Como es costumbre, en los últimos tiempos, el Presidente Chávez tomó la delantera y marcó el azimut del orden del día. Él dijo que había que apretarse el cinturón. Creemos, que son tres y no uno, los cinturones que pueden ser apretados, según las necesidades y posibilidades existentes, aunque sería difícil e inconveniente que apretemos los tres a la vez. El primer cinturón, está reacionado con los denominados cinco motores constituyentes y la impostergable reflexión sobre tres variables que requieren respuestas claras y contundentes: Revolución, Socialismo y Partido Revolucionario. El debate constituyente no puede ser una cortina de humo para olvidarnos que existe la necesidad de conformar el Partido Unido de la Revolución Socialista, como lo llamó el Che.
Esta opción nos permitiría apretar el "cinturón político-social" para avanzar un poco más en los cambios de las genoestructuras o reglas básicas del sistema jurídico-político, que quedaron pendientes en el proceso constituyente anterior. Por supuesto, no haremos gran cosa con sólo cambiar leyes, normas y reglamentos, sin que cambien, a la vez, las prácticas de trabajo y las estructuras mentales de quienes debemos darle estricto cumplimiento a las mismas. La reforma constitucional, el impulso de la educación y el ataque frontal a la burocracia y a la corrupción, así como las leyes habilitantes, la explosión comunitaria y la nueva geometría del poder, sólo tendrán su impacto si los actores en juego cambian y transforman su modo de pensar y, sobre todo, de actuar. Recordemos lo que dijera Alí Primera: "La ignorancia no mata al pueblo pero tampoco lo salva. Lo salvará su conciencia…" Y, como nos recuerda Carlos Marx: "No es la conciencia la que determina al ser, es el ser quien determina su conciencia" De modo que es, fundamentalmente, el estremecimiento de la conciencia de los venezolanos, através de su su praxis social comprometida, para lograr los cambios de fondo, profundos y radicales que necesitamos. Lo demás es pura parafernalia y entretenimiento. No confundamos el fenotipo con el genotipo.
Ya basta de pañitos de agua tibia. El segundo cinturón, debe prestar atención a las variables macroeconómicas-financieras y al pronunciamiento preciso acerca de las relaciones sociales de producción y al derecho de propiedad, así como al manejo adecuado de la política fiscal y monetaria; en especial, a la política energética, que favorezca, no sólo los ingresos necesarios para dar respuesta oportuna a los requerimientos financieros y fiscales del país, sino, además, que su instrumentación y sus impactos, afecten mínimamente al ambiente natural ¿No es un contrasentido incrementar la producción petrolera cuando la especie humana está en peligro de extinción debido al efecto ártico e invernadero y la lluvia ácida producto de los gases provenientes de los combustibles fósiles, la destrucción de la capa de ozono y de la insaciable e irracional hegemonía imperialista de los Estados Unidos? Este es un cinturón que también vamos a tener que apretarnos, para acelerar un cambio favorable del patrón de producción-consumo y distribución petrolera y energética. El tercer cinturón, susceptible de ser apretado y que es el que generalmente se afecta, cuando no apretamos los otros dos, es el de la vida cotidiana de la gente, representado en sus problemas apremiantes, existenciales e ineludibles: empleo estable y bien remunerado, limitado acceso a servicios educativos y de salud de calidad, inseguridad personal y de bienes, dificultad para guarecerse en un habitat digno y confortable, poca disponibilidad de agua potable y de servicios básicos como electricidad, transporte colectivo, telecomunicaciones, aseo urbano, etc, etc, etc.
Estamos frente a la necesidad de establecer prioridades ¿Cuáles son los cinturones que vamos a apretar? ¿A qué problemas y necesidades Chávez va a dar prioridad? ¿Quiénes, cuándo y cómo la establecerán? El poder popular, en construcción, tiene la palabra. No esperemos a que se desarrolle y consolide la "explosión comunal" para co-gobernar.