, el punto es que “el monitor país” se mantiene a la caza de un lugar privilegiado en las primeras planas de los periódicos impresos, digitales y radioeléctricos, mientras más alarma genere el precio de la “canastilla”, pues mayor será la oportunidad de lograr un buen espacio en los massmedia; según su precio actual es de 365 mil bolívares mensuales, monto conservador para los analistas económicos, en virtud de la estanflación (estancamiento económico e inflación), toda vez que descifrar su costo se basa en el índice de desempleo, de la fluctuación de la inversión en campo, del poder adquisitivo del venezolano y por su puesto del humor del que esté ese día midiendo las variables macroeconómicas.
No quiero ser “falto de ignorancia”, como diría el gran humorista latinoamericano: Mario Moreno, Cantinflas, pero colocarle el costo a la canasta básica familiar, es un trabajo parecido como el ponerle el precio al Dolar Today, más cuando uno oye en las colas, por ejemplo, para comprar cauchos: “los cauchos 13, 14, 15 y 16 para diciembre estarán en 200 mil bolívares”, “la batería de mi camioneta antes de Noche Buena costará 120 mil bolívares” y “para hacer las hayacas tendremos que tener dos millones de bolívares”. Estoy claro que la inflación en si misma, así como la inflación inducida, la inocente mano del mercado, los intereses políticos partidistas, el patriotismo de los empresarios de la manufactura y hasta el sentido de oportunidad de algún aprovechavista del Simadi, incide y convierte a los productos y servicios básicos en objetos inalcanzables.
El problema de todo esto, más allá de que el sueldo se convierte en sal y agua, que el bachaqueo corporativo está haciendo de las suyas o que la Policía y la Guarda Nacional Bolivarera forman parte de esa rosca, incluso por encima de que la gente siga bebiendo caña y fumando como les da la gana, es la pulverización de los planes y programas del camaradas presidente obrerista, Nicolás Maduro, para rescatar nuestro cono monetario, el bolívar, e intentar darle al trabajador, a la ama de casa, al obrero la oportunidad de adquirir lo que necesita para su sobre vivencia. Ese hombre le ha echado un camión, “un cerro e' bola” como dice en “Mi pobre Araure”, sin embargo nada es suficiente o cualquier iniciativa económica es desestimada o banalizada. Lo de la Canasta Básica Familiar y el Dólar Today, es muy parecido como lo que ocurre con las encuestas en tiempos de elecciones, que da como ganador a quien pague más, insisto no quiero desestimar la labor de quienes le ponen el precio a la “canastilla”, pero coño.
Cambiando de tema y para finaliza, hoy se cumple un año más del natalicio del líder de la revolución bolivariana, Hugo Chávez, serían 62 ruedas; al tiempo que se inicia el sistema de inscripción en el Psuv en las plazas Bolívar del país, dos cosas: lamento profundamente el asesinato de mi comandante, no solo por hecho de su desaparición física, sino porque él es la base del proceso de transformación de la nación y digo homicidio, porque le inocularon el cáncer, el tiempo me dará la razón cuando se desclasifiquen los documentos de la CIA y lo segundo es sí Chávez no quiso dar carnet, al estilo de la cuarta para qué hacerlo, pero bueno me carnetizaré.
