Un saludo con conciencia de clases para el Pueblo Venezolano. Comienzo de esta manera estas sentidas frases en medio de una terrible crisis política, económica y en consecuencia social y cultural. Soy hijo de la generación de niños y jóvenes entre los 80s y principios de los 2.000 (año que me gradué en educación superior), tiempos de ruptura de un modelo económico que se agotó por no dar respuestas a las necesidades más sentidas de un pueblo. Como ser humano que vive entre las contradicciones, disfrute mucho de esos años de infancia y primera juventud, fui entre todos un ciudadano privilegiado con vivienda, educación y mucho amor familiar; disfrute la solidaridad y la calidez de mi estado insular, mi adorada isla de margarita. Siendo un adolescente, fui testigo del caracazo y de la insurrección del año 92. Ya sentía simpatía por esa insurrección que salió al frente al sistema neoliberal venezolano y mundial.
Allí estaba al joven Chávez. Recuerdo a mi abuelo paterno, que predijo en ese momento, que ese desconocido seria Presidente de la República. Luego, aunque no en el voto ni en la militancia, le di el visto bueno a la 2da elección de Rafael Caldera (luego de su entrada oportunista en defensa de los "golpistas"), Presidente que en su primer gobierno reprimió y exterminó a los izquierdistas. En ese año 93, la izquierda con su chiripero toman el poder electoralmente. La derecha gobierna con algunos del chiripero y minan el camino para el proceso privatizador (que se había frenado en la insurrección contra Carlos Andrés Pérez). Como en un Clásico Hípico en el año 98, el camino estaba preparado para que Irene Sáez (American way of live) o frijolito (héroe de la desentralización-empresario) ganaran de punta a punta las elecciones presidenciales, en medio del mediocre gobierno del chiripero. El estatus quo venezolano y mundial, no contaban con ese pueblo (que es más peligroso calladito, que ha jugado históricamente más con el corazón), que le estaba apostando al "arañero de sabaneta" y toda una polvorada de esperanza y corazón. La elección de Hugo Chávez, rompe la historia como la insurrección de los descalzos, del alzamiento de los hijos de los techos de cartón, contra los 40 años de gobiernos de élites y pacto de Punto Fijo.
Viví la alegría, la tristeza, la ilusión, las dificultades y también el vivir en una época de excesos de renta petrolera, del periodo bolivariano; de contar con un líder (con sus aciertos y errores) pero líder al fin: emotivo, contagioso, combatiente. Configuramos un modelo moldeado por ese líder, que mantenía a raya a los enemigos de la Patria (tanto los rojitos como los azulitos); con una gran renta petrolera y una gran voluntad de cambiar la tortilla en beneficio de la mayoría. Se cometió errores en la idea de configurar una revolución desde el poder; en configurarla de arriba hacia abajo y no al revés desde las bases populares.
Cantidades de recursos económicos se entregaron, dolares preferenciales (mil veces peor que RECADI), raspadores de cupos, se llamó socialista todo emprendimiento, todo proyecto, sin la substancia que ello requiere (organización ideológica y modo de producción proletaria que generé riquezas). La transición en la autogestión, cogestión y sistemas mixtos, se aceleró y se pasó por alto fases que debieron suceder antes de soñar con un verdadero modelo socialista de justicia.
Este proceso, se formó en la figura de Hugo Chávez, con todavía muchas deficiencias en el aparato ideológico-conciencia, fuerzas productivas y con unas garras muy afiladas de los mismos que acabaron a fuerza de corrupción y de beneficiar a las viejas y nuevas elites. Al final de todo, la clase política que salió airosa luego del pacto de punto fijo y los mismos que chuparon de la renta petrolera, siguieron gobernando, enriquesiendose junto a una nueva clase política-militar "chavista" vestida de roja, con las manos sucias de dolares, de privilegios, generando una nueva miseria ( económica y de valores), un nuevo modelo de injusticia y hambre. Fallece Hugo Chávez y fallece un sistema basado en su figura, en su accionar, en su verbo… Los hijos defensores de la herencia, pactaron con el enemigo histórico y gobiernan bajo la más terrible irresponsabilidad; poniendo al pueblo en una especie de experimento de aguante. Se desataron todos los demonios, se abrió la caja de Pandora, ya Chávez no mantuvo a los locos al margen. Un nuevo componente se une: Pueblo contra Pueblo. Se desmanteló el modelo solidario que empezaba a nacer.
La Guerra económica, la perdió el gobierno bolivariano con su ineficiente planificación, su debilidad, corrupción y por su interminable guabineo para mantener privilegios . Soy profesional (iniciando una Maestria en Universidad autónoma), trabajador de una institución del Estado (un poquito más que sueldo minimo), profesor universitario a medio tiempo (medio sueldo minimo), colaborador Misión Sucre (una colaboración económica que no alcanza para un desayuno en la calle) y a veces matador de tigres (tigres en especies de extinción), y vivo la peor crisis económica, social y psiquica de mi vida, que se multiplica por 3 (esposa y 2 hijos), no puedo ni comprarme un café marrón en una panadería por que descontrola totalmente mis gastos; nunca había vivido ni en la 4ta ni en la 5ta de Chávez, tamaño desbarajuste socio-económico. Mientras el gobierno da millones de dolares a Ron Santa Teresa y pa rematar 500.000 $ a Donald Trump en su coronación. Es inaceptable la miseria y el hambre en nuestro pueblo. La derecha no perdona... y el pueblo menos. Regresará la Derecha al poder. El pueblo despertará (ojala no sean los 100 años de Neruda) para que surga un nuevo despertar histórico, con conciencia de clases, con conciencia de lo humano y de lo colectivo. Vendrán nuevos Chávez, sin cometer los errores del pasado. Reivindico a Hugo, a tribilin, como humano con sus errores y aciertos, no como un ser Supremo, Supra humano.
Algo si nos dejó Chávez... Este pueblo no se dejará joder tan fácil. La Derecha jamás gobernará como gobernó… ni que vengan 100 como Pinochet…