Desde el momento en que el comandante Chávez llamo a la conformación del llamado Partido Socialista Unido un gran alboroto se ha levantado en la vida política del país. Individualidades políticas se apresuraron, sin previo debate, ha insinuar que tal propuesta era la panacea que resolvería los problemas internos de la Revolución Bolivariana, partidos políticos de vieja data auto-disolviéndose y el mismo presidente "avisando" acerca de las consecuencias políticas que les traerían a las organizaciones que apoyan este proceso sino se unían a la nueva propuesta.
La impresión que da el accionar de algunos sectores bolivarianos de apresuramiento para ir a unirse al nuevo partido es, de por si; bastante interesante; pues pareciera que se trata de "no quedar fuera del autobús" mas que de una política unitaria que halla nacido de un análisis acerca de la necesidad que muestra el proceso revolucionario venezolano de contar con un referente orgánico nacional que aglutine a todas las fuerzas de izquierda con miras a la construcción del socialismo.
Léase claro lo expresado en el párrafo anterior: diferenciamos la propuesta del Partido Unido de la necesidad de un referente orgánico nacional de la izquierda socialista. Veamos: en primer termino ubicamos el interés de los partidos de la burocracia chavista o burguesía emergente, en un claro oportunismo político para relegitimar la dirección pequeño-burguesa de la revolución bolivariana ( M.V.R - P.P.T .- PODEMOS ), la misma que ve con temor el avance revolucionario y el debate acerca de la necesidad de la construcción del socialismo pues son estos sectores los que se han venido enriqueciendo a la sombra del Gobierno Bolivariano.
Son precisamente estos sectores los que han saboteado las Misiones Sociales, los que le temen a la Participación Popular, a la Organización Autónoma del Pueblo, que ven como el avance revolucionario ha venido golpeando las corruptas instancias partidistas, y ven con buenos ojos la idea de un nuevo partido pues les daría la oportunidad de lavarse la cara frente al pueblo y hacer "borrón y cuenta nueva" deshaciéndose de siglas partidista ya muy asociadas a la corrupción.
En segunda instancia no asociamos la necesidad de una Organización Unitaria de la izquierda socialista con la idea del Partido como formato organizativo. Y esto lo hacemos apelando a un cuestionamiento a la idea de partido como formato para la organización revolucionaria pues si revisamos los principios filosóficos que sustentan la idea de Partido como estructura organizativa nos encontramos con elementos ideológicos que reproducen las relaciones sociales de dominación intrínsecas al capitalismo.
Dentro de la izquierda tradicional la idea de partido único (asi ahora lo llamen partido unido sigue siendo lo mismo) está aparejada a la tendencia leninista-soviética dentro del marxismo que si bien esta tendencia ha sido históricamente la dominante en nuestro país no es la única visión del marxismo existente.
Para los leninista el problema de la organización está ligado a su concepción peculiar respecto a como se da el desarrollo de la conciencia y de la teoría en el seno del pueblo.
Para esto compañeros el desarrollo de la conciencia de clase va de la mano del desarrollo de la compresión teórica respecto a los problemas del capitalismo y para ellos el desarrollo teórico y el análisis científico tiene un nivel de autonomía respecto a la manera de pensar del hombre común puesto que se argumenta que en el hombre común las ideas burguesas son hegemónicas respecto a las ideas socialista.
Desde esta óptica el análisis científico y el desarrollo teórico esta en manos de ciertas personas con un nivel de formación superior y de acceso a una educación distinta del resto de la gente del pueblo, generalmente intelectuales burgueses que por su posición privilegiada asumen una postura "avanzada" respecto a la comprensión de los problemas sociales y sus posibles soluciones.
Es así como se plantea la relación vanguardia-masas, por un lado unas masas carentes de conciencia producto de la hegemonía de las ideas burguesas y por el desconocimiento teórico de los problemas sociales y de sus posibles soluciones. Por otro lado tenemos la existencia de una vanguardia con un nivel de conciencia superior a la de las masas y con un dominio teórico de los problemas sociales y de sus posibles soluciones.
Para los compañeros leninista esta relación vanguardia-masas debe tener un carácter vertical, la vanguardia por su nivel de conciencia superior y por su dominio teórico debe introducir la conciencia y la teoría a las masas desde afuera, desde el exterior.
Toda esta concepción respecto al desarrollo de la teoría y de la conciencia se expresa en términos concreto en la idea del Partido-Vanguardia como educador de las Masas, mas concretamente en el llamado Centralismo-Democrático como modelo de organización para los revolucionarios. Un Partido de cuadros profesionales de la política cuidadosamente entrenados para dotar a la gente de conciencia y de teoría revolucionaria. De aquí deriva la tradicional idea del funcionario de partido que desde el comité central toma decisiones "desde arriba" todo ello justificado por su supuesto nivel superior de conciencia y por su dominio teórico.
Para nosotros, el problema de la relación Vanguardia-Masas lo abordamos desde una concepción critica del marxismo, fundamentalmente del llamado marxismo disidente que se produce en Europa en la década de 1920 personificado en hombres como Korsh, Luckas, Gramsci, Pannakoec, Luxemburgo; los aportes de latinoamericanos como Mariategui, Che Guevara, Camilo Torres, entre otros, críticos todos de la visión soviética del marxismo.
Es desde esta visión crítica del marxismo desde donde nosotros cuestionamos esta posición leninista acerca del desarrollo de la conciencia y de la construcción teórica como soportes filosóficos del centralismo democrático como modelo de organización de los revolucionarios.
Asi nosotros afirmamos que el problema del surgimiento de la conciencia y del desarrollo teórico son cuestiones ligadas al problema de la educación. Desde este ángulo planteamos que el surgimiento de la conciencia esta ligado a la inserción de los sujetos en la práctica social, al involucrarse en las luchas populares.
La visión de que la conciencia se desarrolla producto de la construcción teórica tiene que ver con una infiltración cientificista en el seno de cierto marxismo vulgar que ve la teoría como un conjunto de hipótesis elaboradas por un grupo de científicos que desde su realidad de sabios predeterminan la realidad futura.
Esta posición filosófica encierra una clara expresión reaccionaria que posibilita el secuestro del saber por parte de un grupo de "expertos", de una vanguardia iluminada que poseedora de la varita mágica de la ciencia esta llamada a dirigir a unas masas carentes de sabiduría.
Desde otra postura filosófica mas critica se puede decir que la teoría es una reflexión sobre una práctica ya dada, es decir que no busca predeterminar realidades futuras sino extraer enseñanzas sobre realidades pasadas y a partir de allí problematizar el presente.
Creemos entonces en el desarrollo autónomo de la conciencia por parte del pueblo a través de la práctica social sin la intermediación de ningún "experto" colocado de manera externa a las realidades del pueblo. La construcción teórica vendría dada por la reflexión por parte de los sujetos de su propia práctica emancipadora. De esta manera la teoría deja de ser el patrimonio de un grupo de sabios y se convierte verdaderamente en una herramienta para la emancipación.
Como revolucionarios socialistas creemos en los "Poderes Creadores del Pueblo" de los que hablaba Aquiles Nazoa, por eso apostamos a la espontaneidad y a la autonomía del pueblo como principios rectores de cualquier proceso liberador. Esta espontaneidad y esta autonomía se debe expresar en la forma como abordamos el problemas de la Organización de los Revolucionarios, que para nosotros debe ser un ejercicio cotidiano de Democracia Directa: respeto a la autonomía de los grupos de base y de los individuos, Horizontalidad en las relaciones entre los miembros de la organización, la Asamblea como organismo superior para la toma de decisiones, Carácter rotativo y revocatorio de las tareas de coordinación, Control de la delegación y Rendición de cuentas permanente.
Ya dejado claro nuestro cuestionamiento a la concepción de Partido como modelo de organización de los revolucionarios, precisemos ahora lo concerniente al Programa Político sobre el cual se cohesionaria el llamado Partido Unido. Esto tiene que ver con el carácter que hasta ahora ha tenido el proceso bolivariano y que se ha venido expresando en declaraciones de altos personeros del gobierno como Willian Lara y Diosdado Cabello.
Para Lara la constitución bolivariana tiene un carácter socialista. Esto seria vaciar de contenido la palabra socialista puesto que la constitución bolivariana no es solamente de inspiración socialdemócrata sino que también tiene artículos claramente neo-liberales como el 301 que concede al capital extranjero iguales derechos que al capital nacional o el 303 que deja abierta la posibilidad de privatización de las filiales de P.D.V.S.A.
Para Cabello el modelo de Socialismo para Venezuela debe respetar la propiedad privada de los medios de producción. Para un socialista consecuente esta frase no merece ni un comentario sino un contundente rechazo de principios.
En términos prácticos podríamos decir que el Partido Unido se unificaría en torno a un Programa Político de corte socialdemócrata. Una concepción (la social-demócrata) evolucionista acerca de los procesos sociales que considera el transito al socialismo de manera gradual y sin traumas y que obvia, de manera reaccionaria, la realidad de la lucha de clases en la sociedad Venezolana.
De esta posición social-demócrata se deriva las permanentes conciliaciones con los enemigos de la revolución, los permanentes llamados a alianzas con un supuesto empresariado nacionalista, la renuencia a tomar verdaderas medidas de carácter socialista como la expropiaciones de las grandes empresas, la construcción de una amplia área económica de propiedad social, el problema de la defensa popular, la sustitución del viejo estado burocrático y autoritario por una nueva institucionalidad participativa…
Otro aspecto a evaluar y quizás el de mayor importancia, es el relativo a las consecuencias que traería para el proceso socio-político la propuesta del Partido Unido.
Veamos. La raíz del proceso bolivariano hay que ubicarla fundamentalmente en la rebelión popular del Caracazo en el año 1989. El carácter de esta rebelión ha venido marcando todo el proceso revolucionario en Venezuela: una rebelión que desbordo las forma clásicas que le asignaba a este tipo de sucesos el pensamiento de izquierda.
Fundamentalmente el relativo a la inexistencia de una "vanguardia" que dirigiese la acción, la adopción de formas organizativas mas ligadas a los grupos de trabajo de base que a las estructuras partidistas de la izquierda tradicional y el surgimientos de nuevos actores políticos pues ya no se trataba de la tradicional clase obrera sino de una amplia gama de explotados y de excluidos los que protagonizaban la acción rebelde.
A partir de esta fecha los rasgos mencionados en el párrafo anterior empiezan a pernear amplios espacios del movimiento popular haciendo surgir una nueva cultura política ligada al protagonismo de las bases populares que empieza a golpear tremendamente al bipartidismo y a la partidocracia en general.
Con la victoria electoral del comandante Chavez en 1998 ( victoria que por cierto en gran parte se debió a la movilización popular mas que a las maniobras partidistas) y con la apertura del debate sobre la Democracia Participativa , los partidos políticos como instituciones empiezan a ser tremendamente cuestionadas por el pueblo en general a tal punto que empieza la asociación Partido-Corrupción.
A tal punto llega el desprestigio de los partidos y el surgimiento de nuevas formas de participación popular que los gloriosos hechos del 13 de Abril de 2002 fueron responsabilidad casi absoluta de las organizaciones de base del chavismo.
Ahora llama la atención como con el surgimiento del Partido Unido los partidos como institución ( Partidocracia ) empiezan un proceso de recuperación a tal punto que un conocido personero de la derecha Venezolana como Leopoldo Puchi afirma tajantemente que la nueva propuesta del chavismo pudiese llevar a la recuperación saludable de la democracia representativa. No en vano la derecha Venezolana empieza a hablar también de un partido unitario.
Vale pena preguntarse si estaremos en presencia de una oxigenación del bi-partidismo y un fortalecimiento de la partidocracia. Será mucho ejercicio de creatividad imaginarse a los sectores burócratas del chavismo plantearse un acuerdo de coexistencia entre el gobierno bolivariano y la oposición. A eso se deberá la cobertura que V.T.V le brindo, el ultimo mes del año, a las declaraciones de los golpistas de Primero Justicia y de Manuel Rosales.
Finalmente aún con todo lo expresado anteriormente intactas se mantienen nuestras esperanzas en que la Revolución Bolivariana se transforme en Socialista, un voto por el fortalecimientos de los embriones de Poder Popular que este proceso ha generado y una apuesta por la autonomía del pueblo para la defensa de nuestro proceso revolucionario tanto de los enemigos externos: el imperialismo y la derecha fascista y los enemigos internos: la burocracia, la partidocracia y la corrupción.